Capítulo 6

219 25 3
                                    

Lali se quedó mirándome en silencio, me hizo una caricia en la cara y cerró sus ojos, suspiró.
-Retiro lo dicho, no... No pasó nada.. Nada de nada-intentó convencerse a mi misma- nada de nada de nada-repitió enfáticamente, eso me hizo reír, entonces ella abrió sus ojos -¿qué es divertido?
-¿Porqué tantas vueltas La?-también le hice una caricia en la cara y no pude mirar su boca- ¿queres jugar con un poquito de fuego? Ok, pero te quiero dejar algo en claro, no quiero que estropeemos nuestra amistad de años.. De una vida entera.. Solo sería parte de.. Una experiencia en nuestro último año de vida
Ni yo me creí mis palabras, a ella se le formó una sonrisa y elevó sus cejas
-¿De qué crees que te estaba hablando?-se mordió los labios y me hizo dudar.
-¿De que me estas hablando? Me perdí Lali..
Ella se puso a jugar con mi pelo húmedo e hizo puchero para volver a reírse, estaba tonta, el alcohol la tenía tonta, ambos estábamos mal, pero ella estaba... Bastante alegre.
-Vos... ¿Vos queres?-rodeó mi cuello con sus brazos, lamió una de mis mejillas y me miró divertida.
-Lali... No creo que estés en condiciones de nada ahora mismo, ¿dormimos una siesta? ¡Algo mejor! Pedimos pizza, no comimos nada.. ¿No tenes hambre?
Otra vez se volvió una furia, soltó un bufido y se puso de pie para caminar hasta vaya donde saber donde, ella estaba todavía en bikini, la perdí de mi vista y solté un suspiro, estaba volviéndome loco.
Cuando creí que todo este cuadro delirante había terminado apareció en modo fiera, se movió como si toda la vida hubiese hecho algo así, de Lali era de esperarse, pero me dejó sin aire, tragué tratando de mantener la calma, se había puesto un camisón negro pero transparente, debajo ropa interior del mismo color, con encaje.
-¿Te subió la temperatura a la cabeza? ¿Tenes fiebre Lali?-la miré preocupado.
Ella negó y se acercó sigilosamente como un felino.
-¿A vos te subió la temperatura?-¿estaba provocándome?-sabes que odio los "no" Juan Pedro no me lo dijiste, pero me hiciste entender eso.. Y yo consigo las cosas por las buenas..-se lanzó sobre mi que seguía tirado en la cama- o las malas..
Noté cierta chispa en sus ojos, y eso me asustó, Lali... Lali estaba volviéndome loco, ¿acaso estaba soñando? No podía ser cierto, nada de esto podía ser cierto.
Ella tomó mi mano con la suya y me hizo que recorra su muslo subiendo su camisón corto, y me hizo acariciarle la cintura, cuando la miré a la cara tenía sus ojos cerrados.
-Lali pará de jugar, te lo suplico por favor, ¡no quiero cagarla! ¡No puedo cagarla con vos!
Ella puso su mano sobre mi boca y se rió.
-Quiero sexo Juan Pedro, hace mil años no tengo sexo.. Y no quiero con cualquier persona-negó con la cabeza después de abrir sus ojos- sé que vos no te irías de mi lado como cada estúpido con el que...-la besé porque no pude más, después me separé bruscamente.
-¿Estas siendo consciente de lo que me estas pidiendo?
Ella dudó y suspiró.
-No pero sí... Sí.. No-me sonrió nerviosa- ¡shhh!-otra vez me hizo callarme tapándome la boca con su mano.
Rozó sus labios sobre mi cuello y cerré mis ojos disfrutando, ella se puso a recorrer mi cuerpo lejanamente de esa manera, no quería demostrarle que realmente estaba al borde de matarme.
Estiró sus brazos para que le saque el camisón y lo hice, me miró y se acarició el escote invitándome a imitarla.
Ella quería sexo, mientras que yo quería algo más, toda mi vida deseé algo más, pero tal vez este era el único momento que tenía para tocarla, tenía un dilema interno tremendo, pero no me dio tiempo para pensar que no sé como pasó y desprendí su sostén, ¿fui yo?
Confundido busqué su mirada y ella coqueta me sonrió, estaba coqueteándome, Lali, MI Lali estaba coqueteándome.
Deslicé mis manos desde su cintura hasta su espalda, después se giró poniéndose a mi lado y noté que su sostén estaba prácticamente flotando, se lo aparté y me quedé admirándola, estaba fascinado, pero al mismo tiempo tenía miedo, hacer esto con Lali era muy peligroso.
Entonces la vi estirar su brazo y lo metió en la mesita de luz, me dio un preservativo, ¿realmente lo deseaba o solo estaba ebria y confundida?
Me aparté sacando fuerza de voluntad de donde no tenía, y ella elevó sus cejas seria, me mandó al diablo y me sacó corriendo de su habitación, pegó un portazo.
Al minuto sonó el timbre, era Eugenia, al ver mi cara se preocupó.
-¿Llegué en mal momento?
-Sí...-tomé aire y solté un suspiro- Lali está muy ebria, más ebria que yo... Y está arriba en modo dominatriz intentando que pierda la cordura.. Y bueno, me escapé de ella.. La deseo, ¡obvio que la deseo! Pero no así... Quiero que realmente lo quiera y que no tenga ni una sola gota de alcohol en sangre... Pero.. Siento que hice lo que no quería que pasara, cagué todo.. Incluso nuestra amistad
Eugenia me miró apenada y me dio un abrazo apoyándose sobre mi pecho.
-Se le va a pasar.. El enojo, solo es.. Es bastante caprichosa, sabes que se pone pesada cuando no le dan el gusto-Eugenia elevó sus cejas y asentí con la cabeza- voy a calmarla, lo mejor es que te vayas Pit
De mala gana asentí nuevamente, ella tenía razón, así que me volví a mi casa.

