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Theo había consumido muchos tipos de veneno a lo largo de su corta vida; muchos de ellos le fueron inyectados en su sistema como parte del experimento al que fue sometido, y muchos otros los tomaba como shots de tequila para probarse así mismo que era capaz de soportarlos.

Entonces, cuando Liam lo llevó a él, Nolan, Mason y Corey al Moonlight's club y se enfrentó por primera vez al alcohol aconitizado (según la definición de Stiles) lo vio como su vaso de todos los día, solo que con un toque entre dulce y amargo que si bien no disfrutaba, era mejor que aquellos que literalmente quemaban su interior.

El lugar era literalmente el límite de todo lo que odiaba; había más gente de la que toleraba pero no la suficiente para abrumarse o chocarse al caminar, música ruidosa pero que le permitía escuchar la conversación de su mesa (que tampoco le interesaba) y los olores eran de adolescentes hormonales alcoholizados que perfectamente podía ahogar en su misma bebida.

Estaba al límite, pero tampoco tanto.

Y mucho menos cuando después de su séptima bebida con acónito, fue sintiendo como se adormecian sus sentidos lentamente trago tras trago. A tal punto de que en determinado momento empezó un juego de shots contra Nolan en el que el par de orgullosos parecía no querer rendirse.

Todo eso porque Mason dijo que cualquier ser, humano o no, no era capaz de pasar el catorceavo shot sin vomitar a lo que Nolan dijo que iba a intentarlo y automáticamente se sumó Theo como su oponente por el simple hecho de humillarlo.

-Va a matarlo. -Mason susurró de reojo a Liam, que miraba al cazador con pesar.

-Pero no va a rendirse.

Liam rió mirando a ambos tomar el vaso sin apartar la mirada de su contrincante como para asesorarse de que no haga trampa. No iban tan rápido porque Mason los había amenazado, pero ya iban por el 4to trago (sin contar los que consumieron fuera de su reto) y Corey comenzaba a preocuparse.

-Nolan va a terminar con un coma etílico y Theo moriría antes de rendirse. Tenemos que detenerlos. Mase...

El moreno volteó a ver a su novio con una mueca, de cierta forma se estaba divirtiendo pero tenía razón, no podia dejar a su amigo morir frente a una quimera egocéntrica.

-Liam, te daré 15 dólares si haces perder a Theo. ¿Que dices?

-Lo haría inclusos sin el dinero. ¿Pero como? - el castaño regresó su vista a la barra en la que se habían sentado para que rellenaran sus vasos con mayor facilidad. Theo tenía un poco de sudor en la frente y Nolan parecía más transparente que de costumbre.

Corey y Mason se miraron momentáneamente, antes de redirigir la mirada y ver que ya iban en el noveno vaso.

-Como quieras, ¡Improvisa! - el Bryant empujón a Liam, susurrando aquello último como aliento pero aún en un tono preocupado.

El beta asintió acercándose, pero tenía sus ojos fijos en el mayor. Más que nada porque sabía que si veía a Nolan se reiría y no quería verlo perder, no frente a Theo.

Camino confiado, llegando por detrás de él y quedándose a unos pasos, viendo como el mayor dejaba el onceavo vaso sobre la barra para tomar el siguiente sin siquiera sentir que él estaba detrás.

Su postura estaba bien erguida pero inclinada hacia atrás, confiado, sabiendo que no había manera en que el humano le ganará y se regocijara de ello.

Aún así sus planes eran nulos y empezaba a ver los ojos de su cazador entrecerrarse.

Antes de poder actuar la mesera que estuvo sirviéndoles los tragos se acercó luciendo su indiscreta sonrisa coqueta al dúo, especialmente a la quimera, antes de tomar los vasos vacíos y servirlos de nuevo.

Liam rodó los ojos, demasiado obvio para atraer la atención de Raeken. Pero bastante clásico, también pensó. Tan clásico que podría burlarse de ello. Entonces ahí estaba su plan perfecto.

Dio el último paso decisivo, quedando a menos de un paso de la quimera y atrayendo la atención del cazador con el ceño fruncido, pero aún sin obtener reacción de quien quería.

Con toda la delicadeza del mundo, posó sus manos en los hombros de Theo, cerca del borde de su chaqueta y casi rozando la punta de sus dedos a su cuello. Lo sintió tensarce aún sin dejar de beber.

Más aún quedaba su Az bajo la manga.

Se inclinó apenas y la altura de su oído, levantó la mano cuidando de tocar su cuello en su camino hasta el borde de su oreja, susurró en el tono más meloso que su áspera y ebria voz le permitía:

-Theo, vamos a casa.

Entonces Theo escupió. Escupió empapando a Nolan, salpicando la barra y tosiendo desesperadamente mientras las risas de Corey, Mason y Liam empezaban a ahogarlos a ellos.

Juegos Inadvertidos.Where stories live. Discover now