86. Good girl, bad decisions.

27 5 0
                                    

Las palabras de mi padre se repiten en mi cabeza una y otra vez «Estamos aquí porque voy a matar al asesino de tu madre, Harper. Y quiero que lo presencies para cuando el Consejo te haga testificar.». La peor parte no es escucharle hablar de asesinar a una persona, sino ese pequeño resquicio en mi corazón que quiere que lo haga. Porque, aunque me duela admitirlo, una parte de mí desea ver al asesino de mi madre con el mismo destino que sufrió ella en sus manos.

– ¿Cómo que vas a matar a Wallace, Njord? —Pregunta mi marido, consiguiendo reaccionar antes que yo— Eso va en contra de las reglas celestiales...

– No me importa. Además, míralo. Este hombre ya está condenado... Esa marca maldita lo ha convertido más en un demonio que en un humano. Lo han controlado tantas veces que ha perdido cualquier atisbo de humanidad que quedaba en él.

– Pero eso no lo convierte en un ser sobrenatural, papá... ¿De verdad quieres matarlo?

– No, voy a dejarle vivir feliz después de haber ayudado a escapar a un demonio de uno de los Infiernos más inquebrantables del Universo y haber matado a mi mujer el día de su cumpleaños... —Responde mi padre, con mi característico sarcasmo.

– Ahora sé de quién he heredado el ser sarcástica, pero, ¿hacía falta?

– ¡Pues claro que voy a matarlo, chicos! ¡Se merece morir por lo que ha hecho!

– ¿Por qué? ¿Por haber matado a Lailah? ¿Qué es esto? ¿Un «ojo por ojo, diente por diente»?

– Harper... Creo que tu padre tiene razón. —Dice Brandon, llamando mi atención— Tienes delante tuyo al hombre que mató a tu madre y puedes vengarla... No me digas que no quieres hacerlo.

– ¡Claro que quiero! —Exclamo, haciendo gritar de terror al pobre hombre, que para nada parece el hombre que vimos en el Orbe empíreo. Pero, ¿matamos al asesino de Brian? ¿Matamos a Paula por dejarse controlar por Azazel? ¿O al hombre que me atropelló hechizado por Nix, el cual me dejó en coma? No, no lo hicimos. Por eso no lo vamos a hacer ahora...

– Pero esto es diferente. —Afirma Njord, dando un paso firme hacia Wallace, haciendo que yo me ponga en medio— Harper...

– ¿Diferente? ¿En qué es diferente? Un humano mató a un dios. Y este, a una ángel. ¿Sabes en qué se diferencia? En que a ti no te importaba ese dios. Esa es la única diferencia entre Lailah y Brian. Que a ti, Brian, te era indiferente. Pero a Brandon sí le importaba. Era su mejor amigo... Y cuando tuvo al hombre que lo asesinó en sus manos, lo perdonó. No lo mató, cuando sé perfectamente que cada célula de su cuerpo se lo pedía.

– ¡Pero a mí no se me conoce por misericordia! ¡Y si ese hombre asesinó a mi mujer, es justo que sea yo quien acabe con su vida!

– ¿Justo? —Pregunto, golpeando a mi padre con un tornado, lanzándolo varios metros por el aire— ¿¡Justo!? ¡No puedes hablar de justicia cuando lo que quieres es vengarte! ¡La venganza nunca es justa porque ambos tenéis la de perder! ¡Wallace pierde la vida, pero tú perderás parte de tu alma en el proceso! ¡Te carcomerá por dentro toda la culpa y no podrás olvidar el haberle quitado la vida! ¡Eso nunca podrá ser justicia!

– ¡Me da igual lo que pienses! ¡Voy a matarlo y punto! —Njord me devuelve el tornado, el cual deshago fácilmente con otro por mi parte.

– ¿De verdad crees que merece morir? ¿De verdad crees que matándolo vas a solucionar algo? ¿Que vas a mágicamente devolver a la vida a Lailah?

– ¡Sí, Harper! ¡Sí lo creo! ¡Excepto porque sé que mi mujer ya no puede volver a la vida!

– Ya veo... Pues entonces, adelante. —Digo, usando la psicología inversa. Sé que en realidad no quiere hacerlo, así que voy a hacerle ver que no es la solución por sí mismo— Mátalo. Venga. Te dejo.

Don't Leave Me Now (DLMG #3) [Remastered]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora