00.- LA HISTORIA ANTES DEL FUEGO

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Si están aquí es probable que sea porque ya saben cómo terminaron las cosas, pero si no lo saben no hay problema porque aquí voy a contarles como inició todo.

Todo empezó una perfecta tarde soleada de mi decima primavera en mi casa en Palermo, yo estaba jugando en el patio trasero recuerdo haber visto un par de mariposas volar cerca de mi justo antes de que mi madre me llamará.

Ella estaba tan feliz y yo no podía entender porque, al menos no hasta el momento en que lo vi, él estaba ahí, parado al pie la escalera viéndose tan perfecto y propio como siempre.

La manera en que la luz natural de las seis de la tarde brillaba sobre él hacia parecer la imagen frente mi como una de esas pinturas hechas al óleo que cuelgan en los museos para ser exhibidas frente a multitudes pretenciosas.

La primera vez que sus ojos se fijaron mí tuvimos una conexión instantánea tan profunda, él supo que yo debía de ser suya desde ese momento. Incluso si suena narcisista me gusta pensar que yo fui la razón por la que decidió quedarse en mi casa y no buscar otro lugar como originalmente lo tenía planeado.

Él fue la primera persona que realmente me vio, vio mi potencia y lo que sería capaz de hacer si este se aprovechaba al máximo.

Y si bien ese es el principio de mi historia con él se podría decir que el verdadero principio de la historia fue siete años antes de que yo naciera, en ese entonces mi madre tenía veinte años y era pasante de pediatría.

Durante su primer año de pasantía ella conoció a un joven y apuesto cirujano proveniente de Lituania con quien tuvo una fugaz relación, pese a que como pareja su relación nunca llego a nada serio ellos mantuvieron una muy buena conexión y después terminar se mantuvo como amigos incluso después de que mi madre se casara.

Y fue por eso que después de un par de años sin verse cuando él sintió que era prudente volver a Italia que la contactó, fue esa amistad que surgió entre ellos lo que eventualmente lo llevó a mí.

Algo en mi ser se estremeció la primera vez que escuche mi nombre fluir de sus labios, se sintió como si en ese momento él me hubiese dado mi verdadero nombre y los diez años anteriores que había vivido antes de él se hubieran desvanecido.

Solo fue una palabra, dos silabas, cinco letras y con eso él me había dado la vida, porque en ese momento deje de ser solo Bella y me convertí en su Bella.

"Bella... "

El fuego antes de los cristales rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora