Capítulo 25

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Primera semana en mi nidito de amor con Lali, la rutina es la siguiente, cada uno hace lo suyo, yo estudio, trabajo y Lali trabaja en la librería, cuando vuelve no para de escribir, amo verla tan feliz, tan inspirada.
-¿Y eso?-miré a Lali que estaba dibujando.
-Quiero poder publicar este libro para niños-me lo mostró- estoy haciendo las ilustraciones, me estoy dando cuenta de que todo este "universo" me encanta
Su sonrisa enorme me dejó embobado, me senté a su lado y besé dulcemente su mejilla.
-Acá voy a estar esperando el estreno de tu libro para niños
-Pero todavía falta mucho Lanzani-ella elevó sus cejas.
-Pero no hay mayor fan que tu marido-la dejé muda.
Ella me besó en los labios y se distrajo, terminamos juntos en la cama, entre juegos, mimos, amor, pasión...
-No puede ser que este sea mi antojo principal-Lali se rió y también le sonreí, le hice caricias en su carita.
-Puede ser, todo puede ser La la land-besé su frente y ella se puso de pie.
-Voy a darme una ducha, y no, no estoy invitándote, te lo estoy avisando así ves que cenamos
-Ok-me reí- me encargo de la cena
Ella dio media vuelta y la vi irse, estaba descalza, su altura me parecía tan encantadora.
-Hola amigo-Eugenia me llamó al teléfono fijo- los extraño, extraño que seamos vecinos de barrio
-Nosotros también a vos
-Amo que respondas también por ella, ¿cómo esta La? No la veo desde hace varios días
-Está bien, inspirada con su escritura, inquieta, podrían arreglar con las demás chicas y hacer algo..-hice una pausa- así me dan tiempo para terminar de preparar una sorpresa
-¿Otra sorpresa Juan Pedro?-la China se rió- estas malcriándola mucho me parece
-Siempre soñé con poder hacer eso, malcriarla, a ella.. que ahora es mi mujer-todavía me parecí algo increíble eso, que Lali sea mi mujer.
-¿Cuándo vas a sentirte seguro de sus sentimientos? Sé que cuando te pones en plan darle mil sorpresas es porque tenes miedo de que te deje o algo, queres mantenerla alegre y seguir así.. tenes miedo de..
-Ya no tengo miedo a eso Chinita, solo quiero consentirla, ¿acaso no puedo?
-¿Todo esto a que viene? ¿La viste con su primer novio de la infancia?
¡¿Qué?!
-¿Quién?
-Nadie, el primer noviecito de su infancia, cosa de niños-Eugenia suspiró- no es nada Peter
-Si vos decís...-le respondí no muy convencido.
La escuché reírse del otro lado de la línea.
-¡Sos un idiota Pedro! Te pusiste celoso, no pasa nada, Lali está bien, vos me dijiste que está bien, y no dudes de su amor-me retó- igualmente pienso ayudarte, mañana por la tarde vamos a merendar
-¡Gracias! Sos la mejor
-Solo lo hago porque los amo a los dos, y me encanta que tengan sus ratitos, eso se va a terminar dentro de poco
-Sí, mejor aprovecho
-Mejor-ella se rió, me saludó y cortó.
-¿Ya te encargaste de la comida Peter?-Lali se asomó acariciándose la panza y eso me causó mucha ternura, me agaché y se la besé-¿y?
-No seas ansiosa La-elevé mis cejas-¿pizza?
-¿Podemos pedir hamburguesas? Sé que es una mierda, pero quiero una hamburguesa con papas
Le hice mala cara y ella me fulminó con la mirada.
-¡Quiero eso!-se puso en modo caprichosa y antes de discutir con ella me encargué del delivery.
Lali no me habló hasta que terminó de comer, otra vez le volvió la felicidad y el buen humor.
-¿Me perdonas por estar tan loca?-ella se puso a jugar con mi pelo, me miró a los ojos y rozó su nariz con la mía.
-Estas loca desde siempre-la molesté y ella me dio un golpecito suave en su brazo- solo que ahora..
Me mordió la mejilla y la solté.
-Te pasa por decirme loca..-hizo una pausa- igual sí, estoy loca-terminó aceptándolo.
Me reí y besé varias veces su frente.
Nos sentamos en el sillón para mirar una película y a los minutos Lali se quedó dormida.