El resto del día me quedé en modo nostálgico mirando un álbum de fotos con mis amigos de la infancia, en la mayoría salía Lali, siempre alegre, con una sonrisa luminosa, inocente.. Bueno.. "inocente", a los ojos de nuestros papás, porque cuando no la veían ella era problemática, hacía bromas pesadas y nunca nadie la descubría, la única persona que podría haberla acusado era yo, siempre sabía cuando estaba atrás de algo, me miraba con su cara y me contaba todo sin la necesidad de decírmelo.
Por la noche me encargué de preparar algo para la cena, mis papás llegaron tarde del trabajo.

11 de Enero del 2012

Tres días, tres días se tardó Lali en abrir la puerta de mi casa con su juego de llaves y colarse ilegalmente en mi habitación, abrí mis ojos y me llevé una sorpresa, ¿cuando se recostó a mi lado?
-Hola...-me saludó como si nada, estaba nerviosa, quería decirme algo importante, pero le estaba costando- perdón Pit, me comporté como una estúpida
Noté su arrepentimiento, su voz se quebró, estaba por llorar y eso me hizo mal, no quería que llore.
-No.. No sos estúpida.. Solamente sos una persona muy impulsiva, más cuando estás ebria-elevé mis cejas y ella se rió, se le escapó una risa, su cara se relajó.
-Me prometiste que ibas a ser impulsivo...-y bueno, atacó.
-Sí... Pero no quería que te arrepintieras de tus actos, no estabas en condiciones de elegir nada La-acomodé un mechón de su pelo detrás de su oreja.
-¿Crees que estaba tan ebria?-me miró sorprendida.
Me reí y asentí con la cabeza.
-¿Si no hubiese estado así me hubieses frenado?
Silencio...
¿Habría frenado?
Parece que mi silencio la afectó, soltó un suspiro y entrelazó una de sus manos con una de la mía, besó mi mejilla.
-No hace falta que lo respondas, el silencio otorga...
Rocé mis labios sobre su frente y se la besé tiernamente, eso captó su atención.
-¿Es un capricho tuyo? ¿Soy un capricho tuyo? Sé sincera Lali... Nos conocemos... No quiero ser un capricho.. Soy tu mejor amigo, soy como tu hermano..
Ella soltó una carcajada.
-¡¿Hermano Peter?!-se hizo la dramática- y no... ¿Me crees? Tal vez me puse algo caprichosa hace unos días, porque sí, soy una malcriada, ¡lo acepto! Pero... ¿Sabes? Mejor no hablemos más de esto, si tiene que ser en algún momento será...
Sus labios, su cara, sus ojos, sus pestañas, su piel suave... Todo me invitaba a ceder.
-¿Te vas a fastidiar si se lo dejo al destino? Que el destino decida... ¿Te parece?
Que decisión estúpida, tenía a la chica de mis sueños queriendo llevarme a su cama y quería tomarme tiempo, cuando justamente el tiempo que nos queda es corto.
Lali pareció comprenderlo, se aferró a mi cuerpo y la escuché respirar más tranquila.
-Vos sos mi paz Pit-me lo susurró como si nada- extrañé la paz que me das..
Y Lali vuelve a causar un huracán en mi interior.

Hasta el ApocalipsisWhere stories live. Discover now