𝐌𝐢𝐫𝐫𝐨𝐫𝐛𝐚𝐥𝐥; Steve Harrington ❥︎ Stranger Things

|S2| CHAPTER NINE - parte 2

Tessa agarró una tabla de madera para picar y se la pegó en la cabeza, apartándolo de Steve, pero llamando su atención.

— ¡Dejalo en paz! —exclamó, intentando ocultar lo mucho que la asustaba.

Billy, con su metro ochenta, se hizo ante Tessa.

— Qué atrevida, pompones —dijo amenazante, acercándose a ella, pero Max había aprovechado para escurrirse y agarrar una de las jeringas llenas, de las cuales habían utilizado para dormir a Will.

Billy no tocó a Tessa y a nadie más porque Max se la clavó y vació en el cuello. Después de vacilar con sus pasos, cayó al suelo, quejándose.

— ¿Qué hiciste, imbécil?

Max agarró el bate de Steve y lo amenazó.

— Desde ahora, nos dejarás en paz a mí y a mis amigos ¿Entiendes?

— Vete a la mierda.

Max pegó el bate en el suelo, entre sus piernas, muy cerca de aquel punto tan sensible.

— ¡Dilo! ¡Di que lo entiendes! —le gritó, volviendo a agarrar el bate, tomando distancia.

— Si —dijo sin fuerzas, a punto de dormirse—. Entiendo.

Max dejó caer el bate a un lado y le revisó los bolsillos del pantalón, sacándole las llaves del Camaro.

— Vámonos de aquí —dijo, y luego miró a Tessa, que estaba arrodillada junto a Steve, en el suelo, intentando despertarlo— ¿Te quedas con él?

— No si me ayudan a subirlo al coche.

— Buscaré el kit de emergencias —avisó Dustin, corriendo al baño antes de irse.

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Si se detenían a pensarlo por un solo segundo, no era racional que fuera Max la que conducía, y con Lucas de copiloto. Pero en tiempo así, no cabía lugar para la lógica, y Steve seguía inconsciente; con curitas de dibujitos y colores pegadas en su cara ensangrentada que Tessa iba poniéndole a medida que limpiaba las heridas. En la parte trasera, además de Tessa, iban Dustin, que la ayudaba, y Mike cargando las latas de gasolina; Steve estaba recostado sobre ellos tres a lo largo, con la cabella con las piernas de Tessa.

Comenzó a abrir los ojos de a poco, quejándose y balbuceando cosas inentendibles, mirando con confusión lo que pasaba a su alrededor.

— ¿Nancy? —preguntó muy clarito, y luego gritó. Tessa había apretado un poco fuerte el algodón y bastante alcohol se había escurrido en la herida. Lo miraron, incluso Max, sacando sus ojos del camino.

Steve gimió nuevamente, levantando su mano e intentando llevársela a la cara.

—No, no te toques —murmuró Tessa, pegando otra curita, la miró a ella y luego a Dustin, que metió su cabeza en medio.

—Peleaste bien, te hizo puré, pero peleaste bien.

— Debes seguir derecho por unos ochocientos metros —indicó Lucas.

— ¿Qué sucede? —preguntó Steve, asimilando lo que estaba pasando, quitándose la bolsa de hielo de la cabeza— ¡Dios mío! —gritó mirando fijo a Max.

— Relájate.

— Sí, ha conducido antes.

— En un estacionamiento.

— Eso cuenta.

Steve repetía maldiciones, aterrorizado mientras parecía que Max aceleraba.

—... y Tessa sabía menos que ella —seguía explicando Dustin.