Cuando Me trasladaron a la casa de la Playa, tenía una tobillera con refuerzo «¿cuándo podré caminar?» ya había pasado diez días después de la operación «una semana más y le quitaremos el Yeso, como tendrá terapia con buenos especialistas, en quizá veinte días ya pueda caminar, recuerde que los días de terapia la harán caminar también. Sin embargo, bailar, quizá en un mes y medio», «bueno me conformo con eso» Me dejaron muletas y una enfermera que estaría pendiente de mi recuperación. Lisa llegó en la tarde, Ken se encargó de enviar a todos de descanso y me dejó a solas con Lisa, si ocurría cualquier cosa, tenía un botón al costado de mi cama que funcionaba como bíper, normalmente para llamar a la enfermera, hoy serviría para culminar la reunión con Lisa.

Era pasada la tarde, Lisa llegó a las cuatro; decidí hablar con ella en los muebles de fuera, con el sonido de las olas y un sol que se escondía a nuestra vista. Después de escuchar todo atentamente, se levantó de su asiento e intentó besarme. Me dije a mi misma que no permitiría ser débil, de alguna forma hoy tenía que terminar y cerrar el capítulo hermoso que vivimos en las montañas, eso era para mí, recuerdos de las tonterías que hacía Lisa, de lo dulce y salvaje que se comportaba conmigo y sobre todo del esfuerzo sobre humano que hizo para sacarme de ahí. Eso era, esta mujer que atentamente me había escuchado, hizo más por mí en una semana, que cualquiera de mis familiares vivos que tenía en toda mi vida.

—Lisa...

Después de tantos días en abstinencia de ella. Me agarró el rostro con sus dos manos y comenzó a unir nuestros labios. Por fin sentía nuevamente su sabor. Aunque el beso no fue invasivo, me gustó sobremanera.

—te he extrañado no sabes cuanto...¡realmente no sabes!—dijo sin separarse casi nada de mis labios.

Lisa estaba semi arrodillada al costado de mi mueble. Escuchar esas palabras aceleraron más mi corazón.

—te juro—le hice espacio en mi mueble y ella se sentó a mi lado—te juro que si estuviera en otra situación haría que te cosan a mi cuerpo, para que no vuelvas a alejarte.

—pero según tú me pueden hacer daño...no crees que precisamente eso quizá yo pueda evitar.

—Lisa asesinaron a mi guardaespaldas que era un señor de dos metros—tomé sus músculos—no te ofendas, pero tu solo me salvarías de las moscas.

—ahí vas de nuevo con tu ego, te estabas tardando...

Sonreí, porque con ella puedo comportarme libremente—haber...si soy lógica y realista, pues me salvarías de niños esos sería lo máximo, los demás te harían añicos.

—para tu información soy cinturón negro...no sabes mis habilidades—extendió su brazo y me jaló por la cintura—me gustaría enseñarte de lo que soy capaz...

—¡wow!, ¡wow!, ¡wow! Aléjate cavernícola...—la empujé de mi lado,haciéndole caer, ella solo atinó a sonreír.

Se paró, sin previo aviso me tomó en sus brazos y me llevó adentro—hace frío, no podemos arriesgarnos a que te dé un refriado preciosa—con su ultima palabra hizo que se escarapelara mi cuerpo, fue muy lindo escucharlo.

—tengo una enfermera particular, no tienes de que preocuparte—seguido le tinqué la nariz que tenía dos parches blancos, ya había bajado bastante la inflamación solo estaba de color oscuro con leves tonos verdosos.

Subió las escaleras e ingresamos a mi habitación y me acomodó en el centro de la cama, ella se sentó a mi costado, pero de frente.

—que me has hecho Rosé...—suavemente besó mis manos—he soñado contigo...con nosotras en la cabaña, si te contara...

—pues debo admitir que una torpe intrusa se metió en mis sueños también para no salir de ellos. Pienso que este también es un sueño Lisa...yo no quiero que te vayas.