Viernes y todo lo que eso conlleva, llevé a Lali al parque donde fuimos de campamento cuando eramos chicos, esa vez me di cuenta de que ella estaba muy hermosa, asumí que estaba completamente enamorado, y me dije que no quería arruinar nuestra amistad.
-Me encanta este plan-ella tomó aire y soltó un suspiro cerrando sus ojos, cuando los abrió me sonrió- solamente esta la luz de la luna y esta vela, ¿cómo se te ocurrió? Todo esto..-señaló la comida que había preparado junto a Eugenia que sabía bastante del arte gastronómico.
-Nuestra amiga me dio una mano, y bueno, después la idea fue mía
Ella elevó sus cejas.
-Veníamos acá de camping con el colegio, pero cuando estábamos en la primaria, en primer grado
-Lo recuerdo todo La-me confesé y ella me miró sorprendida- como ibas a todos lados con tu linterna y le alumbrabas el camino por la noche a todos los que se habían olvidado la suya, a veces también te mandabas de las suyas y nos asustabas
Nos reímos juntos.
Entrelacé los dedos de mis manos con los suyos.
-¿A que va todo esto Pit?
-Nada, solo quería que volvamos a ser los de antes por un ratito, juntitos como siempre, antes de que dejemos de ser dos
-Buen punto-ella asintió, se sentó a mi lado y me abrazó, le agarró frío, la cubrí con mi campera y le compartí chocolate-gracias...
-A vos gracias.. Por haberme dado una oportunidad
Lali dejó el chocolate de lado y me miró firmemente a los ojos.
-Juan Pedro nada de gracias, te amo... te amo Peter-sostuvo mi cara entre sus manos-¿me crees?
Emocionado asentí con la cabeza.
-Es que me cuesta...
Ella me interrumpió.
-Nada, no dudes, no dudes de mi, no dudes de mis sentimientos, Peter-ella me hizo caricias en la cara y suspiró-¡me casé! E inventé lo del fin del mundo para acelerar las cosas y tenes el coraje de arriesgar mi amistad y ver si me correspondías
Eso me hizo sonreír como un idiota.
-¡Amo que te estas mandando al frente!
-Y eso lo hago porque estoy enamorada estúpido
-¡Ey la boquita!-la molesté y ella se transformó en una furia, me causaban mucha gracia sus cambios de humor, pero lo sufría mucho cuando de golpe la veía triste, en esos momentos la rodeaba con mis brazos y le dejaba besitos en la frente.
-Lali, ¿sabes algo?-le hoce mimitos en la cara y ella me prestó atención.
-¿Qué?
-Te amo-era tan fácil decirle esas palabras, lo sentía desde hace años, pero cada día el sentimiento se intensificaba más, ¿es posible? Ella es la calidez, la paz, el afecto, ella es mi persona favorita en el mundo mundial.
Ver su sonrisa me hizo sentir cosquillas, nos besamos intensamente y me mordió la boca provocándome.
-¡Sos guacha eh!-elevé mis cejas y ella asintió con la cabeza mirándome coqueta.
-¿Siguen alquilando las cabañas para acampar?-supe al segundo cual era su idea- nos podemos quedar, esta noche
-Pero no tenemos más comida, más..
Puso su mano sobre mi boca silenciándome.
-Hay un mercadito, no me digas que no te parece una buena idea, para recordar los viejos tiempos
-Ok, para recordar los viejos tiempos-terminé accediendo.
Caminamos hasta la recepción del lugar de las cabañas, pedimos una e íbamos a tener que compartirla con otras personas.
Entramos y Lali se sacó la remera, después el pantalón, la miré de reojo.
-¿Planeas caminar de acá allá así?-me reí.
-Estoy demente, pero tampoco tanto, van a putearme si me ven semi desnuda, pasame tu buzo largo
Le hice caso y se lo di, ella se lo puso y le quedaba por las rodillas.
Entró a la cama marinera y me sorprendí de lo chica que era cuando me metí a su lado.
-Se supone que tenes que dormir arriba-estaba disfrutando del controlar toda la situación.
-Pero no, estamos acá para estar juntos, no quiero terminar la noche lejos..
-¡Cómo si siempre nunca estuviésemos juntos!-siguió molestándome.
La besé y dejó de hablar, sonreí sobre sus labios y apagué la luz, ella rozó su boca en mi cuello, su respiración se aceleró.
-NO-me reí- hay otras personas
-Pero están en la otra punta de la habitación-rezongó.
-Ya sé, no vas a parar hasta que te diga sí, ¿no?
-Me conoces tan bien-me lo susurró y se sacó el buzo, me abrazó mientras daba inicio a un nuevo beso.
Su mano juguetona hizo de las suyas, y terminamos riéndonos, siendo felices en nuestra propia burbuja. 

Hasta el ApocalipsisWhere stories live. Discover now