— No, no puede... no será así — musitó negando y aunque se mantuvo firme algunas lágrimas ya bajaban por sus mejillas. Minjeong negó para si misma al verla.

— No quiero verte cerca de Minjeong otra vez — ignoró el comentario de su ex mientras le miraba mal. Aferró a Minjeong más a él pasando de largo por Yuna y su grupo, alejándose por completo.

— No tenías porque amenazarla, de todas formas seguirá molestándome.

— No mientras esté yo.

— ¿Se supone que eso es algo bueno?

— Mira, si quieres que deje de hacer lo que hace mejor pon de tu parte por fingir que eres una buena novia conmigo.

— ¿Tengo opción?

— Yo no las doy — se detuvo cuando ambos ya estaban en la puerta de su aula. — Vendré por ti en el almuerzo.

— Pero yo...

— Minjeong no empieces, no te estoy preguntando, ahora entra.

— Tú no me das órdenes — cruzó los brazos mirándole seria. Haechan soltó una risita y acercó su rostro al suyo.

— Pues soy tu novio y tienes que hacer lo que te digo, si o si.

— Qué tóxico — murmuró rodeando los ojos y se adentró a su clase.

(...)

— Te toca — pidió Yangyang a Jeno, quién tenía los labios fruncidos mientras escogía una carta de póker para el chino. Por fin sacó una y Yangyang sonrío dejando a la vista su combinación. Los demás miraron a sus cartas perplejos y Jeno frunció el ceño apuntando a la combinación del chino quién ya sonreía alegremente.

— ¿Pero que...

— Gané.

— Cómo siempre — Haechan dejó su manojo de cartas sobre la mesa, quejándose.

— Eres un tramposo — le acusó Jaemin.

— Se llama suerte.

— Si eso le llamas a ganar siete veces seguidas — respondió Jeno fingiendo una sonrisa.

— ¿Quieres jugar, Minjeong? — le propuso Yangyang al verla con la cabeza recostada sobre los brazos y estos en la mesa.

— No.

— Vamos, se nota que estás muy aburrida — animó Jaemin.

— Estando con ustedes y fingir con Haechan lo es más.

— ¿Ya estás aburrida? — río con gracia — Sólo ha pasado una semana, no puedes estar hablando enserio.

— Otras chicas en tu lugar les gustaría pasar más de una semana con Haechan — aclaró Jeno apuntando el dedo índice hacia arriba.

— Otras, yo no.

— Por lo visto lo amargada no se te ha quitado — dijo Yangyang.

— Ni. – contestó Haechan con obviedad, mientras que Minjeong negó y volvió a acostar la cabeza — De todas formas recuerda que no tienes opción.

— Cómo sea — se levantó de la banca dejando a Haechan confundido.

— ¿A dónde vas?

— Tengo que hacer algo.

— Te quiero aquí en cin-

— ¡No eres mi padre! — le gritó desde lejos sin seguir caminando

— Aparte de amargada, contestona — Yangyang se rió por debajo.

𝖫𝖾𝗍'𝗌 𝖯𝗅𝖺𝗒 ➸ 𝖧𝖺𝖾𝖼𝗁𝖺𝗇Where stories live. Discover now