𝙆𝙊𝙄 𝙉𝙊 𝙔𝙊𝙆𝘼𝙉 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉

𝟭𝟳

— De verdad fue un gusto conocerte —Dijo él sonriendo mientras se despedía de su cuñado con un corto abrazo.

— Espero que comencemos a hablarnos más seguido —Dijo Kai sonriendo levemente para luego dirigirse a la madre de los Choi.

Soobin sonrió ampliamente mientras se dirigía a su hermano y golpeaba suavemente su abdomen, el mayor no tardó en pasar su brazo por encima de los hombros del mayor mientras esté se apoyaba en su auto, ambos chicos observaron al rubio salir de la casa junto a su mamá, por lo que el menor giro su cabeza hacia el más alto.

— Me alegro de que hayas encontrado a alguien —Dijo él mientras se cruzaba de brazos.

— Se que también lo harás, solo debes esperar —Dijo Minhyuk sonriendo mientras pasaba su mano por el cabello del menor alborotando lo un poco.

— Ven a visitarnos más seguido, desapareces meses —Dijo él cruzándose de brazos.

— Ustedes también pueden ir a mi departamento a visitarme —Dijo el mayor riendo levemente mientras se levantaba del auto al ver acercarse al rubio.

— Lo tendré en mente, Kai Hyung tú también debes visitarnos —Dijo él mientras sonreía y se alejaba del auto.

— Está bien, los visitaremos pronto —Dijo el rubio asintiendo luego de mirar al mayor.

Soobin metió sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón mientras observaba al mayor encender el auto para luego marcharse, sintió la mano de su mamá colocarse en su hombro por lo que giro su cabeza para verla y sonreír levemente.

— Vamos a dentro —Dijo ella sonriendo mientras se daba media vuelta para entrar a casa.

— Adelántate... tengo que hacer algo —Dijo él sonriendo con inocencia cuando su madre volteo a verlo.

— No, Soobin conozco tus pensamientos locos, es tarde, entra a casa —Advirtió ella mientras se acercaba al azabache, pero este dio unos pasos hacia atrás y comenzó a trotar lejos de ella. — Soobin, deja a ese niño —Grito en un susurro ella mientras tomaba su rostro con una expresión de desesperó.

— No tardaré — Dijo él riendo a lo lejos mientras cruzaba la calle.

— Dios, ¿Por qué me hiciste tan buena madre? me diste una cabra loca como hijo menor — Dijo ella dando suaves golpes en su pecho mientras entraba a la casa.

Soobin por otro lado trotaba por la calle de al frente rumbo a la casa del rubio, una vez frente a ella pudo ver que está se encontraba completamente oscura, saco su celular del bolsillo trasero de su pantalón encontrando en ella dos mensajes que llevaban horas sin ser vistos, soltó un suspiro y camino por el costado de la casa hasta ver la ventana de la habitación del menor había una tenue luz, seguramente el menor estaba despierto, esa idea lo hizo sonreír de inmediato, busco el número del rubio y marco mientras miraba fijamente la ventana, la llamada pronto fue atendida.

— Soobin hyung, son la 1 de la mañana —Dijo el rubio con la voz algo somnolienta.

— Oh, ¿Estabas dormido? — Pregunto él abriendo un poco sus ojos. — Lo siento, ví la luz encendida y pensé que estabas despierto, voy a colgar, descans...

— ¿Luz encendida? —Pregunto el menor haciendo algo de ruido, poco después vio al menor asomarse en la ventana. — ¿Qué haces aquí Hyung?

— Bueno... quería verte —Dijo él algo avergonzado mientras miraba al menor desaparecer nuevamente.

— V-verme... yo, bajo enseguida, espera un momento —Dijo el menor para luego colgar la llamada.

Yeonjun guardo su celular y salió de su habitación con cuidado para no hacer ningún ruido, miro la puerta de la habitación de su padre algo nervioso mientras se dirigía hacia la escalera para finalmente bajar en silencio, fue hasta la puerta para salir mientras metía sus llaves dentro del bolsillo de su sudadera, bajo los tres escalones que habían para poder ir al patio trasero pero el mayor llegó dónde él cuando bajo el último escalón, Soobin sonrió y rodeo sus hombros y cuello con ambos brazos mientras lo abrazaba, Yeonjun abrió un poco sus ojos al sentir la calidez del cuerpo contrario ante la acción del mayor.

