- Kreacher! No me hagas enojar llévame donde Regulus, hay por la! ¡Te ordeno que me digas por qué no puedes llevarme donde Regulus!

- Kreacher no puede, Kreacher tiene que destruir el relicario primero, pero no Kreacher no puede hacer ni un rasguño!

- ¡Bien! ¡Lo destruiré yo entonces! Llévame a un lugar apartado para poder volarlo en pedazos.

- El mal amo puede destruirlo?

- Sí, ahora apúrate!

Con un fuerte pop ambos desaparecieron de la habitación y aparecieron en el claro de un bosque.

- Dame el relicario! Bien ahora- Sirius lo dejo en el suelo y se alejó.- Bombarda máxima!- El relicario seguía intacto- no puede ser, usé mucha magia en eso! ¡DIFFINDIO! DEPULSO! COFINDRIO! ¡REDUCTO! - Sirius seguía lanzando hechizos en rápida sucesión pero nada- Ah! ¡Me cansé! Si no puedo destruirlo nadie más podrá, soy el mago más fuerte de mi generación! - Sirius siguió despotricando y lanzando hechizos a la par que se auto alababa, el amor propio, la desesperación y el amor y miedo por su hermano despertó la maldición y se fué volviendo más y más fuerte pero más volátil, estaba perdiendo la cabeza... Hasta que una suave mano tomó la suya.

- Tranquilo Siri, respira, piensa cuál hechizo es el más poderoso que sabes hacer, ahora puedes hacer casi cualquiera y controlarlo yo sé que puedes.

- ¡FIENDFYRE!

El hechizo de fuego maldito tomó la forma de un lobo, incluso se pudo oír un aullido, a la par que el relicario chillaba estridentemente. En su estado de locura, Sirius consiguió la calma, controló a la perfección el hechizo y lo apagó, rápidamente se volteó buscando a alguien pero no estaba ahí, Remus era su voz de la razón y nuevamente le había ayudado.

- Bien, el relicario ha sido destruido, llévame dónde Regulus!

- El mal amo lo logró! Kreacher lo llevará de inmediato!

Ambos volvieron a aparecer y esta vez estaban en una cueva con un lago, pero el lago no estaba en calma, alguien un poco más lejos parecía luchar contra algo en el lago, hasta que se detuvo y se hundió.

- Regulus!

Sirius, aún con el aumento de poder, se zambulló en el agua helada y, a punta de fuerza bruta y locura, logró llegar donde Regulus, sacó sus cabeza del agua y gritó.

- Kreacher! Sácanos de aquí!

El elfo no esperó y con un chasquido los jaló hasta la orilla, estaban en una isla en medio del lago y los inferi seguían arrastrándose hasta ellos. Aún con fuerza suficiente y con un recordatorio de una voz en su cabeza, Sirius invocó una pared de fuego para que los rodeara y le ordenó a Kreacher que los devolviera a la habitación del hospedaje donde lo había dejado por primera vez. Ambos hermanos fueron atendidos por un muy feliz elfo, su buen amo había sobrevivido, aunque no le gustaba deberle al mal amo, ¡había salvado a su buen amo!

- Krea... Kreacher... - dijo Sirius tiritando- sabes de.. Sa... Sabes de qué... Sabes que fue todo eso... Mal... Maldición.

- El buen amo le dijo a Kreacher, pero Kreacher no sabe si debe contarle al amo Sirius.

- Puedes.. cof... Cof... Puedes decirle Kreacher.

- Reggie!

- El buen amo necesita descansar, el amo Sirius debe buscar dónde esconder al buen amo. El buen amo le robó algo importante al hombre malo, ahora el hombre malo buscará matar al buen amo!

- Le robaste algo a Voldem...

- ¡No lo digas!

- Bien... Le robaste algo a quien-tu-sabes?

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