|BrightWin| Dónde Bright, trɑs perder ɑ su prometidɑ por un cάncer mɑligno, se hɑce cɑrgó de su pequeño hijo Mick con tɑn sólo cuɑtro ɑños, y lɑ empresɑ de sus pɑdres, cɑusɑndo problemɑs por lɑ fɑltɑ de cuidɑdo que le tiene ɑ su hijo. Perdiendo ɑl...
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Bright se sentía un poco nervioso y muy caliente, desde que escuchó decir a Win la palabra "Daddy" su mente no dejaba de dar vueltas. Miles de escenarios llenaron su imaginación, desde aquella tarde. Últimamente ignoraba a Win por que se sentía un poco incómodo y avergonzado de sus propios pensamientos.
Era media noche, no había nadie aparte de Win en la residencia, sus padres y Godji decidieron ir con Mick, Dew y Hirunkit a Phuket por un paseo que duraría tres días. Ellos no iban por motivos de su trabajo.
Su miembro palpitaba dentro de su bóxer, se sentía sofocado, caliente y frustrado, una combinación no muy buena, trataba de controlarse para no hacer ninguna estupidez, como tumbar la puerta de la habitación de Win y hacerlo suyo.
Bajó a la cocina por un vaso de agua para bajar su calentura, solamente con unos pantalones negros sin camisa, dudaba que Win estuviera despierto ya que pasaban de la una de la madrugada.
Al casi entrar vio la silueta de alguien, era la del pelinegro bebiendo un vaso de agua, tragó duro, Win portaba no más que una camisa blanca de botones larga que tapaba sus muslos, dando vista a sus blancas piernas, la tela caía por uno de sus brazos dejando ver una parte de sus deliciosas clavículas, se quedó admirando su perfil con una sonrisa boba, su miembro se puso más duro de lo que estaba.
"¿Bright?".
"Demonios me vio".
Salió corriendo cual cobarde hasta su habitación ignorando los llamados del azabache.
Win sintió su corazón doler al ser ignorado, estaba comenzando a hartarse de no poder hablar con él sin que huya o evada la conversación, decidió caminar hasta la habitación del castaño para arreglar lo malo que no sabe que hizo. Extrañaba al Bright que le daba mimos y pasaba toda la tarde junto a él.
Tocó varias veces, no escuchó nada, al no escuchar nada se preocupó, tomó la perilla y giro de ella, de adentró a pasos pequeños, una corriente recorrió su columna vertebral al ver las puertas del balcón abiertas, la pieza en total oscuridad. Tembló por el frío.
"Bright tenemos que hablar, no puedes ignorarme toda la vida, hablemos Vachi, no me gusta que me ignores". Su vista viajó a toda la habitación, suspiró rendido, mañana tal vez hablaría con él, en el desayuno quizá.
A punto de salir, su cintura fue apresada por unos fuertes brazos, chilló al sentir un bulto en su trasero, y una respiración en su oreja.
"¿B-bright?".
"W-winnie...". Escondió su rostro en la curvatura de su cuello. Sus mejillas se encendió al sentir besos húmedos en esa parte sensible de su cuerpo.
El castaño lo volteó y comenzó a dejar un camino de besos desde sus clavículas hasta su mandíbula.
