Capitulo 5:

224 14 2
                                    

Narra Roberta:
Estábamos hablando tranquilos con Javier y nos pedimos unos helados. Miré hacia dónde estaba Diego, y él me estaba mirando fijamente, observando cada uno de mis movimientos.
Le hice señas con las manos de que deje de mirarme así, pero no me hizo caso.
Al final, cuando terminé mi helado, los dos (Javier y yo) nos subimos al auto, y Diego nos llevó hasta mi casa.
Ahí nos despedimos, y Javier se fue para su casa. Yo entré, y Diego entró unos diez minutos después, porque estaba guardando el auto.

Nora: ¿Se divirtió señorita?
Roberta: Si.. se puede decir que si.
Nora: Que bueno (dió media vuelta para irse, pero le hablé)
Roberta: ¿Por qué echaste así a Javier?
Nora: Bueno es que.. yo no...
Diego: (entrando) El no es muy soportable que digamos.
Roberta: A vos nadie te pidió opinión.
Diego: Pero tengo razón. Nora, vaya tranquila, yo me ocupo de Roberta..

Nora me miró como pidiéndome perdón con la mirada, y se fue. Yo me dí vuelta con cara de sorpresa y cruzada de brazos. ¿Quién se creía el para dar órdenes?

Roberta: Perdón?? ¿Qué fue eso?
Diego: Eso qué?
Roberta: Por que le dijiste a Nora que se vaya, si yo estaba hablando con ella..?
Diego: Porque la estabas haciendo sentir incómoda.
Roberta: Eso no tiene nada que ver. Acá mando yo. Vos sos solamente un empleado.
Diego: Y te olvidás de una cosa.
Roberta: ¿De qué?
Diego: Sos menor de edad. No estás en condiciones de mandoniar a nadie.
Roberta: Argh! ¿Cuándo llega mi abuela?
Diego: Su vuelo se retrasó.. parece que en España no están muy bien las cosas..
Roberta: Eso quiere decir que mi abuela va a tardar unos días en venir?
Diego: Yo diría que un mes, o más.
Roberta: ¿Qué?
Diego: Ya te dije. En España hay problemas, con los políticos y demás.
Roberta: Genial. Ni mi abuela está acá conmigo (dije sarcástica y caminé hacia la escaleras)
Diego: Roberta..
Roberta: ¿Qué? (lo miré)
Diego: No tardes mucho, Nora ya está haciendo el almuerzo.
Roberta: Por Dios, ya dejá de decirme qué hacer..

Subí las escaleras tan rápidamente como pude y entré a mi habitación. Llamé por teléfono a Mia, necesitaba hablar con ella.

Comunicación Telefónica:
Roberta: Hola Mia..
Mia: Roberta! ¿Todo bien? No fuiste hoy al cole..
Roberta: Es que mis papás se fueron de viaje otra vez, y ..
Mia: (completando mi frase) No estás de humor. Te entiendo.
Roberta: Encima me dejaron de niñera al chofer nuevo.
Mia: ¿Cuál chofer nuevo?
Roberta: Eso es lo que me molesta. Empezó a trabajar ayer, y ya tiene el poder de controlar mi vida.
Mia: Debe ser de confianza...
Roberta: No, para nada. Es un desubicado.
Mia: (rió) ¿Al menos es joven?
Roberta: Si, eso si.
Mia: Entonces no te quejes, el mio es un viejo.
Roberta: (reí) Preferiría a un viejo, son más dominables.
Mia: (rió) Tenemos que juntarnos para hacer un trabajo práctico.
Roberta: Hay cómo cambiaste de tema..
Mia: Es que me acabo de acordar.
Roberta: ¿Nosotras dos solas?
Mia: No.. con Javier, Lupita, y Paula.
Roberta: ¿Paula la misma que me hace la vida de cuadritos?
Mia: Si.
Roberta: ¿Por qué con esa?
Mia: La profesora la metió en nuestro grupo.
Roberta: Uff.. sabés que no la aguanto, y ella no me aguanta a mi..
Mia: Si bueno, pero yo no puedo hacer nada para sacarla.
Roberta: Tenés razón. Vamos a juntarnos mañana acá en mi casa, ¿si?
Mia: Segura de que el chofer te deja.. (haciendo una broma)
Roberta: Jajaja el no es nadie para prohíbirma nada.
Mia: Bueno, nos vemos mañana entonces.
Roberta: Dale.. (corté)
Fin De La Comunicación Telefónica.

Dejé el celular sobre la mesa, y a los dos segundos alguien golpeó la puerta.

Roberta: ¿Quién es?
Diego: Está la comida lista..
Roberta: No tengo hambre, gracias.
Diego: Tenés cinco minutos para bajar, o subo a buscarte.

Escuché sus pasos alejándose. Me levanté hecha una furia y dí un pequeño grito de bronca, seguido de un pataleo como todo nena rebelde que soy.
Después, abrí la puerta, y salí de mi habitación con mala cara. La comida estaba servida y Diego me estaba esperando al pie de la escalera.

Roberta: Te tomás muy en serio tu papel de garrapata, eh..
Diego: No soy una garrapata. Tenés que enteder que sos menor y yo soy el responsable de todo lo que te pase durante la ausencia de tus papás..
Roberta: Hablás como si fueras un viejo... (lo miré entrecerrando los ojos) ¿Cuántos años tenés, Bruno?
Diego: Eso no es importante.
Roberta: Vamos, qué mal podría causarte con saber eso? Nada. Solo quiero saber.
Diego: Tengo 22..
Roberta: Aah.. sos bastante joven. Lo que pasa es que tenés actitudes de viejo.
Diego: (sonrió de costado) Andá a comer que se te enfría la comida.
Roberta: Hay que insistente..

Me senté a comer, mientras lo observaba. El estaba anotando no sé qué cosa en una libreta. Era un chico muy atractivo ahora que le prestaba antención.

Continuará...

Don't Forget MeHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin