|S2| CHAPTER SIX

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THE SPY

Un día nuevo. Otro domingo haciendo doble turno en el Palace Arcade.

Los ojos se le cerraban solos, en cualquier momento caería dormida sobre el mostrador, y Keith hablándole emocionadamente de Star Wars no estaba ayudándole mucho a su situación. La noche anterior, hubo pijamada en casa de Anna Jacobi, todas las animadoras habían asistido y por supuesto que no habían dormido al tener tantas cosas de las que hablar y cotillear, sin contar de que debían comenzar a organizar el baile próximo. Y aunque no se había podido lavar el cabello, éste estaba intacto gracias al fijador que solía salvarla cada día, no podía esperar más el momento de irse a casa de una vez por todas. Incluso llevaba la misma ropa del día anterior. El lugar estaba lleno, y los otros empleados iban de acá para allá, siendo tironeados por pequeños chillones que trababan las máquinas. Tessa agradecía su puesto de trabajo, en el que no mantenía contacto con ninguna persona.

Escrutadora, desde la puerta, Max Mayfield la observaba. Hasta que decidió acercarse.

— Tú y yo. ¿Podemos hablar? —preguntó.

Tessa sonrió inquieta, sin mostrar sus dientes y pestañeando reiteradas veces, asintiendo. Keith, captando la indirecta algo directa, levantó ambas manos y se alejó de ellas, caminando hacia atrás sin dejar de mirarlas hasta que se perdió en una esquina.

— Ayer. ¿Por qué cubriste a Lucas? —soltó de repente, con un tono de voz hosco y la misma mueca de análisis en el rostro.

Tessa tomó aire por la nariz, lentamente, manteniéndole la mirada para no levantar sospechas mientras pensaba alguna evasiva. Pero Max, aunque era algunos años menor, la ponía más nerviosa de lo que esperaba de alguien de su edad y estaba claro que no iba a creerse cualquier cosa. 

Se rascó la frente, entrecerrando los ojos, mientras balbuceaba:

— Bueno... es amigo de mi hermano y...

Lucas entró de repente, exaltado, buscándola. Salvando a Tessa, o eso creyó ella.

— Tengo pruebas —afirmó—. Pero tenemos que apurarnos.

— ¿Qué tipo de prueba? —preguntó Max, incrédula, virando los ojos.

Lucas tomó aire, dubitativo, mirando a Tessa que estaba observándolo intensamente con sus ojos grandes y redondos.

— ¿Recuerdas la mascota de Dustin? —preguntó, cerrando sus ojos con fuerza, sabiendo que además de a Max, estaría metiendo a Tessa en medio. Max asintió— Escapó, y ahora está buscándola, ¿tengo que explicarte qué rayos era la mascota viscosa de Dustin?

— ¿Dustin está qué A SU QUÉ? —chilló la hermana mayor.

— Tenemos que irnos de inmediato —agregó.

Tessa, a escondidas de Keith y dejando a otro empelado a cargo de su puesto -con la excusa que había problemas en su casa- agarró su mochila y corrió detrás de Lucas y Max. Max subió en la parte trasera de la bicicleta de Lucas, él tomaba el manubrio y comenzaba a pedalear, mientras que Tessa terminaba de atarse los cordones de los patines y se paraba, alcanzándolos y pudiendo seguirles el ritmo. Ya sabía que no llegaría a casa temprano.

  <<¿Llegaría a casa?>> Se preguntó entre escalofríos.

Lucas las condujo hasta la chatarrería; un descampado lleno de partes de coches viejas y oxidadas, e incluso algunos vehículos completos, pero de semejante condición. Dustin ya se encontraba allí, tampoco estaba solo. Steve Harrington lo había acompañado.

𝐌𝐢𝐫𝐫𝐨𝐫𝐛𝐚𝐥𝐥; Steve Harrington ❥︎ Stranger ThingsWhere stories live. Discover now