𝐌𝐢𝐫𝐫𝐨𝐫𝐛𝐚𝐥𝐥; Steve Harrington ❥︎ Stranger Things

|S2| CHAPTER EIGHT

𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧 𝐚𝐬 𝐁𝐞𝐭𝐭𝐲

𝐍𝐚𝐧𝐜𝐲 𝐖𝐡𝐞𝐞𝐥𝐞𝐫 𝐚𝐬 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬

𝐓𝐨𝐦𝐦𝐲 𝐇. 𝐚𝐬 𝐈𝐧𝐞𝐳

『The Mind Flayer』

El grupo volvía por las mismas vías por las cuales Steve y Dustin habían llegado. Era de noche, y muy atemorizante. Solo podían escucharse los ruidos de las hojas que iban pisando y algún grillo perdido por ahí.

— ¿Estás seguro que era Dart? —preguntó Lucas, rompiendo con el silencio. Dustin lo miró por encima de su hombro.

— Sí. Tenía la misma marca amarilla en el trasero —respondió como si fuera lo más normal. Tessa lo miró aterrada, aferrándose a las tiras de su mochila, que con cada paso parecía estar más pesada.

— Pero hace dos días era diminuto —dijo Max, sorprendida.

— Ya pasó por tres mudas.

— ¿Modas?

— Mudas —corrigió a Steve, encogiéndose de hombros, sin poder olvidar el momento en el que la bajo del autobús. Poniéndose colorada con una simple mirada o palabra cruzada desde entonces.

— Como el gusano del tabaco —agregó Dustin.

— ¿Cuándo volverá a mudar? —hizo comillas, hablando con preocupación.

— Pronto, seguramente. Y habrá alcanzado la madurez. Y sus amigos también.

— Si, y comerá más que gatos —agregó Steve.

Tessa arrugó sus cejas, parando en seco, pensativa. Dustin sabía que su fin llegaría en un instante, miró a Steve, intensamente, negando sin pestañear para que dejara de hablar.

Todos habían dejado de caminar.

— ¿UN GATO? —chilló Tessa, dándole lugar a Dustin para que se explique. Para que explique que se trataba de OTRO gato. Dustin no contestaba, así que le apretó el brazo con fuerza a Steve, clavándole las uñas, obligándolo a que la mire a la cara y lo repita. Steve asintió, inocente.

— ¿Dart se comió un gato? —preguntó Lucas, ceñudo.

Comenzaba a molestarse con Dustin.

— No, ¿qué? No... —balbuceó.

Steve, confundido, embarró más a Dustin.

— ¿Qué? ¿No me dijiste que se comió a Mews?

Tessa soltó una exclamación, mezclada con un sollozo y suspiro.

— ¿Quién es Mews? —preguntó Max.

— El gato de Dustin.

— ¡Steve! —le gritó.

— Es mi gato —llorisqueó Tessa, fregándose bajo los ojos.

Steve le lanzó una mirada apenada, abrió la boca para decirle que lo sentía, mientras estiraba uno de sus brazos para apoyarlo en el suyo, pero Lucas gritó, enfadado, captándole la atención.

— ¡Lo sabía! ¡Lo tenías escondido!

— Fue porque me extrañaba. Por eso volvió a casa.

— ¡Mentira!

— No sabía que era un demogorgon.

— ¿Lo reconoces?

— ¿A quién le importa? Vámonos de aquí —chilló Max, señalando al bosque, un poco enojada con ellos, pero acercándose a Tessa, que era un mar de lágrimas por su preciado gato.