La confesión

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--Brrr--, mensaje de la compañía, era un correo bastante preciso que decía que esa noche iba a haber malas condiciones meteorológicas, por lo cual el avión de ellos que tenía que llegar a punta cana aterrizó en su aeropuerto de alternativa asique esperas de instrucciones por la mañana, cualquier otra novedad seria informada a la brevedad al comandante a cargo.

Las nubes empezaban a asomarse por el horizonte, si bien podrían salir de todas formas con esas condiciones de baja visibilidad, el avión que había enviado la empresa era el más viejo y pequeño fácilmente temblaba hasta con un estornudo así que era mejor esperar.

---Brrrr-- era un mensaje que confirmaba lo que ya había deducido, solo que era enviado por el comandante para el resto de la tripulación.

Sasuke dejó el teléfono sobre la cama y se dispuso a tomar una ducha mientras recordaba como Hinata se había ruborizado por completo ante esa confesión, los gestos que había realizado con las manos, todo era tal como la recordaba.

Y es que el azabache minutos antes de bajar ya todo se había concordado en su mente, las indirectas de su hermano, esa voz familiar, esos gestos tan peculiares que tenía cuando se sentía incomoda con algo, la forma de hablar, expresarse, ya eran todas conocidas para él, lo confirmo aún más cuando la vio en aquel vestido, mismo tono que siempre usaba cuando era más joven y asistía a las ceremonias familiares.

Sería un pecado hacia el mismo decir que nunca le llamo la atención, la verdad siempre la encontró hermosa, para él, ella destacaba sobre el resto, pero sabía que alguien como ella no merecía a un tipo idiota como el, más bien siempre murmuraban en su cara de que una chica como ella debía estar con alguien como su hermano, y ahí se sumaba otra razón más por la cual a veces no soportaba verle la cara a Itachi.

Cuando Sasuke era más joven en ese entonces, él tampoco quería gastar su tiempo con las chicas, ya sea por bastantes malas experiencias, o mero desinterés, su tiempo se iba por completo a largas horas de estudio solo para ser reconocido, aunque sea solo un poco por sobre su hermano, pero jamás lo logro y terminó rindiéndose cuando ambos escogieron caminos diferentes y sus padres ya no estaban.



Hace varios años atrás, ...

Mikoto-san... Te imaginas nuestros hijos estén juntos y se casen algún día, imagino que el hombre de Hina-chan ya debe existir, me gustaría que cuando crezca se comprometa con un buen hombre como lo es Itachi-kun y sea muy feliz, ese es mi único que deseo como madre.

Por otro lado, el pequeño que sin querer escucho la conversación se dio media vuelta y salió por otro lado un pasillo un poco más largo hacia el jardín.

Humm...Eso lo dices porque pasan todo el día juntos esos tres, sin embargo, yo veo que son buenos amigos, Itachi-kun trata a hina con tanto amor como lo haría si tuviera una hermana, ellos se cuidan y se protegen mutuamente, en cambio Sasuke le tiene celos a Hinata porque cree que le roba a su hermano mayor y eso no creo que cambie con el tiempo. Decían entre risas mientras se servían otro poco de té a la sombra de los cerezos.

Ambas mujeres amaban pasar el tiempo tomando un té en el jardín mientras veían a lo lejos a los niños jugar al aire libre y ya era un descanso obligado de lo contrario los niños gritaban todo el día, si no se veían un fin de semana por la tarde.

Especialmente el más pequeño de los tres que jamás iba a confesar ni dar una mínima pista que en verdad aquella ojiluna era la única chica con la que podía compartir el mismo aire, no era cargosa ni se peleaba por su atención, tampoco le andaba queriendo robar besos a la fuerza, educada y siempre serena Hinata era simplemente Hinata.

El viaje -Sasuhina-Where stories live. Discover now