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Mackenzie.

Arrastré a un pesado Ed por toda la casa, intentando averiguar dónde demonios se encontraba su habitación en esa enorme casa mientras que él me daba un concierto a capella, tambaleándose en cada paso.

-IM GONNA PICK AND THE PIECES AND BUILD A LEGO HOUSE-Cantaba a todo pulmón en la silenciosa casa.

Suspiré, ahora entendía por qué su casa estaba tan alejada del centro. Cansada de recorrerme media casa, lo senté en uno de los sofás del salón.

-Ed, ¿Dónde está tu habitación?-Le pregunté.

-¿Para qué quieres saberlo?-Arqueó una de sus cejas mientras mostraba una media sonrisa. Bajé la cabeza, intentando disimular el rojo de mis mejillas. Incluso ebrio me ponía nerviosa.

Me señaló una de las habitaciones y se intentó levantar para ir allí, pero resbaló y cayó al suelo.

Por mi cabeza pasó la idea de grabarlo y enseñárselo al siguiente día, pero estaba tan cansada que ni siquiera sabía donde había dejado el móvil.

Lo ayudé a levantarse y pasé una de sus manos por mi cuello para llegar a su habitación. Lo senté en la cama y fui hasta la puerta.

-Te dejo a solas por si quieres cambiarte.-Le dije al ver que me miraba.-Estaré al lado de la puerta, si necesitas algo sólo llama.

Cerré la puerta antes de que pudiese decir nada y me apoyé en ella.

¿Por qué había accedido a quedarme desde un principio?

Cualquier chica estaría emocionada por dormir en la misma casa que el chico que le gusta; bueno, cualquier chica excepto yo. Sabía que esto no me iba a traer más que problemas.

Pensé en lo último que dijo Emma antes de irse.

<<No se te ocurra hacer nada, o te aseguro que irá peor esto.>>

Y tenía razón, ¿Quién era yo para entrometerse en su relación?

<<Eres su amiga, Mackenzie>>

Negué con mi cabeza. Las amigas no deben enamorarse de los amigos, y mucho menos de los amigos con novia.

Pero Ed... ¿Qué demonios vi en él para enamorarme tan rápidamente? ¿Por qué tenía que ser él y no Sam? Todo habría sido más fácil de esa forma, no tendría que ponerme nerviosa cerca de Ed. No sería odiada por Emma. No habría lastimado a Samuel.

Estúpida, eso es lo que era. ¿Por qué no podría haberle dado una oportunidad a Samuel? Quizás sería más feliz que ahora, ¿y quién sabe? Podría enamorarme de él y olvidar a Ed.

Puse la mirada en mi teléfono, que acababa de ver en la cómoda del salón.

-¿Debería llamarle?-Pensé, dudando entre coger el teléfono o no.

Finalmente, cogí el teléfono y lo desbloqueé. Miré su última conexión en whatsapp.

*Últ. vez hace un minuto*

Mis dedos temblaron sobre el teclado de la pantalla.

Mackenzie: Sam, ¿Puedes hablar ahora? Espero no haberte despertado.

Esperé una respuesta, pero Samuel no daba señales de vida.

<<Mackenzie, estaba ebrio. Seguramente no sabe diferenciar su teléfono de un zapato.>>

Suspiré. Bloqueé el teléfono y fui a dejarlo sobre la mesa cuando un mensaje nuevo sonó.

Esperanzada, desbloqueé de nuevo el teléfono y pulsé en el chat de Samuel.

Cold Coffee. |Ed Sheeran|Where stories live. Discover now