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Subí las escaleras dejando al pelirrojo con mamá en el salón para darme una ducha y ponerme algo para dormir, puesto que antes de comer, mamá me pidió que me pusiera algo más...adecuado.

Abrí el armario.

-Y qué me pongo yo ahora.-Dije para mi misma.

Y sí, quizás alguien pensaría "Kenzie, no te vas a los grammy's, sólo vas a dormir", pero de todas maneras creo que mis típicos leggings cortados a mano y agujereados no iban a ser los indicados para esta noche.

Finalmente cogí unos pantalones cortos grises que ya no solía usar para hacer deporte, mi querida camiseta roja de Of Mice & Men, que de no ser tan vieja-y bueno, tener un par de agujeros-la seguiría usando para salir de casa y un simple conjunto de ropa interior.

Me despojé de toda la ropa y la tiré al suelo, pero observé que había una pequeña pila de ropa masculina en el borde de la cama, por lo que pensé que sería la ropa de Ashton de la que mamá habló. Dejé la sudadera de Ed al lado de la pila, hice una cola alta con mi cabello y entré al baño con la ropa en mis brazos.

En cuanto abrí el grifo de la ducha y los cálidos chorros de agua hicieron contacto en mi piel, una ola de tranquilidad invadió desde mis talones hasta la coronilla y me puse a analizar todo lo que tenía en mi mente.

Estaba claro que el dilema que tenía con Samuel seguía sin solución, sinceramente estaba harta de hacerlo sufrir una y otra vez por mi culpa y por culpa de mis malditas indecisiones, pero por otra parte estaba enfadada, sí, enfadada por el hecho de que me había mentido cuando me aseguró que Ed y Emma estaban en una relación cuando no eran más que unos simples amigos.

Y el viaje a Italia...Aún estaba pensando si sería buena idea fingir una enfermedad contagiosa para escaquearme de ir.

Sí, algo como la gripe A estaría bien.

Cerré el grifo, estiré mi mano para coger la toalla y sequé mi cuerpo rápidamente para ponerme la ropa, pero cuando fui a buscar mi camiseta, no la encontré por ningún lado.

-Debo haberla dejado fuera.-Pensé, abriendo la puerta del baño.

Cuando pasé al dormitorio, el color subió a mis mejillas al ver a Ed, sólo con el pantalón del pijama puesto. Observé todos sus tatuajes que adornaban su blanca piel, que al parecer sólo estaban por sus brazos.

Ed miró hacia mi dirección y detuvo su mirada al llegar a la parte superior de mi cuerpo, lo que hizo que mis mejillas tomaran un color más rojizo.

-Bonito piercing.-Fue lo único que dijo al fijarse en mi ombligo.

Observé el pequeño ancla de plata que colgaba de mi ombligo y lo rocé con mis dedos.

-Um...gracias.-Fue lo único que dije y él enarcó una ceja.

-Sabes, no te diré que no si quieres dormir conmigo en ropa interior, pero creo que a tu madre no le hará mucha gracia.-Dijo él con un tono de burla y dudó por un segundo.-O quizás sí...no lo sé, tu madre es algo impredecible.

Al decir eso, mi cara ya adquirió el tono más rojo que podía tener y tapé mi cara.

-No voy a dormir así idiota. Dejé aquí mi camiseta.

Ed buscó con la mirada hasta encontrar mi camiseta y me la tendió.

-Recuerda que si te da calor por la noche, no es molestia para mi que te la quites.-Dijo por última vez y puse mi dedo en su pecho para alejarlo.

-Gracias por tu esfuerzo, pero creo que podré aguantarme.-Me coloqué la camiseta y acomodé mi cabello.-Dejaré que te duches, te espero abajo.

Rápidamente cerré la puerta de mi cuarto al salir y bajé las escaleras.

Cold Coffee. |Ed Sheeran|Where stories live. Discover now