🏮Xiao #2 𝓒𝓲𝓽𝓪

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Narración: Segunda Persona.

Situación: ¿Como seria una primer cita?

No sería una cita, o al menos eso dirían. ¿Una cita sin ser cita? Quiza

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Ya tenías tu medio año trabajando en la Posada Wangshu, y te había ido de maravilla. Sin problemas con los clientes, siempre te llamaban y dejaban propina aveces, sin problemas de tu salud, una que otra caída pero nada que la medicina no ayudará, sin darle problemas a tu madre o jefe, sin ningún otro ataque de monstruos, y lo más importante, te has vuelto bastante cercana al Adeptus Xiao. Cada día en tu descanso parecía ya esperarte en la azotea, donde le dabas su plato de Todu con almendras a tu estilo, y daban una platica calmada.

Al principio solo tu hablabas, contándole sobre tu día, tu familia, un poco de tu salud, aun no le dabas todo el detalle pero lo harías a su tiempo. Pero al pasar las semanas, el también te empezó a hablar, primero contándote de su karma y como era peligroso que estuviera cerca tuyo, quizás para ver si te alejabas, pero al no hacerlo, procedió a contarte una cosa suya al día, sus hermanos Yakshas, su contrato con Rex Lapiz y como sigue vigente a pensar de haber muerto, de como le quito la vida a varios mortales, de que es capaz de comerse los sueños y pesadillas aunque ya no lo hace, de sus dolores por su deuda karmica, los cuales habías visto y ayudado, sentandote a su lado y cantándole una suave canción, algo que terminaba por calmarlo. Eso pareció solo aumentar su confianza en ti.

Hoy era tu día libre, pero aun así allí estabas en la Posada para ver a Xiao. Hoy era el rito se las linternas, siempre lo veías sola desde la ventana, ya que tanta gente, y tu frágil corazón no se llevaban bien, y siempre les pedías a tus padres que salieran tranquilos como la pareja que son. Este año, al menos tenias al peliverde para no estar tan sola.

-Xiao.-sonreíste al ver al chico antes de llegar a la Posada.-¿estas cazando? Te dejaré para no molestar

-No, la zona está limpia.-contesto fríamente

-Oh, ¿si?-supusiste que eso significaba que acababa de terminar su trabajo.-Entonces buen trabajo hoy.

-¿Porque estas aquí? Deberías estar en Liyue como todos los mortales en el rito de las linternas.-pareció ignorar lo que habías dicho, no era nuevo, siempre lo hacía.

-No puedo ir. Mucho gente, ruidos fuertes, me emocionaria y correría de aquí a allá seguro, todo eso es malo.para mi salud.-explicaste con calma

-¿Tan frágil son los mortales? ¿O solo eres tu?

-Quizás solo soy yo. Mi corazón es frágil, y seguro con solo estar en el puerto de Liyue haria que se detenga. No le quiero arruinar el festejo a quien me vea desmayarse, o a mis padres.-pusiste una mano en tu pecho, sonriendole al Adeptus.-Aún así, solía ver las linternas desde mi casa en mi habitación. Aunque sola casi siempre.

-¿Y Ver?

-Les pedía a mis padres que salieran como la pareja que son. No me gusta que detengan sus vidas de enamorados por mi culpa

-...entonces ¿ves solo las linternas a distancia?

Asentiste con calma. Xiao se quedó en silencio, parecía pensar en algo.

-¿Xiao?-miraste al de mechas verdes.-¿Acaso no quieres que este aquí? Puedo irme si te molesta

Tus palabras parecieron hacer que el chico reaccionará, por un momento creíste ver una expresión desesperada del chico pero eso desapareció al parpadear, teniendo su rostro serio de siempre. Quizás solo fue tu imaginación.

-No. Ahora...te daré algo por el tofu que me traes todos los días.-dijo acercándote a ti, y tomando tu brazo para acercarte. Sentiste tu corazón gritar al momento que puso su mano en tu cintura.-No te alejes.

Solo alcanzaste a asentir, tratando de ignorar los latidos rápidos que tenias y tu rostro ardiente. Apenas sentiste de un momento a otro como, igual que la primera vez, daba un salto y en un parpadeo estaban en una de las montañas en las afueras de Liyue.

-¿Estas bien?-te soltó pero tu a él no, estabas agarrada de sus ropas

-dame un segundo...me tomaste de sorpresa.-respiraste un par de veces, calmando tu corazón y después alejándote del adeptus, dándole su espacio.-perdona que no te soltara...si lo hacía iba a caer

-Esta bien. Tendré en cuenta tu reacción para...no, olvídalo.-no pareció querer terminar su frase, pero no necesitabas ser lista para entender que diría "para la próxima"

Sonreíste para ti misma, eso quiere decir que podría haber una próxima vez donde el chico te tomará y llevará a lugares. ¿Esas podrían ser citas? O quizás solo estabas fantaseando sola.

Viste al chico sentarse en el borde de la montaña, tu caminando igual y sentandote junto a él. No muy cerca porque sabías que no le agradaba, a menos que el se acercara por sí mismo. Aveces lo hacía, como un gatito el se tenia que acercar a ti, no tu a él.

-¿Siempre ves desde aquí las linternas?-hablaste con calma, viendo al chico

-cuando puedo. No me gusta las multitudes, asique desde aquí veo todo.

-mmm~ ¿y pides deseos igual?

-No es necesario para un Adeptus pedir algo.-guardo silencio unos segundos.-¿Tu pides algo?.-murmuró pero lo pudiste escuchar bien

-Solo poder ver al linternas otro año más.-sonreíste, mirando el puerto con la gente de un lado a otro.

-...sigo sin entender tu frágil cuerpo. Los mortales se que son frágiles...pero no que llegaban a tanto

-Ehe~ quizás sea frágil, pero solo es cosa de cuidarme.

Xiao ya no dijo nada más. Ambos se quedaron en silencio, no era incómodo, te habías acostumbrado a su silencio y ya hasta era cómodo. Sólo tarareabas suavemente, y llegar la noche las primeras linternas empezaron a flotar.

Era la primera vez que estabas acompañada, te sentías tan cómoda teniendo al Adeptus a tu lado. Cerraste tus ojos, pidiendo a esas luces y a Rex Lapiz que te permitieran repetir esto el próximo año.

Relajada, terminaste dormida en el hombro del chico, obvio en el que estaba libre de esos picos peligrosos. Al volver a despertar, estabas en la Posada en una habitación, al parecer Xiao te dejó allí esa noche.

Sonreíste para ti, guardarias ese recuerdo, deseando que se repitiera el próximo año.

Genshin Impact| Reader One-ShotsWhere stories live. Discover now