|S2| CHAPTER NINE - parte 1

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The Gate

Mike y Eleven, sollozando, se abrazaban. El resto del grupo los observaba con sorpresa, pero también complacidos de que hubiera aparecido en el momento justo.

— Nunca me di por vencido —le dijo Mike—. Te llamé cada noche. Cada noche por...

— Trescientos cincuenta y tres días —finalizó ella, abriendo una puerta a todas las preguntas y sospechas que podían ocurrírsele a Mike.

Aunque, pronto, Hopper las respondió todas.

— ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estabas?

— ¿Dónde estabas tú? —rebatió Eleven, abrazándolo con fuerza.

— La tenías escondida —rugió Mike, enfureciéndose—. ¡La tuvo escondida todo este tiempo! —lo empujó y Hopper se dio vuelta, todos hicieron silencio pensando en que le daría una bofetada. Pero eso no pasó.

— Ven conmigo. Conversemos a solas —propuso entre dientes, severo, tirando ya de su brazo hacia una de las habitaciones. Dejándole vía libre a los demás para que le dieran la bienvenida a Eleven; Max, Steve y Tessa hasta ese momento solo habían escuchado sobre ella.

— Soy Max —se presentó—. He oído mucho sobre ti.

Eleven la miró por un segundo, manteniéndose inexpresiva, ignoró la mano que Max le ofrecía y pasó de largo para abrazar a Joyce. Fue realmente incómodo y extraño, supuestamente, Eleven era muy agradable. Lucas y Dustin no comentaron nada sobre aquella mala actitud, todavía avergonzada, Max, giró la cabeza por encima de su hombro, encontrando apoyo en las muecas que le hicieron Steve y Tessa con sus cejas. Decidió entonces que aquel sería su lugar ahora que Eleven había vuelto, se quedaría entre Steve y Tessa para no sentirse como una intrusa.

Después de una no tan larga conversación, los planes y estrategias volvieron al juego; Eleven podría destruir el portal, según ella, pero Hopper se oponía completamente. Ya que, aparentemente, ahora él era una especie de tutor de la niña. O quizás más: un padre. No obstante, Hopper, ya se había resistido a cada plan propuesto con anterioridad. Sabrían cómo manejarlo entonces.

— Si El cierra el portal y mata al ejército del Mind Flayer...

— Will es parte de ese ejército.

— Si cerramos el portal, lo matamos.

— Le gusta el frío —comentó Joyce, pensativa.

— ¿Qué?

— Es lo que me repetía Will. Le gusta el frío.

— Si es un virus, y Will es el huésped...

— Volvemos inhabilitable al huésped.

— Así que si le gusta el frío...

— Lo echamos con calor.

(...)

Steve y Nancy, mientras buscaban herramientas en el patio trasero, hablaban. Hablaban muy de cerca y se miraban a los ojos. Habría que ser ciego para no darse cuenta cuánto él la quería. Los ojos de Steve brillaban más que la luna llena sobre sus cabezas. Y Tessa no era ciega, para nada. Ajena a las indicaciones que estaba dando Hopper, ella los observaba desde la ventana. Estaba confundida, llevaba un año, o más, viendo a Steve y Nancy juntos por qué ahora se sentía tan... ¿enojada?, ¿triste? Ni siquiera sabía muy bien qué era lo que sentía, pero estaba segura de que no era nada lindo. Ahogada por las emociones que se le atravesaban por el pecho y subían a su garganta, Tessa, las dejó salir en forma de suspiro.

Escuchó un carraspeó a su lado que la devolvió a la cocina de la casa. Era Dustin.

— ¿Me ayudas a levantar al demodogo? Quiero meterlo en el refrigerador.

𝐌𝐢𝐫𝐫𝐨𝐫𝐛𝐚𝐥𝐥; Steve Harrington ❥︎ Stranger ThingsWhere stories live. Discover now