Capitulo 19:

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Narra Roberta:
Me sentía traicionada de una manera inexplicablemente dolorosa. Era como si de repente toda la imagen buena y pura que tenía de Diego, desapareciera para ser reemplazada por una de un mentiroso oportunista.
Me sentía enferma de solo pensar que me estaba usando. No queria ni siquiera pensarlo.

Aún guíada por un impulso incontrolable, caminé hacia la puerta trasera de la casa, para ir al cuarto de servicio, que estaba al fondo de la casa. Quería partirle su linda cara de un cachetazo, pero antes de eso, iba a pedir mil y una explicaciones.
Le creía a Nora ciegamente, ella me conocía desde que era un feto en la panza de mi mamá, ella simplemente no me mentiría.En cambio él.. mierda, yo no sabía nada de él.
Golpeé la puerta incontables veces aguantando las lágrimas que se estaban amontonando en mis ojos. Pocos segundos después, él abrió la puerta con cara de confusión y cuando me vió, su confusión aumentó.

Diego: ¿Estás bien? ¿Por qué golpeaste tanto?
Roberta: ¿Hay alguien ahí dentro?
Diego: No, el chofer que se encarga de los mandados a la empresa que le hacen tus papás salió, por qué?

No le contesté, solo lo empujé tan fuerte como pude para entre otra vez. Logré hacerlo entrar porque lo agarré desprevenido. Me metí dentro de la habitación con él y cerré la puerta.

Diego: ¿Qué estás haciendo Roberta?
Roberta: Quiero que me expliques por qué jugás conmigo?
Diego: Yo no estoy jugando con vos, ¿por qué decís eso?
Roberta: Ya sé que tenés novia Diego! Por qué? Por qué me hiciste esto?
Diego: Yo no tengo novia, Roberta.
Roberta: Nora no me va a mentir!
Diego: Bueno.. no tengo... pero. si, tengo..
Roberta: Si o no! Por Dios no es tan difícil! Quiero la verdad!
Diego: Sentate que te explico.
Roberta: No me quiero sentar! quiero que me expliques, y que sea ahora.
Diego: Mi "novia" se llama Sol.
Roberta: Ah, tiene nombre de puta.
Diego: Roberta!
Roberta: ¿Qué?
Diego: En realidad no estamos juntos ahora, pero a veces nos vemos. Fue muy fuerte lo que tuvimos y bueno, algo quedó.
Roberta: (unas lágrimas rodaron por mis mejillas) Entonces.. hoy cuando dijiste que te enamoraste una sola vez..
Diego: Fue de ella.

Dí media vuelta, abrí la puerta y comencé a caminar apurada hacia la casa otra vez. Diego me tomó del brazo y me obligó a volver a mirarlo.

Diego: Pero ella forma parte de mi pasado ahora, Roberta.
Roberta: No me digas eso! Con eso no solucionás nada!
Diego: No pensé que te iba a doler tanto.
Roberta: No me molesta que te hayas enamorado de ella, me molesta la mentira. Me molesta que juegues al héroe conmigo, que me dejes besarte, que me digas que me querés, y mientras tanto la tenés a ella por si acaso.
Diego: Mal interpretaste cuando dije que la seguía viendo.
Roberta: ¿Me vas a negar que se acuestan? Aunque bueno, eso no tendría que importarme, pero.. por Dios a quién quiero engañar! Saber eso me parte en dos!
Diego: Yo no..
Roberta: Vos si, Diego. No te molestes en negarlo, si me seguís mintiendo, me vas a seguir lastimando.

Me solté de su agarre y volví a caminar hacia la casa,pero su voz otra vez me retuvo.

Diego: La sigo viendo porque salimos por mucho tiempo, y ella formó lasos muy fuertes conmigo y con mi familia. (suspiró) Mi mamá murió antes de que yo terminara con ella, así que la quería mucho como si fuera su hija. Todo lo que hacemos cuando ella viene a verme o yo voy a verla, es ir a visitar a mis papás al cementerio, Roberta, tenés que creerme.

Esa historia era triste, pero no iba a caer tan fácil. Si el mintió todo ese tiempo, ¿por qué no lo haría ahora? No lo volví a mirar, solo entré en la casa, agarré el plato de comida y subí a mi cuarto, bajo la atenta mirada de Nora, que gracias a Dios no hizo preguntas.

Realmente, yo no era nadie para ponerme celosa y hacer escenas, pero me dolía. Creo que lo que más me dolía era que yo era más chica, mas inocente, más idiota para ser exactos. ¿Y si él se aprovechó de eso? ¿Y si solo está mintiendo con eso de la historia del cementerio para hacerme volver a caer en sus brazos?
Y también que él dijera que solo se enamoró de ella.. me sentía como si no fuera nada importante en su vida.

