💮Tartaglia #1 𝓔𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸

4.4K 284 44
                                    

╭⇀⇀⇀⇀⇀⇀⇀💮↼↼↼↼↼↼↼╮

Narración: Segunda Persona

Situación: ¿Su Primer Encuentro, sería el primero verdad? ¿Y como sería?

No, no sería y seria algo...curiosa su forma de encontrarse.

╰⇀⇀⇀⇀⇀⇀⇀💮↼↼↼↼↼↼↼╯

Estabas llegando a Liyue, la capital de los contratos y demás que se te había contado. Eras una chica de Snezhnaya, de unas de sus aldeas para ser exactos, habías llegado desde tu hogar hasta esta la región del rey Geo solo por una razón, ibas a encontrarte allí con tu viejo amigo Ajax o Childe o Tartaglia, pero también era tu prometido.

Tu familia te había ofrecido como mujer para algún Fatui, y entre todos el elegido fue Tartaglia.

No te quejabas, al menos conocías a ese chico pelirrojo que desde joven fue con los Fatui por su sed de ser fuerte. Y tus padres orgullosos de que estuvieras con el onceavo heraldo. Aún así, no estabas del todo convencida ¿te podías de verdad casar así nada más? Hace mucho no veías a Tartaglia, literalmente eran niños cuando se conocieron y ahora después de tanto se iban a casar. Además, ni siquiera sabías que pensaba Tartaglia ¿y si ya tiene pareja y está obligado a estar contigo? No quieres ser la otra mujer que arruine todo en una relación ¿Y si él disfruta de aventuras sin compromisos? No querías quitarle esa libertad pero tampoco querías ser una esposa engañada ¿y si no le gustan las mujeres? Bueno, allí no te molestaría hacer de tapadera si vive en el closet ¿y si no es nada de eso y solo no le interesa tener una relación? Es un heraldo, debe tener mucho que hacer, más importante que un matrimonio y familia ¿no? Pero si no te casabas con él, tendrías que volver donde se te ofrecería al mejor Fatui, podría ser un soldado cualquiera, otro heraldo lo dudas mucho.

Suspiraste, llegando al Banco de Snezhnaya. Mostraste una insignia especial que tenias, para que la fatui de la entrada la viera.

-¿Eres la mujer de alguno?-pregunto la mujer con calma

-Lo voy a ser. Soy la prometida del Onceavo, ¿esta aqui?-guardaste tu insignia. Era una especial que se te dio para que los fatui que te encontrarás no te atacaran.

-Oh, si. Esta dentro, acaba de volver.

Sonreíste y entraste al lugar. Buscaste con la mirada algun cabello rojizo, y si se hizo presente rápidamente.

Si estaba cambiado, era más alto, se veía  algo delgado pero seguro que tenía mucha fuerza, ya que por algo era un heraldo, te sorprendia no ver cicatrices a la vista, aunque quien sabe si no las tenía bajo su ropa. Era todo un hombre atractivo.

Obvio tenía tantos cambios, tu también los tenias, eran niños cuando se vieron antes que él fuera llevado a los fatuis, normal que ambos tengan sus cambios.

-¿Oh, T/n? ¿Eres tu?-se dio cuenta de tu presencia y se acercó a ti, sonriendo

-Hola, Childe.-le sonreíste devuelta.

-Perdona, se supone que iría yo a recogerte pero el trabajo ya sabes.

-Lo se, esta bien.

-Bueno, ya estoy libre. ¿Te apetece si vamos a hablar a otro lugar? Hay restaurantes buenos, si tienes hambre

-A donde quieras ir esta bien.

No es como que conocieras el lugar.

Tartaglia te sonrió, tomando tu mano para salir del lugar. Te sonrojaste un poco, no es como que sea la primera vez que te toman de la mano, en especial un chico guapo como él, pero aún te ponía algo nerviosa el contacto de esa forma. ¿Eras rara? Quizás un poquito

Llegaron a un restaurante, entrando y sentándose con calma en la mesa. Tartaglia pidió la comida por ti, el debía saber lo que pedía ¿no?

-¿Y que le cuentas T/n?-te sonrió mientras una mujer les servía algo de té

-No mucho, mi familia me mandó aquí, y el viaje fue largo.

-Oh, si. Son largos viajes de Snezhnaya hasta Liyue. ¿Viajaste sola? Quizás hubiera visto si podía acompañarte

-No, esta bien. Algunos soldados fatuis que me encontraba me ayudaban, asique no estuve tan tan sola.

-Bien.-sonrió, bebiendo de su té. Parecía pensar en algo durante ese sorbo.-T/n, ¿que has pensado de todo esto?

-¿Con esto te refieres al compromiso?-igual tu probaste el té, estaba bueno pero te gustaba más dulce, por lo que hiciste una mueca.

Escuchaste al chico dar una carcajada por tu cara. Pasándote un tarro con cubos de azúcar

-Si, me refiero a eso. ¿que has pensado?

-Umm...-miraste la taza mientras tirabas tres cubos y la agitadas.-sinceramente no pensaba en eso mucho...¿y tu?

-Yo pues si lo pensaba, y siendo sincero no quiero casarme.-bebió de su taza con calma. Para después verte.-No por ti, no vayas a sentirte insultada.

Miraste al chico sin poder decir nada nada unos segundos

-Esta bien. Yo tampoco quiero casarme aun...

-Menos mal. No queria romper tu corazón o algo, quiero seguir siendo tu amigo.-Río viendo como dejaban los platos de comida en la mesa

-Claro que no. Yo solo conocí al pequeño niño Ajax, no al adulto Childe Fatui, pero quiero ser tu amiga igual.-reíste junto con el. Para después suspirar.

-¿Y ese suspiro? No me digas que si me querías-ahora tenía un tono jugueton

-Claro que no, tontito. Más bien es porque tendré que volver y otra vez ser ofrecida como esposa a algun otro Fatui.-suspiraste otra vez. No querías casarte con nadie.

-Mmm...-pensó un poco. Mientras tu veías los palillos y tratabas de tomarlos.-Eso pasará si le dices a tus padres, ¿no?

-¿mm? Si.-miraste al chico, quien te ayudo a tomar los palillos, aunque tampoco parecía bueno en esto.

-¿Y si no les cuentas?-lo miraste confundida.-Diles que nos casamos aquí, que fue tan rápido que no mandamos invitaciones. Di que te quedaras aquí, conmigo ¿que dices?

Miraste a Tartaglia unos minutos. No habías pensando en hacer eso, dar una mentira inocente a tus padres

-No había pensando en eso...quedarme aquí.

-Lo se. Soy muy listo.-dijo con orgullo.-Te ayudare a acomodarte, podrías trabajar en el banco o buscar algún trabajo.

-¿Me ayudaras? Muchas gracias, Childe

-Para eso están los amigos. Me emociona un poco que haya una vieja amiga en la ciudad, tengo con quien salir de caza. Te cuidare, soy fuerte.-dijo con orgullo

-Oye, yo también tengo una visión ¿sabes?-es verdad, tenias una visión de Pyro y solías pelear con una lanza.

-¿Así? Vaya, vaya. Tendremos que pelear un día

-Si, le voy a ganar a un Heraldo.

-¿Oh~? Que confianza. Ya lo veremos

Ambos rieron y siguieron con su charla. Quizás no habría boda, pero habías ganado algo de libertad. Es maravilloso ¿no? Y quien sabe, quizás su relación cambie mientras más se vuelvan a conocer poco a poco.

Genshin Impact| Reader One-Shotsजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें