92. Good moments for bad news.

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~Harper~

Nada más dejar a Leire de vuelta al hospital, vuelo hasta casa de Jules y Mary, escuchando gritos procedentes del piso superior. Al subir las escaleras, me encuentro con Jules sosteniendo a Dylan, mientras que Mary anda con los ojos cerrados, gritando y cortando a Azazel una y otra vez con un cuchillo.

– ¡Aléjate de ellos! —Exclamo, llamando la atención de todos, lanzando al ángel caído a un lado, escuchando como una estantería cae al suelo, generando un gran estruendo.

– ¡Harper! —Grita Mary, abriendo los ojos y corriendo para abrazarme.

– Bajad, rápido. Yo me encargo de...

Siento una fuerza que me atrae intensamente a la habitación de Dylan —donde he lanzado a Azazel hace unos segundos— y salgo disparada a la cuna del bebé, la cual se parte en muchos trozos al recibir el golpe. Azazel camina lentamente hasta el pasillo, acercándose a los dos muchachos con mucho peligro.

– ¡Harper! ¿¡Estás bien!? —Mientras me levanto, Jules le entrega el bebé a Mary, posicionándose frente a ella para protegerla— ¡Maldito, ahora verás!

– ¿Ibais a alguna parte?

– ¡No! —Exclamo yo al mismo tiempo que el oscuro lanza la pregunta, formando un muro de aire entre ambos— ¡He dicho que nos vamos!

Corro hacia mis tres seres queridos, rodeándolos con los brazos al mismo tiempo que vuelo al lugar más abierto y espacioso que se me puede ocurrir en este momento. Al no controlar muy bien el vuelo en compañía, el aterrizaje no sale del todo bien, aunque Mary es capaz de proteger al bebé de la caída.

– ¿Dónde estamos? —Pregunta Jules, mirando a su alrededor.

– Este es el claro en el que Azazel dejó en coma a Jayden... Y donde mató a Serena después de que Wallace matara a mi madre biológica.

– Eso es... Bastante tétrico. —Confiesa el castaño, arrancándome una risa.

Pero Azazel aparece segundos después, tensándome de nuevo. Por suerte, en aquel lugar solo estábamos nosotros cuatro, por lo que no temía por la vida de nadie más que se pueda encontrar en el medio de nuestra pelea. Antes de que llegue hasta nosotros, le lanzo un tornado que consigue impactarle, golpeándolo contra unos árboles no muy lejos.

– ¿Sabes, Harper? Todas las personas que han sufrido, todas las que han muerto... Todo ha sido por tu culpa. ¿Podrás vivir con ello en tu conciencia?

– ¡Te odio! —Exclamo, creando un huracán que lo revuelve por todos lados.

Un Azazel ensangrentado y con el rostro amoratado aparece frente a mí, golpeándome en el estómago con su puño. Mis ojos se abren de par en par a la vez que su cuerpo se cura por sí solo. Aprovechando mi dolor, el ángel caído me golpea una vez más, lanzándome por los aires. Al caer al suelo, va a golpearme una tercera vez. Yo, escupo sangre por la boca, tratando de levantarme. Hasta que un sonido metálico chocar contra el suelo lo detiene, haciéndolo retroceder unos pasos.

Frente a mí posa una espada de empuñadura dorada y con la hoja en llamas. Al verla, mis ojos comienzan a brillar con intensidad, haciendo resonar una voz dentro de mi cabeza que me llama a tomarla entre mis manos. Thomas me ha hablado alguna vez de aquel artilugio, pero nunca pensé que vería uno con mis propios ojos. Un artilugio que aparece cuando un ser celestial está realmente en peligro.

– La espada de fuego... —Musitan Jules y Azazel al mismo tiempo— ¡Harper, cógela! —Exclama sólo Jules, esta vez.

En un rápido movimiento, cojo la espada y esquivo el golpe de Azazel, quien también quiere hacerse con ella. Jules comienza a explicarme rápidamente para qué se utiliza, pero le digo que no sé manejar una espada, por lo que decido dársela a él, sabiendo que hace años practicó esgrima.

Don't Leave Me Now (DLMG #3) [Remastered]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang