—Es la primera noche que pasará sin Lisa—dijo Jennie pasándome una taza de café.

—Esperemos que no la extrañe tanto—dije mirando a Lalisé mirando los juguetes aéreos que instalamos—yo extrañaré dormir...

Jennie sonrió y movió la cabeza—al menos eres sincera al respecto.

Ambas suspiramos, pues a penas emitía un quejido o ruido Lisa trataba de calmarla, todos los días ella trataba de estar el mayor tiempo con Lalisé; decía que no la tendría aquí por eso se encargaba de atenderla en la noche también. A veces la ayudábamos, pero normalmente ella se encargaba del sueño nocturno de Lalisé.

—como haremos...¿nos turnamos?

—yo primera aun no tengo sueño. Aparte quiero arreglar algunas cosas—indicó Jennie a la pila de documentos que dejamos en el corredizo—¿quieres que te preste pijama?

—si por favor—hice morrito con mis labios—tengo flojera de desempacar.

Desde que encontramos a Lisa en el piso ebria. Tuve la oportunidad de dormir con Jennie. Curiosamente compartíamos el pequeño espacio sin necesidad de quitarnos manta, pelear por espacio o amanecer amarradas como me pasaba con Lisa. Cuando Lisa se fue a cuidar de Rue me pasó lo mismo, ella se quedaba a verme jugar y a veces le ganaba el sueño. Cuando Rosé la buscaba le decía que enfrente sus miedos y que la deje descansar.

—Si te incomoda dormir conmigo, podemos acondicionar otro cuarto—me dijo un poco nerviosa.

Miré su cama y luego la miré—apuesto que el tamaño es por Lisa. No lo niegues, se que pensaste en Lisa cuando compraste esta cama.

—No, bueno un poco sí...yo no sabía que iba a volverla a ver. Solo fue por si acaso.

—Bien nunca dormí en una cama tan grande...por supuesto que no me incomoda, más bien avísame cuando sientas que estoy invadiendo demasiado. Puedo dormir en el sofá.

—te avisare sin embargo el sofá está ahí para Lisa, dormí muchas veces contigo. No eres de las que invaden espacios. Siéntete como en tu casa.

—en teoría también es mi casa...

Ahí está sonrió, cada cosa que digo siempre sonríe...a veces pienso que se burla o quizá se sorprende. No lo sé, pero no me molesta. Todo lo contrario.

—tienes razón...acomódate terminare de hacer mis cosas.

Se fue no tarde en acostarme y dormirme. Los viajes me cansan, el día acomodando y ambientando la habitación de Lalisé fue agotador. Morfeo se adueñó de mi inconciencia.

"¡¡wha!!¡¡wha!!" escuche a lo lejos. Lo pensé tres veces antes de reaccionar y salir de la cama de un salto fui a la habitación de Lalisé.

—Jendeuke me toca...—ella había sido demasiada rápida.

—tiene hambre...

—¡voy!

Al regresar Jennie empezó a darle la mamila.

—si quieres regresa a descansar...debes de estar cansada.

—disculpa, como te dije en la mañana. Me había acostumbrado a que Lisa fuera por ella en las noches. No volverá a pasar.

—Entonces la siguiente te toca, aprovecha en completar tu sueño.

—como ordene señorita.

De nuevo me tumbe en la cama.

Di unos cuantos giros y me levante otra vez.

Al acercarme a la habitación de antes, escuche quedito la voz de Jennie, cantándole una canción de cuna a "nuestra hija". No quise entrar porque era un momento madre e hija, pensé. Recordé sus palabras; "quizá yo deseo esto más que ustedes dos". Regresé sin hacer ruido y me acosté nuevamente. Escuché como prendía el Walkie talkie nocturno. "buenas noches amor" le dijo a la bebé.

ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]Where stories live. Discover now