Capítulo 1

325 24 3
                                    

Unas horas antes...

Terminé de prepararme rápido porque mi familia necesitaba ayuda con los preparativos, intenté ser útil en la cocina y terminé ensuciando mi camisa, volví a mi habitación para ponerme otra cosa y cooperé con la decoración, encendí velas para ir dejando en el centro de la mesas, también me encargué de los jazmines, mi aroma favorito en el mundo.

Actualidad..

"¿Crees que se está por terminar el mundo?" Esa sola pregunta bastó para que me pusiera a replantearme muchas cosas, ella es mi mejor amiga Mariana, recién cumplió los 22 y tiene una vida por delante, pero desde hace años esta obsesionada con el fin del mundo, es por eso que vive los días al límite, se supone que en el 21 de Diciembre del 2012 es el fin de la raza humana, bueno, no solo de eso, y sí, hoy es el 31 de Diciembre del 2011, falta media hora para el comienzo del año del demonio, y bueno, antes de que se escuchen los fuegos artificiales y todos brinden hicimos un pacto, me uniría a ella y viviría este año también al límite, sin pensar, sin medir las consecuencias, hacer lo que se me da la gana, siempre fuimos muy distintos, me atrevería a decir antítesis, pero los opuestos se complementan, ¿no?
-¿Realmente es una buena idea La?-elevé mis cejas, y ella se me quedó mirando fijo sin expresión alguna.
-¿Estas dudando ahora?
La verdad era que me daba algo de miedo, todo podía irse al diablo.
-No.. Bueno.. Algo.. ¿Estas segura de que esto es cierto?
-No lo sé con exactitud Peter, pero siento que es real, lo siento.. -me miró a los ojos y se puso emocional- solo quiero, quiero disfrutar estos últimos días de la existencia...
Asentí con la cabeza, no tenía ganas de discutir con ella, nos bajamos de las hamacas y caminamos hacia la mesa donde estaban nuestras familias, eran muy unidas, ellos se adoraban, las copas ya estaban llenas con champagne, también estaba el pan dulce, las pasas de uva para comer doce seguidas, turrón y garapiñada.
La cuenta regresiva empezó, todos felices lo fueron gritando hasta que se escucharon los primeros fuegos artificiales.
-¡Feliz año nuevo!-mi mamá Marcela levantó su copa y nos dirigió la mirada a cada uno, mi papá Marcelo la besó, se sonrieron, envidiaba su hermosa relación, yo nunca experimenté algo igual, solo tuve una sola novia, y todo terminó para el culo.
-¡Feliz año mi amor!-Romina besó la mejilla de su única hija, mi amiga Lali que la imitó.
-Mi nena-su papá Gonzalo le dio un abrazo.
Nos fuimos saludando, chocando nuestras copas, cuando me tocó hacerlo con Lali ella elevó sus cejas, quería meterme en su cabeza y saber que se le estaba ocurriendo.
-Feliz último año Pit
Último año...
-Feliz último año La..
La abracé fuertemente y ella escondió su cara debajo de mi cuello, cuando nos apartamos tomamos alcohol y me hizo señas,  o sabía que esperar viniendo de ella, tiró de mi brazo hasta llegar a la pileta, saltó arrastrándome con ella.
-Estas loca-me reí divertido- el cloro va a hacer mierda nuestra ropa..
-Pienso hacer lo que yo quiera Juan Pedro-me lo dejó en claro y supe que hablaba enserio, ni pestañeó.
Nado hasta donde estaba yo, se aferró a mi como un monito.
-¿Y yo debería hacer lo mismo?-traté de no volver a reírme.
Ella asintió con la cabeza y con una sonrisa me soltó, nadando llegó al borde de la pileta, se sentó dejando solo sus pies dentro del agua.
-¿Tus deseos para cumplir este año cuales son?-me miró con curiosidad.
-No tengo ninguno.. ¿Acaso vos tenes una lista?
-Se podría decir que sí, igual dejé varios espacios en blanco para agregar cosas nuevas
Ella siempre fue muy organizada, por eso me cuesta creer que pueda ser impulsiva.
-¿Lo tenes en tu agenda?-dudé y asintió con la cabeza-¿vas a permitir que la lea?
-Algunas cosas, pienso compartirte algunas.. Está en mi mochila, ¿la podes traer?
-Esta bien-salí del agua y vi su mochila a lo lejos, evité cruzarme con nuestras familias para que no me hicieran preguntas, cuando encontré su agenda me dio curiosidad, estaba tentado a leer todo pero negué con la cabeza, suspiré, la respeto demasiado.
