En el punto de mira

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Eric se despertó bien temprano, pero sin cansancio, tenía la cabeza apoyada en el hombro de Sebastian, que seguía durmiendo tranquilamente. 

Pocas veces, por no decir ninguna, lo había visto tan relajado. Siempre parecía estar alerta. Y recapitulando lo que estaban viviendo, no le extrañaba: intento de asesinato, matones a sueldo, pelea contra una mafia, un asesino en serie suelto y un incendio... y lo que les quedaría para llegar al final de este asunto. Si es que llegaban, pensó

Salió de la cama con cuidado para no despertarlo y se cambió de ropa en su chamuscado cuarto. Llegó a la cocina, se preparó un café rápido, cogió las llaves y en varios viajes sacó las 10 bolsas de cenizas. Fue trabajo duro, pero al menos ahora la cocina parecía habitable.

El siguiente problema eran los sofás medio calcinados. Eran solo de una plaza, ¿pero podría él solo? Decidió intentarlo.

Iba ya por la mitad de la escalera cuando se topó con una conocida inesperada

-¡Vaya, Melisa! No esperaba verte por aquí

-¡Eric! Hoy en el Marfil he escuchado que se había quemado un piso en este edificio. Y como suponía, ha sido el vuestro, ¿No?

-Intentaron destruir pruebas de este último caso, un incendio calculado para que pueda pasar por accidental. Pero los vecinos dieron la alarma antes de lo que se esperaban y no ha ardido todo.

-¿Estáis los dos bien, no? Si quieres te ayudo con esto del sofá-dijo rodeando la otra parte con los brazos

-Gracias, entre los dos será más fácil. Aún queda el otro arriba. Los dos estamos ilesos pero con la tontería nos hemos quedado sin salón y se ha quemado parte de mi habitación. Anoche nos quedamos hasta las tantas intentando barrer toda la ceniza. Seb sigue dormido en la cama, está hecho polvo

-Mira, yo voy a intentar hacer lo que pueda. Sé de alguien que nos puede encantada traer un par de sofás. En media hora como mucho los tenemos aquí

-Que eficiencia

-La señora Duvois de la mueblería, Seb la ayudó en un caso de tráfico de droga en el que acusaban a su marido. ¡Le está muy agradecida!

-Oh, me alegro que consiguiera que lo dejasen en libertad

-Oh, no me malinterpretes. ¡Seb se aseguró que le cayera cadena perpetua! Ese señor era un maltratador.

Bajaron los dos sofás y el camión ya estaba en la puerta.

-¡Qué rápido!

Un hombre y dos mujeres jóvenes descargaron los dos sofás exactamente iguales a los anteriores y se llevaron los equivalentes chamuscados

-¡Fer y Lali, dadle las gracias a vuestra madre de parte nuestra!

-Quédate aquí, vigilando el otro, primero yo subo este

Eric subió sin demasiados problemas el primer sillón y lo dejó en su sitio.

Entre él y Mel subieron el otro en muy poco tiempo.

-¡Vaya, hemos tardado menos de lo que pensaba!

-No son ni las diez, me debería volver al Marfil, que tengo que servir desayunos

-¡Muchas gracias por todo, Mel! De verdad, nos has sacado de un follón

-No es nada, después de lo que hicisteis aquella noche por mí...

-¡Sabías que estábamos allí!

-Pues claro, noté como me seguíais. Era la única razón que tenía para mantener la calma. Todavía tengo miedo

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⏰ Last updated: Dec 10, 2022 ⏰

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