Don't Leave Me Now (DLMG #3) [Remastered]

82. Nightmare before Christmas.

~Harper~

Los meses han pasado deprisa y, para cuando nos hemos dado cuenta, las vacaciones de Navidad quedan a la vuelta de la esquina. Y, aunque hemos tenido relativa calma —ya que no hemos vuelto a ver a Serena— Jayden se ha estado comportando de una forma muy extraña.

Las palabras de la ángel todavía resuenan en mi cabeza como un mantra que me obliga a permanecer alerta: "La Oscuridad pronto se ceñirá sobre nosotros. No permitas que inunde tu corazón.". «¿A qué se refiere con eso? ¿Por qué tengo la sensación de que algo malo está por ocurrir?» me pregunto, mientras escucho más o menos atentamente la explicación de mi profesor de historia del periodismo.

Necesito respuestas y las necesito ya. Además, sé cómo conseguirlas. Solo necesito privacidad. Un lugar apartado para poder gritar un nombre y hacerlo venir para que responda mis dudas. La voz del profesor y el murmullo que ha formado en cuestión de segundos llama mi atención, parece que está diciendo algo importante.

– ...Un artículo sobre un tema libre. Leed alguna noticia y haced otro artículo sobre ella o algo por el estilo. Después de las vacaciones lo deberéis presentar delante de toda la clase. Ya podéis iros.

Al igual que el resto de mis compañeros, me levanto del asiento y recojo mis cosas para poder marcharme. Una vez me cercioro de que todo está guardado y no me olvido de nada, me coloco bien el cabello, me cuelgo la mochila y camino hasta la salida, antes de ser interrumpida por el profesor, que me llama por mi nombre completo.

– ¿Sí, profesor Gibbins?

– Quiero hacerle entrega de su trabajo sobre las modas médicas, señorita Lee. Ha sido un trabajo increíble y convincente por lo que creo que no merece otra nota que la que le he puesto.

– Gracias, señor. —Respondo, al ver una A+ en el papel— ¿Puedo llevármelo a casa o debo devolvérselo?

– Es todo suyo. Debo confesarle que estoy impaciente por leer su artículo para estas vacaciones de Navidad. ¿Tiene ya el tema?

– Sí, señor. Hace poco leí un artículo muy interesante sobre el incremento en el porcentaje de bodas entre personas de diecisiete a veinticuatro años. Y, ya que yo me casé con diecisiete, creo que puedo dar incluso una opinión más subjetiva del tema, además de mi observación objetiva.

– ¿Cree que su subjetividad pueda influenciar negativamente en su objetividad?

– No, señor. He vivido los pros y los contras de contraer matrimonio tan joven. Y mi marido ha sentido los que siente el novio, por lo que creo que puedo ser completamente objetiva, ya que sé donde se limita mi subjetividad experiencial.

– Muy bien, señorita Lee. Dele recuerdos a su marido de mi parte.

– Así haré. Hasta pronto, profesor.

Salgo del aula —y de la facultad—, encontrándome con Jayden y Brandon hablando sobre algo mientras ríen. Al acercarme, mi marido me saluda con un beso en los labios y mi amigo con uno en cada mejilla. Al preguntar, Jayden no puede evitar sonrojarse mientras que Brandon me explica lo que está pasando.

– Así que una cita, ¿eh? ¿Y cómo se llama la chica?

– Se llama Serena. —Sentencia el castaño, haciéndome abrir los ojos de par en par— Nos conocimos hace años cuando yo iba al instituto y nos hemos reencontrado hace unos meses...

– ¿Serena? —«¿Serena? ¿La ángel Serena?»— ¿Dónde la conociste?

– Sé que es una ángel, Harper. Aunque ella no quería que yo lo supiera y me mintió diciendo que se marchaba a Francia con su familia con tal de separarse de mí... En cualquier caso, ¿qué tenéis las ángeles que enamoráis tanto?