IAN WRIGHT [+18] ||TERMINADA||

Capítulo 19

Ian Wright

Joder.

Odio las citas, de verdad que las odio. Pero no pude evitarlo, nunca antes he tenido una cena formal con Alexa. Y estoy tan jodidamente nervioso que no sé qué demonios ponerme, no quiero verme elegante, ni tampoco parecer algo así como un indigente. Y hasta ahora me doy cuenta que tengo ropa muy parecida, de modo que hace que me vea vestido igual todo el maldito tiempo.

Mierda. Mierda. Mierda.

Son las siete y sigo con la toalla alrededor de la cintura.

Resoplo. Y con resignación tomo unos jeans, una playera blanca, mis vans y mi chaqueta de cuero negro.

Una vez que termino de arreglarme, me miro en espejo. No luzco tan mal, pero de todos modos debería de ir a comprar ropa más variada.

Llego a casa de Alexa exactamente a las ocho, estaciono mi auto frente al edificio donde vive. Aun no entiendo porque no se ha decidido en comprar una casa, son más cómodas y no tienes que andar batallando con vecinos chismosos; los cuales se asoman para verme.

Camino a la puerta del edificio, pero ni siquiera logro entrar.

Alexa acaba de salir.

Luce preciosa -como siempre-, trae puesto un vestido negro corto que tiene una abertura del lado de la pierna izquierda que llega hasta el muslo, lo trae sujeto del cuello, tiene un escote en V que me permite ver gran parte de sus senos y por el corte, puedo deducir que muestra prácticamente toda la espalda. Su pelo está totalmente recogido en un moño alto. Sus ojos lucen enmarcados por dos gruesas líneas arriba y abajo, sus enormes pestañas llaman la atención y hacen que su mirada luzca radiante. Sus labios están pintados de un bonito color carmesí que hacen que me provoque besarlos. Está un poco ruborizada. Camina hacia mí tratando de no caerse debido a lo alto de sus zapatos.

Cuando me tiene en frente, se detiene.

-Hola -saluda tímidamente.

No sé por qué de repente me siento cohibido frente a ella.

-Hola -respondo-. Te ves hermosa.

Ella sonríe, murmura un "gracias" y baja la mirada.

No me gusta que haga eso, no digo que no luzca adorable haciendo eso, pero no parece mi Alexandra, parece esas chicas que siempre tratan de lucir tiernas y adorables para llamar nuestra atención.

Pero lo entiendo, quizá lo que pasó en mi casa haya provocado esos comportamientos en ella.

-Creo que debemos irnos, o se hará tarde -le digo mientras miro mi reloj.

El restaurante está prácticamente vacío, lo cual es perfecto porque no hay mucho ruido y además ella y yo podemos platicar sin temor a que alguien más pueda oír muestra platica.

También le pido a la chica que nos recibió en la entrada que por favor nos lleve a una mesa que esté apartada y que sea lo más privada posible.

Lo que me encanta de este restaurante es su iluminación, aunque, a decir verdad, cualquiera diría que este lugar carece de ella, ya que únicamente hay focos en medio del lugar, así que donde Alexa y yo estamos sentados apenas y la luz llega; lo que proporciona bastante intimidad.

La mesera nos entrega los menús y se va.

No sabemos que pedir, así que cuando la chica regresa pedimos "la especialidad del chef".

Alexa sonríe mirándome, con una expresión que me es difícil descifrar.

-Exactamente, ¿por qué haces esto, Wright?