Desde finales del verano que Tessa Henderson había comenzado a trabajar en el Palace Arcade los fines de semana, cuando el lugar se llena y hay mucha más demanda. La prueba de Keith, el manager, fue fácil para ella. Llevaba años escuchando a Dustin hablar de videojuegos, entonces al momento de la entrevista, supo exactamente qué contestar para darle en el clavo. ''Tres videojuegos. Ya''.
Ese domingo de otoño, a las seis y media de la tarde, cuando fuera ya estaba oscuro, Tessa se encontró con la sonrisa tímida de Will Byers al otro lado del mostrador.
— Hola.
— Hey. Dustin aún no ha llegado —se adelantó.
Will asintió.
— Lo sé, pero... quería preguntarte algo.
— ¿Él te envía? —levantó una ceja— Dile que ya no les daré más fiado. Luego no me lo pagan y me lo descuentan del sueldo.
Negó.
— No era eso.
— Oh... ¿qué ocurre?
— Quería saber si... si también acompañarás a Dustin en Halloween o es que mi madre está obligando a Jonathan a hacerlo por mí. Por lo que pasó —dijo cabizbajo. Tessa tragó saliva, abrió la boca, pero no contestó, su corazón estaba estrujándosele muy fuerte en el pecho.
— Yo... Eh... Sí, por supuesto que los acompañaré. De hecho, Jonathan y yo iremos a una fiesta luego. Él me llevará, ya lo habíamos organizado.
— Bien. Gracias... —la puerta se abrió, dejando ver a Mike, Lucas y Dustin. Will miró sonriente a Tessa, parándose de puntillas para confesarle: — Dustin enviará a Lucas a pedirte fichas, mi turno es mañana.
Tessa apretó los labios, asintiendo con agradecimiento, mientras Will corría a saludar a sus tres amigos, que no perdieron un segundo en mirar fijo y amenazantes a la hermana mayor de Dustin. «Fichas, fichas, fichas».
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— ¡No! ¡No, odio esta porquería! ¡Maldición, que juego de mierda! —gritó Dustin al perder.
— ¡No golpeen las maquinas! —regañó Keith, que pasaba por ahí, supervisando, y luego se paró junto a ellos, burlándose porque habían perdido y también comentándoles que alguien más había obtenido un récord en Dig Dug.
Los cuatro, incrédulos, corrieron a aquella máquina de juegos, seguidos por Keith que mantenía la sonrisa burlona puesta en su rostro incluso al masticar los snacks de queso que estaba comiéndose directo de la bolsa. Tessa los observó, estirando su goma de mascar y virando los ojos para volver a su conversación con un tal James, que había llevado a su hermanita y a las amigas, pero Tessa había resultado más interesante que verlas fallar en el Pump-It-Up.
•llɐqɹoɹɹıW•
El lunes en la mañana, a su pesar, tenía que ir a la escuela. Se encontró con sus amigas en el estacionamiento, todas ellas hablaban de su fin de semana y las más cercanas a Tessa le habían echado en cara que se había alejado. Ella no tenía mucho para decirles, pues trabajaba los viernes por la tarde, sábados y domingos. Solo las veía entre semana.
Un chirrido de ruedas las hizo callar para prestarle atención al coche de color azul, dueño de tan estruendoso y molesto sonido. Dos personas bajaron de este: una niña de cabellos rojos, que se alejó rodando en un skate, que Tessa reconoció del Arcade, y un chico aproximadamente de su edad, o un año más grande, ambos totalmente desconocidos para las chicas.
— ¿Quién es ese? —preguntó Nicole, babeándose.
— No tengo idea —le respondió Tina sin pestañear, el resto de las chicas giraron sus cabezas, entre ellas estaban Carol, Chrissy, Tessa y parte de las animadoras, todas admirando el par de pantalones que llevaban al chico nuevo directo a la escuela.
— Fíjense en ese trasero.
— Miren como se jacta de él...
Tessa se abanicó la cara con ambas manos, riéndose junto a ellas. Sí que era todo un adonis con su cabello rubio y largo. No tardaron un segundo en entrar a la escuela, como si quisieran alcanzar esa gran nota... Sin embargo, lo habían perdido de vista, entonces no les quedó más que quedarse en el pasillo, hablando de la fiesta de Halloween que daría Steve Harrington el viernes.
— ¿Vendrás, cierto? —le preguntó Chrissy a Tessa, mientras entraban al salón de biología.
— Sí, obvio, el Arcade estará cerrado luego de las seis... Aunque debo hacer algo primero —agregó notando a Jonathan Byers, que la miraba con seriedad mientras se acercaba. Se sentó junto a ella y preguntó sobre el viernes, sobre lo que ella le dijo a Will.
— ¿Y qué con la fiesta? —susurró con tedio.
Ella subió los hombros, apretando los labios y sacando sus ojos de los suyos, algo incomoda.
— No lo sé, quería que fuera más creíble, Jon —le explicó—. No tienes que ir. Solo sentí...
— ¿Lastima por Will?
— ¿Sí? —respondió sincera, aunque insegura— Todos irán a la fiesta, incluso Nancy.
— Lo sé. Es su novia.
— Lo sé —sonrió divertida—. Mira, no tienes que venir, pero si vienes y te interesa, iremos de Archie Comics. Ya vi la invitación en tu bolsillo.
Jonathan le lanzó una mirada de reproche, mientras ella se reía, señalando el papel naranja que habían estado repartiendo a exclusivas personas, lo que a Tessa le dejaba en evidencia que Jonathan Byers había sido invitado por Nancy Wheeler, por quien -sin dudas- sentía algo.
— Y de todas formas, luego de ir a pedir dulces con ellos, tienes que llevarme, así que... —volvió a hacer un movimiento de hombros y cabeza, dejando así por finalizada su oración. Giró su cara para hablar con Nina, sin darle importancia al profesor, mientras tanto, Jonathan seguía asintiendo en un trance sin mirar a ningún lado hasta que finalmente pareció entender o digerir las palabras de Tessa y frunció el ceño con confusión.
