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Toda la tarde has estado recibiendo regalos. Comenzaron pequeños como tu café y bagel favoritos en tu escritorio cuando llegaste al trabajo.
Luego estaba el telegrama cantado escandalosamente divertido con tres docenas de tulipanes, otro de tus favoritos.
Aunque este último regalo fue exagerado, el oso era enorme, más alto que tú y ocupaba todo el espacio de tu cubículo.Ya fue suficiente. Los obsequios fueron entrañables, pero pronto tus compañeros de trabajo tendrían preguntas.
Irrumpiste en la oficina de tu jefe, porque podías."Señor Kim, voy a tener que pedirle que deje de enviar esos regalos".
Woobin levantó la vista de la pantalla de su computadora. "¿Señor Kim?" Apagó su computadora, se recostó en su silla dándote toda su atención. "¿Por qué estás siendo tan formal conmigo?"
"Eres mi jefe en el trabajo, se llama etiqueta de trabajo, Sr. Kim, deberías intentarlo".
"Parecía que no te importaba la etiqueta de trabajo en la fiesta de Año Nuevo en la oficina".Tu cara se sonrojó por la respuesta y él tenía un punto que no ocultaste en toda la noche. Fue épico, explosivo, orgásmico, pero sobre todo inolvidable para los dos.
De ahí los abrumadores regalos en tu cumpleaños.. "Fue una noche, Sr. Kim, debería ser archivado y olvidado".
"¿Y si no quiero olvidar?" Él preguntó: "¿Qué pasa si quiero otra noche?"
¿Qué pasa si solo estás jugando conmigo? El pensamiento se derrumbó tiró tu cerebro. ¿Por qué alguien como Kim Woobin querría a una mujer como yo? La verdad es simple, no lo haría. Probablemente esté cansado de sus mujeres habituales y decidió quedarse en los barrios bajos por un tiempo."No puede haber otra noche, Sr. Kim" Se puso de pie, caminó alrededor de su escritorio y hacia la puerta donde estabas parada actualmente.
"¿Por que no?" Preguntó parándose tan cerca que todo lo que tenías que hacer era estirar una mano para tocarlo. Cuando no respondiste, preguntó: "¿De qué tienes miedo?"
Todo. "Nada, simplemente no creo que sea lo más inteligente que se puede hacer... otra vez"Woobin te miró en silencio evaluando tus rasgos faciales y luego maldijo por lo bajo. "Estás mintiendo y eso me molesta" Te agarró por la nuca y presionó sus labios contra los tuyos.Luchaste al principio, luchaste por escapar de su agarre, pero luego él hizo esto en el que usó la punta de su lengua para trazar el interior de tu labio inferior.
Te fundiste con él presionando tu cuerpo contra el suyo, entrelazando tu dedo en su cabello. Te presionó contra la pared, atrapándote antes de separar sus labios de los tuyos."Me mentiste" gruñó mordiendo tu oreja "Maldita sea, dime por qué no quieres esto?" Usó la parte plana de su lengua y la pasó por tu cuello antes de chuparla suavemente y arrancarte un gemido de la garganta."¿Por qué no nos quieres?"Su última pregunta te hizo detenerte. Empujaste su pecho, él te dio espacio en consecuencia.
"¿ésto?" Preguntas desconcertada, pasándote las manos por el cabello.
"Estoy tan confundida, tú estás confundido". Lo señalaste.
"¿Cómo soy yo el confundido?" Woobin se apoyó en su escritorio. "Un minuto dices que no deberíamos vernos de nuevo, luego, tan pronto como te toco..."
No tuvo que terminar su pensamiento porque ya lo sabías. Explotaste, todo lo que Kim Woobin tuvo que hacer fue encender un fósforo y BOOM.
"Porque" dijiste exasperada "Tú eres tú y yo soy yo, somos como el aceite y el agua".Más bien líquido para encendedores y cerillos.
"Cariño, estás poniendo excusas".
"No lo estoy" protestaste pisando fuerte. "y no me llames cariño".Woobin se rió de tu rabieta, eras tan linda allí de pie con el puño cerrado en pantalones de trabajo negros y tu camisa azul desaliñada. Ni siquiera notabas que todos sus botones superiores estaban desabrochados. Se tragó otra risa
"ven aquí". te tendió una mano para que la tomaras, cuando no tomaste su mano ofrecida, frunció el ceño. "Ven aquí o iré a ti de nuevo"No sabías si podrías tomar otra sesión de besos, así que avanzaste hacia él con cuidado. Colocando tu mano en la suya, te atrajo hacia sus piernas separadas y envolvió sus brazos alrededor de tu cintura. te abrazó así en silencio durante unos minutos.
"Te quiero exclusivamente a ti" Woobin habló en voz baja. "Pensé que si te colmaba de regalos me querrías de vuelta".
Suspiraste apoyando tu cabeza en su pecho. Tomaste una respiración profunda inhalando su olor. Era hora de ponerte los pantalones de niña grande."Te quiero Woobin" Su primer nombre no sonaba familiar porque nunca lo habías llamado así, excepto esa noche. "Pero tengo un poco de miedo de estar contigo, de que me vean contigo".
Esta vez, Woobin respiró hondo preparándose para el rechazo. "¿Por qué?" Se sintió obligado a preguntar.Dios
"Woobin", te encantava decir su nombre. "Eres este gran CEO y yo soy tu empleada. No tienes nada que perder mientras que yo podría perderlo todo, incluido mi corazón".
Woobin dejó escapar un suspiro de alivio, no lo estabas rechazando... todavía. "Te vendes a ti misma, nena". Besó tus labios suavemente y luego tu frente. Él apoyó su barbilla en tu cabeza "¿Podemos empezar despacio?"
"Me gustaría eso." respondiste.
"Déjame invitarte a cenar esta noche" levantó tu barbilla con el pulgar.Mirándote a los ojos esperó tu respuesta.
"Este es, con mucho, el regalo más razonable que me ha ofrecido hoy".
"¿Así que es una cita?"
"Definitivamente." Presionaste tus labios contra los suyos con una sonrisa.
