cap 20

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—¿Amor, estás bien?
Sasuke bajó la mirada para verla y le sonrió.
—Estoy bien —dijo, rodeándola con un brazo, apretándola firmemente
contra él mientras se dirigían hacia la casa de ella.
Él abrió la puerta sin una palabra. Sakura lanzó su bolso en la mesita de café y se encaminó hacia su habitación más que lista para quitarse sus tacones altos y su falda.
—¿Sakura? —dijo Sasuke, deteniéndola.
Se inclinó contra la pared mientras se quitaba los zapatos.
—¿Sí?

Se pasó una mano por el cabello.
—Me… me preguntaba si querrías ir a nadar —dijo él, pero Sakura no pudo
evitar sentir que no era eso lo que había querido decir.
Desde que regresó del baño no pudo evitar darse cuenta de que Sasuke
estaba comportándose diferente. Parecía realmente molesto, pero lo negaba cada vez que le preguntaba. Sorpresivamente Hidan y Naruto fueron reservados al respecto. De vez en cuando había visto a los dos hombres mandándoles miradas
asesinas a sus amigas.
Más de una vez vio a sus amigas mirándolos y riéndose. Sabía que era
ridículo, pero no podía evitar sentirse un poco paranoica. Probablemente no era nada.

—Nadar suena divertido —dijo ella, decidiendo que preferiría olvidarse de todo excepto de Sasuke—. Te veré en la piscina en diez minutos.
—Está bien —dijo Sasuke, sonando un poco triste, al menos eso pensó ella.
Estaba siendo ridícula, decidió.
Quince minutos después cerraba las puertas corredizas detrás de ella
mientras Sasuke salía a la superficie. Incluso en la tenue luz de la luna, Sasuke era hermoso.
Vio flexionarse los músculos de sus brazos mientras se pasaba los dedos
por su cabello corto.
—El agua está genial —dijo Sasuke, haciéndole señas para que se uniera a él.

Se quitó los lentes y deseó haber encendido las luces de afuera conforme su visión se atenuaba y se volvía borrosa. Tratando de no tropezar, caminó cautelosamente el metro y medio hasta la mesa del patio, y puso sus lentes ahí.
Desafortunadamente para ella el tiempo que le llevó bajar sus lentes no
ayudó a que sus ojos se adaptaran a la tenue luz. No quería arruinar un romántico chapuzón de medianoche por ponerse a encender los reflectores, pero tampoco
creía que caerse de bruces fuera exactamente romántico.
¿Por qué no podía ser una candidata para cirugía láser de ojos?
Suspiró pesadamente mientras se daba la vuelta, completamente preparada para encender los reflectores y arruinar otra velada romántica gracias a su pobre
visión cuando unos fuertes brazos húmedos la alzaron en brazos.
—No te preocupes, mi pequeño saltamontes, te tengo —susurró Sasuke, presionando un beso en su frente.

—Quizás deberíamos encender las luces —refunfuñó ella tristemente—. No puedo ver nada —admitió en voz baja, sintiendo que sus mejillas ardían de vergüenza. Era sólo otro recordatorio de que no era sexy o deseable.
—No te preocupes, no dejaré que nada te pase —prometió Sasuke mientras la llevaba a la piscina y la ayudaba a entrar en el agua tibia.
Mientras Sasuke descendía al interior de la piscina, ella se zambulló bajo el
agua para humedecer su cabello. Cuando salió a la superficie tres metros más allá se echó el cabello hacia atrás y entrecerró los ojos.
—¿Sasuke? —dijo, tratando de separarlo del resto de las tenues sombras. En verdad no podía ver nada ahí afuera. Quizás debería…
Un pequeño grito de sorpresa salió de ella cuando unos cálidos brazos se
envolvieron a su alrededor desde atrás. Sasuke rio suavemente entre dientes en su oído.

—¿Te asusté?
—No —mintió.
—Lo siento —dijo, depositando un beso en lo alto de su cabeza—. ¿Me
perdonas?
Ella resopló enfurruñada. —No.
—¿Y si te prometo no hacerlo de nuevo? —preguntó él, sonando
entretenido.
—Soltaría los puños de furia porque ambos sabemos que estarías
mintiendo.
—No querríamos eso —Rió entre dientes.
—No —inhaló—, no lo querríamos.
—¿Entonces quizás me dejes compensártelo con un beso? —dijo, ya
depositando húmedos besos en su cuello. Cerrando los ojos, inclinó la cabeza hacia atrás y hacia un lado para darle mejor acceso.
—Supongo que eso sería aceptable —dijo ella, reprimiendo un pequeño
gemido de placer cuando Sasuke recorrió sus caderas y sus muslos con las manos antes de subirlas de nuevo.

EL VECINO INFERNAL (Sasusaku)Where stories live. Discover now