CAPÍTULO XVIII

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La posición de Historia como reina de Paradis había logrado un cambio en la estructura del gobierno; todos aquellos que habían ocultado la verdad acerca del verdadero rey y de actuar en contra de la humanidad, habían sido destituidos de sus títulos y se les había asignado un castigo por sus crímenes.

Sin embargo, aquello no era lo único que había cambiado. A los días de su coronación, Historia comenzó con un plan para la creación de un orfanato para los niños que vivían en la ciudad subterránea y, con la ayuda del capitán Levi habían localizado los lugares con mayor pobreza. Mikasa lo había acompañado en cada una de las visitas a la ciudad subterránea, no era un lugar al que quisiera regresar, sin embargo, si de esa manera podía evitar que los niños sufrieran como él y sus hermanos. Parecía que todo había valido la pena, al ver a los niños correr tras Mikasa y como ella los alzaba en el aire; había quedado embelesado con la escena que no noto que Mikasa y los niños corrían hacía él.

— ¡Capitán!— el pequeño cuerpo de una niña se impactó con él.— ¡La señorita Mikasa nos tiene una sorpresa!

— ¡Dijo que nos enseñará a hacer un pie de manzana!—. Dijo otro niño.

— ¡Y nos dejará comer más de una rebanada!

— ¡Ya no puedo esperar!—. Brinco feliz uno de los niños.— ¡Vamos!

Los niños salieron corriendo y el par de azabaches comenzaron a caminar detrás de ellos. Mikasa tenía las mejillas rojas y unas pequeñas gotas de sudor caían por su sien .

— ¿Pie de manzana?—. Sonrió Levi.— No sabía que eras buena repostera.

— Es una lastima que no hayas probado mis dotes culinarios.— Rio en respuesta.— Era un postre que a mi madre le gustaba hacer; hace mucho que no lo hago, pero me sé la receta de memoria.

— Entonces seré afortunado de probar ese pie.— Beso sus labios, pero antes de que pudieran saborear los labios del contrario, los niños regresaron por ellos para presionarlos.

— ¡Son muy lentos!—. Se quejó la pequeña niña.— ¡Vamos, corran!

Los Ackerman rieron por lo bajo, pero corrieron detrás de los pequeños. Ellos realmente estaban emocionados y felices de hacer un pie de manzana, en el subterráneo no podían darse esos lujos, y aquella actividad se les hacía muy divertida. Claro que Levi se aseguró que los niños tuvieran las manos limpias y se encargó de lavar los moldes y cortar las piezas de manzana. Por otra parte, Mikasa les indicaba que ingredientes tenían que colocar primero, las cantidades que deben llevar y el tiempo de horneado. Al final, todos los niños terminaron manchados de harina, pero aquello no impidió que esperaran a que el pie estuviera listo y después de un "larga" espera, poder probarlo.

— Bien, ahora vayan a tomar un baño y tomen una siesta.— Les dijo Mikasa.— Nos veremos pronto.— Los niños los abrazaron y corrieron a sus habitaciones.— Levi, ¿has pensado en tener hijos?

— Espera... ¿Estas embara...?

— ¡No, claro que no!—. Se apresuró a responder.— Solo me llama la atención lo atento que eres con todos los niños del orfanato.

— Me agradan esos mocosos.— Contestó sin más.— Pero no me molestaría tener un hijo contigo en el futuro. Si así lo quisieras, serías una excelente madre. Esos niños te adoran.

— Yo no sé si...

— ¡Capitán!—. Los interrumpió Sasha.— El comandante me mandó a decirle que... ¡Huele delicioso! ¿Hicieron algún pastel?

— Pie de manzana,— respondió Mikasa—. Hicimos algunos para los niños, ¿quieres un poco?

— ¡Mikasa, eres una diosa!— La castaña corrió a abrazarla y comenzó a devorar la porción que quedaba.

Efecto MariposaWhere stories live. Discover now