Me tomó más o menos toda la tarde ordenar mi cabeza otra vez. Mi celular sonó y sonó como siempre, supuse que era Mia o algun amigo, pero lo ignoré por el resto de la tarde, porque simplemente no tenía ganas de sociabilizar.

Cuando el reloj marcó las cuatro y media de la tarde, alguien golpeó la puerta de mi cuarto. Pensé que podría ser Diego, pero a los pocos segundos Nora habló.

Nora: Puedo pasar? Vengo a buscar el plato de comida..
Roberta: Si, pasá.

Ella entró, y agarró el plato de comida que estaba en mi mesa de luz. Yo estaba en mi cama, medio acostado y medio sentada, con mi notebook, escuchando musica en YouTube, directamento no abrí las redes sociales, para estar sola.

Nora: Casi no comiste, Roberta.
Roberta: Las malas noticias me cierran el estómago.
Nora: Roberta.. creo que metí la pata.
Roberta: ¿Qué?

Cerré la notebook y me senté de golpe, mirándola un poco amenazadoramente. Si ella me decía "me equivoqué, no era así", estaba dispuesta a tirarme encima de ella y golpearla.

Nora: Cuando te dije lo de Diego, lo hice de una manera demasiado exagerada.
Roberta: ¿Qué querés decir?
Nora: Diego me explicó como son las cosas con esta chica que dice ser su novia. Yo no sabia toda la historia completa, solo que una vez lo escuché hablando por teléfono con ella y cuando le pregunté quién era dijo mi "novia"...
Roberta: ¿Me estás queriendo decir que Diego no mintió con respecto a sus padres y todo eso?
Nora: Diego no mintió Roberta.
Roberta: Ay soy una idiota..

Me levanté de un salto y casi tiro la notebook por el aire, pero la rescaté a tiempo y la volví a poner sobre la cama. Metí mis pies dentro de mis zapatos rápidamente, pero Nora me tomó del brazo y me frenó.

Nora: ¿De verdad lo querés, Robertq?
Roberta: Si, y mucho.
Nora: Pero.. tus padres...
Roberta: Mis padres no importan Nora!

Ella sonrió de costado y me soltó. Yo me seguía sintiendo mal, porque sentía que me había mentido de todas formas, pero quería pedirle disculpas porque lo había tratado de mentiroso sin escuchar sus motivos, y porque no lo habia escuchado ni siquiera.
Volví al cuarto de servicio, y golpeé. Esta vez tardó un poco más, y cuando abrió noté sus ojos un poco irritados.

Roberta: ¿Estabas llorando?
Diego: No.
Roberta: Puedo hablar con vos?
Diego: Si me vas a escuchar, si.
Roberta: Si, te voy a escuchar...

Se hizo a un lado y entré a la habitación por segunda vez en el día. El me miró, esperando que dijera algo.

Roberta: Diego.. me.. perdonás?
Diego: Yo no tengo nada que perdonarte.
Roberta: No te eches la culpa de todo otra vez, Diego! Yo me comporté como una idiota. Pero tenés que entenderme, me sentí terriblemente engañ... (el me interrumpió)
Diego: Si yo no te hubiera ocultado todo esto, nunca nos hubiéramos peleado.
Roberta: Pero yo no te escuché.
Diego: Bueno, ahí si es tu responsabilidad.
Roberta: Yo.. te creo.
Diego: Gracias.
Roberta: Necesito hacerte una pregunta.
Diego: Decime.
Roberta: Sé que ella y yo no nos comparamos, pero.. ¿a mi no me querés ni siquiera una pequeña parte de lo que la querías a ella?
Diego: (sonrió de costado) Ahí está mi problema.
Roberta: ¿Por qué?
Diego: Porque creo que no te quiero una pequeña parte de lo que la quise a ella, te quiero más de lo que la quise a ella...

De repente mi corazón comenzó a latir exageradamente. Se formó una sonrisa en mis labios, y me dejé llevar por el impulso de tirarme sobre él y besarlo.
El rodeó mi cintura con sus brazos, y me acorraló contra la pared, besándome.

Cuando la falta de aire, me obligó a separarme de él, apoyó su frente en la mia y me sonrió.

Roberta: ¿Me prometés que no me vas a volver a mentir con nada más?
Diego: Te lo prometo...

Sonreí, y estuve a punto de besarlo otra vez, pero empujó despacio hacia atrás y me miró directo a los ojos.

Diego: Lo que te voy a preguntar está muy mal pero..
Roberta: No importa.
Diego: ¿Querés ser mi.. novia?

Continuará...

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