Capítulo 4

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18 años atrás

Jung EunYeong siempre tuvo la noción de que era lo que quería, sus padres adelantados a su época la apoyaron en todas sus decisiones e incluso le habían dado un puesto importante en la empresa familiar, con lo que no contaba es que todo aquello que le habían dado iba a tener un precio. Sus padres querían formalizar un matrimonio, aún sus padres tuvieran una mente más abierta eso no dejaba atrás que les importará el ojo público, y tener a su hija soltera era algo que iba en boca de todos.

EunYeong renuncio al puesto que tenía, se prometió ir desde cero, sus padres no la dejaron de apoyar pero ya no era lo mismo el corazón de Eun yeong estaba herido nunca pensó que sus padres estuvieran dispuestos a ponerla en esa situación.

Eun yeong, heroina de la caridad, su nombre acertaba con su sueño ella quería que todos tuvieran un sueño y un futuro, trabajó en comedores comunitarios, en refugios, en asilos, pero dónde más se sentía plena eran trabajar en un ambiente con niños. Fue ahí donde comenzó su empresa, una pequeña fundación para dar una educación apropiada para niñas y niños en casas hogares.

Los cambios que le darían a su vida otro sentido en el futuro se dieron cuando tomo su último trabajo en un jardín de niños, dónde conocio a Kim Jiyu con la que compartio muchas ideas, pensamientos y sentimientos, sin embargo le dió otra vuelta cuando Eunyeong renuncio, ya que su fundación iba en crecimiento, lo que ocasionó que perdiera contacto con Jiyu. Eun estaba sola y eso lo sabía, pero no estaba al tanto de que la soledad la estaba dejando vacía de que no había nadie con quien compartir su felicidad y es que el trabajo la absorbía que ella prefería enterrar esos pensamientos aunque le dolieran.

Cuando su fundación estaba por iniciar, visitó una de las casas que formaría parte del programa, ese día todos los pequeños estaban en el jardín jugando, Eunyeong recuerda ese día el clima era agradable, sus oídos se llenaban de risas, observo a cada uno de ellos, eran esos momentos cuando se decidía que todo sacrificio valía la pena. Se sentó en un banco sin quitar la vista del llano lleno de risas, cuando sus oídos captaron un tarareo provenía de un pequeño que movia sus pies al ritmo del tarareo tenía una flor en el cabello y al igual que ella admiraba a todos jugando

—¿no quieres ir a jugar?

el pequeño negó

—el clima es muy bueno me gusta más mirar cuando el día está así, me hace sentir menos solo - le dijo el pequeño mientras le sonría

Fue cuando Eunyeong supo lo que ella quería lo tuvo siempre delante de ella, quería un hijo.

La adopción en Corea puede llegar a ser cansado y abrumador sobretodo cuando eres una mujer soltera, pero gracias a su fundación el proceso se hizo más corto, y fue cuando Jung Eun yeong adopto al pequeño Jung Hoseok de 4 años. Sin duda en la vida de Eun yeong ya no había soledad todos los días su corazón era endulzado con la simple existencia de su hijo.

22:06 horas

Antes de que Hoseok pudiera saludar a su mamá, ella comenzó a hablar.

¿dónde estás? - dijo un tanto molesta

—estoy a punto de tomar un café con un amigo ¿porque estás tan alterada?

dejaste a Jungkook solo ir a un festival con personas que apenas conoce, eres el mayor deberías estar con el

—Jungkook se puede cuidar muy bien solo, ha estado temporadas solo aquí, además yo conozco a la mayoría de personas que están con el nada malo le pasará - Hoseok se empezaba a sentir frustrado

lo mejor sería si fueras donde el y lo acompañes

la voz de su mamá se empezaba a elevar y comenzaba a enojarse y fue donde la discusión inició, su madre se sentía en la necesidad de cuidar de Jungkook que quiso seguir a su hermano, se sintió responsable de que se alejara de su madre Jiyu aunque ella no le decía nada sabía hubiera preferido tener a su hijo a su lado. Eunyeong tenía miedo de que eso afectara su relación y que Jiyu se volviera alejar, con su hijo lejos volvería a la soledad, a la que ahora le tenía miedo.

Por eso ahora estaba EunYeong gritándole a su hijo sin tener en cuenta que cualquier palabra sin cuidado lo podría lastimar sin más

deberias ser mejor hijo y regresar a Corea junto con tu hermano

—y tu deberías dejar de pensar qué podemos llenar tu vacío

silencio, ambos sentian las lágrimas bajar, sabían el daño que habían causado.

—el estará bien mamá, me están esperando— corto la línea.

se agachó para poder abrazarse a si mismo y calmarse antes de entrar dónde Jimin, sollozo un poco las discusiones con su madre no habían Sido dolorosas hasta ahora, tomo aire y se reincorporo. Entro al lugar buscando a Jimin, no lo veía por ninguna parte.

—no ha visto a un chico de pelo rubio—pregunto a un empleado

—se fue hace unos diez minutos

¡¿hace diez minutos?! pensó Hoseok, no se dió cuenta del tiempo que paso peleando con su madre y el tiempo que le tomo tranquilizarse

—gracias— dijo al empleado

Salió del lugar, no sabía que hacer, no sabía el número de Jimin, los busco en la calle pero está estaba desierta, se sentía mal no quería que pensara que lo había dejado plantado, ahora se sentía una terrible persona. Regreso en sus pasos hacia la estación de metro donde conoció a Jimin.

~

Llevaba esperando en la cafetería por más de 30 minutos, y se había empezado a preocupar

¿estará bien? pensaba Jimin, hasta que decidió asomarse, no había nadie, ¿me abandono?. Salió del lugar caminado en sentido contrario de dónde habían llegado hacia la estación más cercana de metro, de lo que Jimin no se había percatado era del joven hecho ovillo sollozando en el callejón.

Jimin caminaba apresurado estaba enojado de que lo hayan abandonado estaba maldiciendo hacia sus adentros, el debería de estar en casa hace horas, hasta que salieron las lágrimas

—¿porque estoy llorando? —dijo para sí - a penas lo conocí no debería porque importarme, ese idiota no tuvo la decencia de avisarme.

bajo los escalones del subterráneo, y mientras esperaba, sin darse cuenta empezó a sollozar, en el corazón de Jimin había crecido un sentimiento hacia el pelinegro que conocio hace unas horas, la comodidad que tenía con el era especial, ahora tenía el corazón herido

—no tengo ni siquiera su número para gritarle— su llanto se vio envuelto de una risa de ironía.

El metro no tardó en llegar, Jimin se puso sus audífonos volviendo a su vida como si nunca se hubiera cruzado con aquel pelinegro.

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NIGHT YORK⊰⊹ฺ [HOPEMIN] .。terminada sin editar*♡Where stories live. Discover now