cap 18

566 46 0
                                    

—¡Bebé, para! —dijo Sakura, riéndose.
Sasuke abrazó su cintura con más fuerza, impidiéndole caminar lejos.
—Quédate en casa conmigo. Te extraño —dijo, dándole su mejor puchero.
Suavemente paso sus dedos por su cabello como a él le gustaba.
—Lo siento, cariño, pero no puedo retractarme otra vez. Le prometí a Tayuya y a las chicas que definitivamente iría esta noche.
No había forma de que se permitiera a sí misma quedarse en casa esta
noche. La semana pasada había estado tan cerca de arruinar la sorpresa contándole. Sabía que si se quedaba en casa esta noche la emoción la sobrepasaría
y lo dejaría escapar, y todo lo que había atravesado durante el mes pasado planificando esto estaría arruinado.

Por supuesto nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de su abuela.
Algunas veces Sakura consideró darse por vencida cuando el dinero y ubicación eran un problema, pero luego la abuela se ofreció a ayudarla. La abuela encontró el lugar perfecto a más de la mitad del precio de cada sitio que Sakura había mirado.
Era la primera vez que Sakura alguna vez había aceptado la ayuda de su
abuela. Siempre había sido importante para ella hacerlo por su cuenta sin el dinero e influencia de su familia. Por Sasuke se había tragado su orgullo y le había pedido a
la abuela ayudar para encontrar la perfecta cabaña para alquilar. Todo iba a ser perfecto.

—¿No te importa que este de rodillas suplicándote? ¿Realmente vas a ser
capaz de dejar a alguien así de patético? —demandó en un tono malhumorado.
Sakura rodó sus ojos mientras arrancaba suavemente sus brazos de alrededor de su cintura.
—Es sólo por un par de horas. Ni siquiera sabrás que me he ido —le
prometió ella.
Él se sentó en cuclillas haciendo todo lo posible por lucir patético.
Hizo su mejor esfuerzo por no rodar sus ojos, otra vez. Era tan malditamente lindo y dulce que no quisiera pasar una noche sin ella. Esto era algo que nunca había esperado de Sasuke Uchiha, una de muchas cosas en realidad. Él era tan dulce y atento.
—¿Qué pasa si prometo hacerte una tanda de brownies mañana? —
preguntó ella, decidida a utilizar su amor por los productos horneados en su contra.

Él soltó un bufido de incredulidad mientras se ponía de pie.
—No soy una puta que puedes comprar con deliciosos productos
horneados, mujer. ¿Cómo te atreves a insultarme? —dijo con un resoplido mientras doblaba sus brazos sobre su pecho y hacia su mejor mirada malhumorada.
—Bien —dijo Sakura con un suspiro—. ¿Y si te prometo hacer mañana un
gran plato de glaseado y dejar que lo lamas de mí?
Tuvo que contener una sonrisa mientras Sasuke se movía ansiosamente y se lamía los labios pasando sus ojos ávidamente por su cuerpo.
—¿Crema de mantequilla? —graznó.
—Mmmmhmm —dijo ella, caminando hacia él. Ahuecó la parte posterior de
su cabeza y tiró suavemente de él hacia abajo para un beso rápido—. Y si eres bueno podría lamer un poco de ti —dijo, amando la idea.
—Consigue tu propio tazón de glaseado. Yo no comparto —dijo
simplemente, dándole un último beso antes de salir por la puerta, silbando
alegremente, sin duda pensando en el gran tazón de glaseado que iba a devorar mañana.
Con una sonrisa, ella agarró su pequeño bolso negro y salió por la puerta.

No estaba demasiado sorprendida al encontrar a Sasuke jugando baloncesto con Hidan y Naruto. No es que alguna vez lo esperara, pero era bueno saber que Sasuke la elegía por encima de sus amigos. No era el tipo de mujer que espera la atención de
un hombre 24/7, pero era agradable saber que era de ella si quería.
Lanzó un beso en su dirección y no pudo evitar reírse cuando Hidan saltó
frente a Sasuke para atraparlo.
—¡Ese era mi beso, hijo de puta! —gritó Sasuke, colocando un fuerte
asimiento en Hidan y tacleándolo hasta el suelo mientras que Naruto suspiraba.
Realmente era adorable. Tal vez le haría una gran tanda de brownies para acompañar ese plato de glaseado.
—¡Y deja de mirar su trasero! —le recriminó Sasuke.
—Oh Dios mío, no puedo creer que hayas venido —dijo Tayuya, apoyándose en su silla mientras observaba a Sakura acercarse a la mesa.

EL VECINO INFERNAL (Sasusaku)Kde žijí příběhy. Začni objevovat