—no me iré, Rosé podemos buscar la forma de estar juntas...estoy muy consciente que será complicado, pero te prometo ser fuerte.

—si fuera realmente fácil, créeme que aceptaría que te quedes. Lisa con tus viajes y los míos difícilmente podríamos coincidir, el peligro que enfrentarías sin negar que tendrías que soportar que no cancelaré mi compromiso. Yo no quiero eso para ti.

—inclusive haría eso...o al menos lo intentaría. De eso se trata ¿no? ¡Locuras de amor!

—aunque me duela aceptarlo, tienes la oportunidad de rehacer tu vida con ella. Sin complicaciones, sin peligro, sin vacilaciones.

—la quiero, no puedo negarle eso a nadie. No es mucho el tiempo que estuvimos separadas. Pero, sería egoísta de mi parte intentar algo con Jennie, teniendo estos sentimientos por ti.

—estoy de acuerdo contigo. Depende de ti si después de esto te vayas con ella o sigas tu vida. Pero me temo que no hay vuelta atrás Lisa yo no puedo estar contigo.

—Si puedes, ¡podemos!

—Lisa, si estuvieras en mi posición, dejarías que me quede a tu lado. Aún sabiendo que puede ocurrirme cualquier cosa...¡dime!

Se levantó, me dio la espalda  y sin voltear exclamó —no sé por qué te ruego...cuando ya lo tienes decidido. Ni siquiera me invitas a quedarme para siquiera pensar en alternativas.

—¡solo responde!

Se llevó una mano a la cara y se limpió, o eso pareció—¡Ja! Sabes la respuesta Ardilla tonta, no dejaría que estuvieras en esta situación. Porque sé que no lo aguantarías.

—vez...

—esa eres tú Rosé—con el rostro rojo volteó hacia mí— yo Lisa Manoban si puedo, ¡quiero intentarlo!, es tan difícil que tu cabeza hueca entienda que ¡quiero estar contigo!

Me juré que sería fuerte y giré mi mirada hacia un costado para no verla.

—Y-yo...enserio lo siento Lisa.

No hizo ni un sonido en un rato, yo no me pude contener más y salieron lágrimas de mi rostro. Aún así no giré a verla.

—me duele cuando no me miras—escuché.

"quizá nuevamente gire mi rostro y me bese" como hace una hora.Deseaba que hiciera nuevamente eso.

No, no lo hizo.

El sonido de la puerta sonó muy fuerte, cuando voltee a su lugar, ya no estaba. Me desesperé porque quería siquiera abrazarla, decirle que se cuide, desearle felicidad...mis muletas estaban abajo. "¡mierda!" presioné el botón varias veces. Recordé que timbré desde su celular al mío días atrás, ¡yo tenía su número! Por suerte mi celular estaba en el velador de la cama cargando. "¡contesta!" estaba timbrando el celular de Lisa.

—¡Lisa!—grité cuando entró la llamada.

Segundos después se cortó la llamada, nuevamente timbré, pero se fue al buzón.

—¿Señorita necesita algo? —entró Ken agitado.

—¿Ella se fue?

—Si la acabo de enviar al aeropuerto con el agente que me acompañaba.

—¿que acaso tiene un pasaje comprado?

—no que yo sepa señorita. Si desea puedo...

—no es necesario, mis muletas están fuera tráemelas y luego vete, quiero descansar.

Me giré en la cama, tenía dolor...ese dolor en el pecho, pensé que dolería menos, "¡por dios! Rosé, se te va a pasar..."me dije en mis pensamientos. "así termina, sigue tu vida, ella ni se despidió como era debido...ya cálmate, "publica algo...para que tus fans te distraigan", ¡si eso haré!"

Postee un Twitt que decía:

🗣️Los cuentos breves me gustan...se leen rápido y se terminan rápido.

Fue contestado al instante, debo admitir que me distraje por las respuestas curiosas de mis fans.

Estaba dolida... lo hice adrede... 

ACCIDENTE FORTUITO [corrigiendo]Where stories live. Discover now