Cap 3

906 74 5
                                    

—¿Este es el 32 de Long Point Road? —preguntó el fornido hombre de baja
estatura que olía como si se hubiera bañado con un galón de colonia barata y ajo, mientras bajaba de un golpe del Taurus estacionado en la entrada de Sakura.

Normalmente Sasuke o simplemente ignoraría al imbécil o le daría una rápida inclinación de cabeza y seguiría ocupándose de sus propios asuntos mientras sacaba el barril de cerveza de su asiento trasero, pero hoy no.

Hoy le iba a hacer a
su normalmente tímida vecina y compañera de trabajo un favor. Después de ayer estaba bastante seguro de que esto no la iba a cabrear y enviarla de vuelta a esconderse.
Bueno, tal vez no estaba cien por ciento seguro, pero simplemente no podía evitarlo, en especial cuando el idiota empujó un condón en su bolsillo y le dio un guiño conspiratorio a Sasuke.

Al carajo.
En ese momento no le importaba si esto la enviaba corriendo por las colinas y hacía que ella pidiera una orden de restricción en su contra, él se libraría de este idiota.
—No estás aquí por Sakura, ¿cierto? —preguntó, sacando el barril y
colocándolo en el suelo.

El hombre frunció el ceño.
—Sí, ¿por qué?
Sasuke hizo una demostración encogiéndose de hombros mientras observaba rápidamente hacia la casa de Sakura como si estuviera asegurándose de que ella no
estaba mirando.

—Realmente no creo que sea tan buena idea —murmuró Sasuke.
—¿Por qué no?
Él le dio al hombre una mirada de “¿estás bromeando?” y tuvo que
abstenerse de reír cuando el hombre se movió nerviosamente.
—Seguramente ya sabes... —dijo, dejando deliberadamente sus palabras a la deriva.

—No, mi amigo me organizó una cita con ella —dijo, lanzando una mirada
nerviosa hacia la casa de Sakura. ¿La cortina acababa de moverse?
Sasuke se frotó la parte posterior del cuello, suspirando fatigosamente.
—Realmente no me corresponde, pero no estoy seguro que eso sea una idea tan buena.
—¿Qué? —El hombre prácticamente lloriqueó.

Después de una pausa, sacudió su cabeza.
—Lo siento, pero realmente no me gusta hablar de ello. Sólo puedo decirte que realmente necesitas tener cuidado. —Le dio al hombre una mirada significativa
cuando subrayó—. Mucho cuidado.

Los ojos del hombre se ensancharon mientras su boca caía abierta. Dio
varios pasos hacia atrás, lanzando miradas nerviosas hacia la casa de Sakura. Cuando
llegó a su auto, dijo:
—Eh, de repente acabo de recordar que se supone tengo que estar en otro
lugar. —Con eso prácticamente saltó en su coche y se alejó a toda velocidad.

Sasuke se rió entre dientes mientras se dirigía a la puerta de entrada de Sakura.
Llamó a la puerta y no estaba demasiado sorprendido un momento después, cuando no hubo respuesta. Empujó a un lado su decepción y llamó otra vez.
Simplemente genial.

Parecía que la noche anterior había sido un golpe de suerte y su tímida
vecina estaba allí para quedarse. Realmente le gustó pasar tiempo con Sakura ayer por la noche, más de lo que creyó posible. Sintiéndose como un idiota se dirigió de
regresó a su casa y al barril.

Una fuerte tos húmeda y áspera lo hizo detenerse a mitad del pequeño
camino de entrada. La puerta se abrió lentamente mientras Sakura decía:
—Siento que me tomara tanto tiempo… —otra tos seca— responder… —
otra tos— a la… —tos— puerta. Pero el doctor dijo que seguía siendo… —varios carraspeos fuertes e inquietantes más tarde—, contagiosa, así que yo… Oh, solo
eres tú —dijo Sakura con un suspiro alivio.

Sus labios temblaron cuando notó su atuendo. En la cabeza tenía uno de los
más feos sombreros de punto color verde vómito, que alguna vez haya visto. Su raída bata demasiado grande era peor, pero la gran bola arrugada de pañuelos en su mano era un buen toque. No había duda en su mente de que ella estaba fingiendo.

EL VECINO INFERNAL (Sasusaku)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon