Cap. 6: Propuesta.

63 6 1
                                    


Entré a la puerta del colegio. Tango ganas de salir y retroceder el tiempo hasta donde estaba durmiendo sin enterarme de nada toda ilusionada. Mis amigas me estaban esperando con emoción. Yo sin embargo, estaba al borde de caer por un maldito acantilado.

Me recibieron de la mejor manera. Yo seguía sin reaccionar.

—Y, ¿Cómo te fue? —Me pregunta Lara un poco preocupada.

—Trato de escaparme de este estúpido planeta de desilusiones. —Digo entre el llanto.

—¡Ven! Por eso yo cierro mi corazón con llave! -Dice Caro con furia y tristeza a la vez. No sabía que detrás de esa Caro que era inmune al romanticismo podía haber alguien que se estaba protegiendo nada más. Capaz tiene miedo de que le pase lo mismo que a sus padres.

— ¡Cálmate, Carola del Rey! -Dice Isa, nombrando el apellido de Caro.

— ¡Trata de escuchar a Fara!

—Tampoco para gritarle, Isa. Ella tiene su punto de vista. —intervengo yo.

— ¡Gracias! —Me agradece Caro.

—Bueno. Seguí contando, Faru. —Dice Lara con calidez y la adoro tanto.

—Parece que tiene "novia".—Digo soltando mis sollozos. ¡¿Cómo es que me pongo así por un chico al que ni siquiera sé su nombre?!

Las chicas se miraron unas a otras preocupadas.

—Hoy vino con alguien "especial" al llegar al colectivo. —seguí.

Okey. Ya explote como una nena caprichosa. Entre llantos y gritos bajos para que las personas no me escuchen. No funciona. Porque todos me lanzan miradas despectivas.

—Bueno, Faru, entendimos ya podés tranquilizarte y abrazarnos. —Dice cariñosamente, Lara. La amo.

En este momento las adoro. Por esa y muchas más razones es que son mis mejores amigas.

Vinieron y me abrazaron con mucha fuerza para sacarme la mayor cantidad de tristeza posible.

—Gracias chicas, de verdad necesitaba esto. —Digo agradecida.

—De nada. —Dice Isa orgullosa.

—Y es más, te invito a una de las mejores fiestas para que te olvides de ese ciego —le interrumpo a Caro.

—No se trata así a la gente —le digo yo con compasión hacía al chico con el que debería devastada.

—Para que olvides al chico del colectivo. —Corrigió ella avergonzada.

La verdad es que la propuesta no está mal. Además, me alejaría de mi mente por un momento.

—Está bien, acepto. —Digo con una sonrisa forzada. —Solo... ¿cuándo es?

—Viernes, a la noche.

—¿Y nosotras? ¿Nos vas a invitar? —pregunta Lara con una cara graciosa hacia Caro.

—Y sí, qué se piensan, ¿Que voy a invitar solo a Fara? Si piensan eso están equivocadas.

Ellas celebraron alegremente. Yo trate de seguirles el paso, pero no servía. Estaba lo bastante triste y cansada para eso.

Ya tocó la campana. Las chicas se despidieron lentamente con una sonrisa cálida.

Era jueves así que tocaba literatura. Menos mal. Así voy a sufrir menos a la mañana. Y sufriré más al mediodía que toca matemática.

...

Después del colegio fui a mi casa, sin saber qué emociones tener en la fiesta. Se supone que feliz, pero ahora yo no estoy feliz. Capaz el viernes, si me esfuerzo...

Al llegar a casa planeaba preguntarles a mis papás si podía ir a la fiesta.

Sabía que mamá accedería. Le encanta que vaya a todo tipo de evento social.

Solo faltaba la aprobación de papá.

Al llegar me esperaba mi hermano, Fausto de once años y mis papás.

—¡Hola...! —Dije con los ojos rojos de tanto llorar.

—Hola, Fari. ¿Qué tal el colegio?...

—Me pregunta mi mamá y la adoro pero no quiero preocuparla.

—Bien. —trato de disimular. —Quería preguntar ¿sí podía ir a una fiesta? No sé si sueno muy directa es que estoy emocionada. —Digo tratando de sonar feliz.

—¡Claro hija! —Dice papá de sorpresa, se nota que está de muy buen humor y lo agradezco.

—Me gusta la idea —me compadece mi mamá.

—¡Gracias, gracias y gracias! —Digo abrazándolos fuerte y dándoles besos en la mejilla. —Es una excusa para calmar mi lágrimas por dentro.

—Pero ¿dónde es? —Pregunta papá.

—En la casa de Caro. —Digo.

—Okey. Está bien podés ir sola. —aceptan mis papás.

—Gracias, muchas gracias. —suspiro.

El Chico del ColectivoWhere stories live. Discover now