— Lamento no responder el mensaje, estaba demasiado contento de ver a mi hermano y con mamá nos pusimos a ordenar la casa, luego nos pusimos a cocinar y no los ví hasta ahora —Dijo el azabache mientras soltaba al menor y lo miraba fijamente.

Yeonjun agradecía que la oscuridad de la noche y la tenue luz de los focos del camino, así el mayor no podía ver el sonrojo que había en sus mejillas, bajo su mirada por unos segundos y sonrió mientras desviaba su mirada hacia la calle.

— La verdad es que no es necesario explicarme —Dijo él mientras se sentaba en uno de los escalones de su casa siendo imitado por el mayor solo que este se sentó un escalón más abajo con su cuerpo cargado hacia él para poder mirarlo.

— Aun así, puedo contarte lo, tengo la confianza para decirte las cosas —Dijo el mayor sonriendo ampliamente mientras apoyaba su cuerpo en el del menor. — Nos presentó a su novio, nunca lo había visto tan enamorado

— ¿Tiene novio? —Preguntó él mirándolo por unos segundos mientras sonría, aunque sin muchas ganas. — Me alegro por él

— Si, bueno dijo que llevan meses, pero yo me enteré apenas hace dos días y ahora nos lo presento, algún día te lo presentaré, es muy simpático —Dijo el azabache sonriendo mientras desviaba su mirada.

Yeonjun apoyo su mentón en la palma de su mano mientras escuchaba hablar al mayor, observaba sus facciones mientras esté hablaba mirando a cualquier lado menos a él, lo cual agradecía porque en ese momento se encontraba demasiado concentrado en admirar la belleza del azabache, de repente los labios del menor se encontraban quietos haciendo que él pudiera admirarlos perdido en sus pensamientos; eran gruesos y lindos, era algo que no podía negar, de repente como su volviera a su mundo levantó su mirada encontrándose con los ojos del mayor observándolo en silencio, parpadeo un poco y desvío su mirada algo avergonzado.

Soobin se levantó un poco y con su mano atrajo el rostro del menor dejando un beso en su cálida mejilla, Yeonjun abrió sus ojos y giro su rostro para encontrarse con el rostro del mayor a centímetros del suyo, Soobin se acercó rozando sus labios mientras acariciaba la mejilla del menor.

— Por favor, no lo hagas —Aquel murmullo hizo que se detuviera y dejara de sentir el roce que había entre sus labios, el menor había colocado la mano en su hombro presionando levemente como si eso pudiera detenerlo.

— Lo siento —Murmuró él mientras colocaba su mano en la nuca del menor mientras se acercaba. — De verdad lo siento —Dijo estaba vez ya sintiendo sus labios rozarse al hablar.

No tardó en envolver los labios del menor en un suave beso, sentía como el menor presionaba su hombro, sabía que luego de eso el menor iba a evitarlo, porque estaba mal, no debía besarlo, no se supone que tuviera que hacer eso; Soobin movió suavemente sus labios sintiendo al menor abrirlos levemente, pero de estés escapó un pequeño sollozó que lo hizo estremecer, se detuvo de inmediato, fue entonces cuando se alejó que se dio cuenta de que las mejillas del rubio se encontraban húmedas.

El arrepentimiento y culpa llegó de inmediato, más cuando el menor se levantó de golpe con algo de dificultad mientras subía los escalones de la casa, Soobin se levantó detrás de él y tomo su brazo intentado detenerlo, pero él se zafó con algo de brusquedad.

— Yeonjun lo siento, de verdad lo siento, por favor perdóname, no volveré a hacerlo, lo prometo, por favor no te enojes —Dijo él mientras veía al menor abrir la puerta. — Yeonjun...

Yeonjun entro a la casa rápidamente y cerró la puerta a sus espaldas, llevo ambas manos a su rostro tratando de contener sus sollozos mientras subía las escaleras para volver a su habitación, apagó la luz de su escritorio que había dejado encendida una hora atrás al quedarse dormido haciendo una tarea, está vez se lanzó a su cama y cubrió su cuerpo con las cobijas mientras sollozaba tapando su boca con una de sus manos.