Volví con su agenda entre mis manos y se la di.
Ella dio vuelta varias páginas y me sorprendí.
-¿Escribiste tantas cosas?-la miré y ella no me prestó atención, seguía buscando algo.
-Sí.. Tenemos varios meses por delante-la vi leer algo y quise saber de que se trataba- deseo número cuarenta y tres, aprender a cantar
-Ya sabes cantar, y lo haces hermoso..-la miré de reojo y ella puso sus ojos en blanco.
-Canto, pero no estudio canto.. Sé que podría mejorar
-Ok.. Entonces espero que te vaya bien con eso
-Aprender a cantar con mi mejor amigo..-me miró- ese es mi deseo
¡¿Qué?!
-Decime que no me incluiste en toda tu larga lista..-empecé a ponerme nervioso, ella me sonrió con una fingida "inocencia", pero obviamente no le creí, en ocasiones era diabólica, este era uno de esos momentos.
-¡Acertaste! Estas en cada punto de mi lista Juanpe-asintió y volvió a mirar otra página- ir de campamento por tres días
-¿Campamento? Lali nunca fuiste muy fan de la naturaleza..
-Es una buena oportunidad para superar mi fobia de creer que los pumas pueden comerme por la noche
Sus ojos me demostraron que estaba tan decidida que me asusté, ¿hasta donde sería capaz de llegar?
Se me ocurrió ponerle trabas y demostrarle que son demasiadas locuras juntas, pero lo recordé que le prometí seguirla en cada una de sus ideas retorcidas.
Suspiré resignado.
-Ir a un lugar con una playa linda y quedarme dos noches en un hotel lujoso
-¿Eso quiere decir que voy a tener que usar todos mis ahorros hasta el día de hoy?
Ella levantó su mirada.
-No todos.. Son solo dos noches
-Y los pasajes.. Y el traslado hasta el hotel... Y la comida..
-Tal vez comemos algunas cositas gratis, podemos hacerles creer que es nuestra luna de miel
¿Nuestra luna de miel?
Y sí, ella pensaba llegar muy lejos.. Se había tomado cada punto de su lista enserio.
-Ok...-hoy no era día para confrontarla, ella estaba enloqueciendo, demasiado.
Cerró su agenda y la dejó sobre una mesita pequeña, alrededor habían reposeras, se recostó en una y empezó a temblar del frío, una brisa hizo que saliera a buscar una toalla, la envolví como si se tratara de una nena chiquita y me sonrió, eso solía hacer su papá cuando Lali tenía ocho años.
-Estoy feliz de poder hacer estas últimas cosas con vos...
Sus ojitos brillaron y lo supe, no iba a poder decirle que no, Lali siempre fue mi debilidad, era una persona hermosa por dentro... Y por fuera, en fin, esta podía ser nuestra última aventura juntos, por lo menos para ella, yo no creo que esto sea real.
Nos quedamos mirando las estrellas recostados, nuestras familias habían decidido pasar el comienzo de un nuevo ciclo en un campo en Uruguay, mañana volveríamos a mi amada Argentina, otra vez a la capital, otra vez a Buenos Aires.
Esta noche dormí mal, Lali estaba en la misma habitación que yo, ella sí estaba tranquila, calma, quería poder dormir con su paz, pero mi cabeza estaba en su absurda lista, estiré mi brazo y lo metí en el cajón de la mesita de luz, alcancé su agenda, se me cruzó la idea de arrancar las últimas páginas, caminé y me encerré en el baño, entonces dispuesto a sacar la última hoja me sorprendí, no quise leerlo, pero habían unas palabras marcada con tinta rosa y brillitos, me escandalicé, me quedé estático, se me fue el aire.
Entonces volví a releerlo, "Casarme con mi mejor amigo Peter Lanzani, pero antes proponerle matrimonio yo misma, quiero poder demostrar que no necesito que un hombre lo haga por mi".
Y se quedé shockeado, ¡¿casarnos?!
Al final no hice nada, volví a dejar la agenda donde estaba, e intenté dormirme, claramente sin éxito.
Cuando amaneció se me marcaron las ojeras, me puse anteojos de sol para que Lali no lo notara, desayunamos y cada uno se metió en el auto de su familia después de cargar las valijas en el baúl.
-Vos vemos mañana-Lali me sonrió después de bajar la ventana de su auto.
Le correspondí con una sonrisa aterrado.
-Nos vemos La

Hasta el ApocalipsisWhere stories live. Discover now