Solo un poco más

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Alex, de nuevo dentro de la mente del chico y rebuscando en sus pensamientos como si fueran apuntes, sintió compasión por el muchacho que parecía recordar aquella noche, que para Alex fue gloriosa, como una horrible tortura; y aunque el miedo del pequeño excitó a Alex, su sufrimiento lo ablando lo suficiente como para que no empezara a penetrar su boca salvajemente ocasionándole daños en la garganta.

-Venga, yo te enseño a hacerlo, no es tan difícil- dijo Alex en un tono de impaciencia que sorprendió a Liu ¿tanto deseaba que hiciera eso? Liu asintió algo asustado pero reconfortado por el comportamiento amable de su ''acosador''- primero sujétala con una mano, bueno es muy grande así que mejor usa dos- Liu obedeció como un cachorro siendo entrenado, aunque eso es lo que Alex realmente hacía ''entrenarlo'', educarlo para en poco tiempo tenerlo listo para tomarlo de nuevo- ahora métela en tu boca, pero ni se te ocurra tocarla con los dientes, eso me cabrearía bastante- amenazó el vampiro con un tono no demasiado rudo pero si bajo y ronco que resonó por las orejas de Liu- luego intenta chuparlo, hazlo como quieras pero no toques con los dientes- ordenó Alex cogiendo fuertemente del pelo al menor. Liu tenía ya sus dos manos rodeando aquella enormidad de carne erecta que iba a introducir en su inexperta boquita. Pensó en echarse atrás pero la mano de Alex impulsaba su cabeza hacia aquel miembro. Al principió solo sacó la lengua dando un par de lamidas rápidas en la punta del miembro, al notar que no tenía apenas sabor pensó que al menos lo sentiría tanto asco. Tras eso empezó a introducir su miembro en la boca, lentamente cubría sus dientes inferiores con la lengua, apenas llegó a la mitad ya sentía arcadas, era una sensación de ahogo que se convirtió en angustia al escuchar a Alex gemir roncamente con los ojos cerrados y mordiéndose el labio. Liu sacó el miembro de su boca y lo volvió a succionar, sus mandíbulas dolían pues apenas podía meter todo ese grosor en su boca. Repitió el movimiento anterior tres veces pero sentía demasiadas arcadas y sus pulmones demandaban un aire que no obtenía; de pronto se sacó el miembro de la boca jadeando.

-¿Por qué paras?- preguntó el otro molesto y apretando sus cabellos de forma inconsciente por su frustración hizo que a Liu se le escapasen varias lágrimas.

+ e-es demasiado grande...- se quejó palpándose los costados de sus adoloridas mandíbulas. Liu miró con sus ojos tristones y humedecidos al vampiro pidiéndole que parara con su mirada, como si las cuencas de sus ojos le dijeran que el pequeño ya había llegado a su límite- me duele la boca — siguió casi susurrando cuando notó como la mano que estiraba dolorosamente de su pelo ahora lo acariciaba enredándolo de una manera dulce.

-Solo un rato más, cuando me corra ya habremos acabado por hoy-Liu solo lo miró decepcionado pero pensando que su condena, por el momento, estaba cerca de llegar a su fin. Abrió la boca de nuevo y esta vez succionó con más detenimiento para darle más placer al vampiro, el cual se deleitaba con su inexperiencia, y hacer así que este no se enfadase con él. Alex, a punto de llegar al clímax agarró la cabeza del chico con las dos manos embistiendo su boca con dureza mientras el pequeño gemía pidiendo clemencia. Liu sentía arcadas y un dolor horrendo y desgarrador al sentir ese miembro ser empujado dentro de su garganta, trataba de coger aire y de gritar pero no podía por mucho que lo quisiese, y, sin darse cuenta y por error, rozó el miembro del otro con sus dientes.

Como reacción Alex tomó con fuerza la cabeza del chico alejándolo de su miembro, del que colgaba un hilo de saliva procedente de la boca de Liu, y empujándolo con la suficiente fuerza como para tirarlo al suelo haciendo que se estampase contra este.

-¡Joder!- Alex estaba a punto de echar fuego por la boca de la ira que tenía dentro, había tratado bien al pequeño y este le había herido su sensible miembro  con los dientes justo cuando se iba a correr, le había interrumpido en el más puro clímax y ahora estaba lleno de rabia y excitación, y por supuesto del semen que no había podido eyacular- Te voy  a partir los dientes- dijo Alex con un tono demasiado bajo, más temible aún que si lo hubiese gritado. Estaba ciego de rabia y sus colmillos crecieron involuntariamente por toda la excitación y el enfado que le corroía las entrañas.

Oscura perdición (Versión antigua)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora