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Jackson se estaba cansado de que su novio no quisiera tener relaciones sexuales con él por lo que planeaba llevarlo a un club un tanto caliente, él había ido a éste varias veces estando soltero, estaba ubicado en el centro de la ciudad, muy cerca de los departamentos de ambos. Él pensaba que al entrar en este tipo de club el deseo sexual del pelirrojo volvería o aparecería, lo que él no sabía era que nunca se había ido. El pelinegro pensaba que a él no le gustaba el sexo para nada, cuando en realidad era todo lo contrario, él tenía una obsesión con el acto carnal.

Cuando el pelinegro le preguntó por ir, el pelirrojo le contestó que no quería, pero en realidad si quería, lo que no quería era que su novio se sintiera mal porque él iba a tener una erección por alguien más que no fuera el pelinegro. Hyunjin amaba ver bultos grandes como los que veía cuando iba a esa clase de club pero no podía si iba con su novio, éste lo decepcionaría al instante, cuando le recordara que tenía un pene chico.

La pareja peleó el resto de la noche, Jackson ya estaba cansado de no conseguir nada sexual con el pelirrojo, él creía que era un problema que afectaría a la pareja por lo que sugirió terapia en pareja, a esto Hyunjin sí lo aceptó.


(...)


»Felix se sorprendió cuando entró a su consultorio y vió a Hyunjin sentado en la punta de su escritorio con sus piernas abiertas, unos de sus pies estaba apoyado en la silla donde comúnmente iban sentados sus pacientes y el otro estaba sobre el aire, sus manos estaban apoyadas contra el escritorio, esto hacía que su cuerpo esté inclinado hacia atrás. El pelirrojo llevaba puesto solo una braga color rosa pálido y ésta hacia que el rubio no pueda quitar la vista de aquella zona de su cuerpo. El menor al notar esto sonrió de lado y aunque Felix no estaba viéndole el rostro pudo sentir que él lo hizo, sin saber cómo.

El rubio se acercó a él a paso lento, mientras sentía su miembro endurecerse dentro de sus pantalones, la imagen que tenía frente a sus ojos lo ponía de sobremanera. Llevó su mano hasta su entrepierna y apretó su pene con la palma de ésta, el pelirrojo al notarlo amplió su sonrisa.

—Acuéstate sobre el escritorio, Hyunjin. —Ordenó Felix con una voz más ronca de lo normal

—Sí, papi. —La última palabra no fue dicha del todo, ya que salió más como un gemido.

El pelirrojo se recostó sobre la fría madera siguiendo la orden de su papi, Felix, por otro lado, dió la vuelta al escritorio y abrió unas de las gavetas de éste, de ella sacó un consolador anal de color violeta y un pequeño paquete de lubricante, el rubio no sabía como era que este tipo de objetos había llegado hasta allí pero lo que sí sabía era que le encantaría jugar con estos en el culo de su Hyunjin.

Así que caminó de vuelta alrededor del escritorio, con el consolador y el lubricante en su mano y lo elevó para que el pelirrojo pudiera verlo, éste soltó un gemido cuando sus ojos se posaron en él, obviamente ansioso de que entre en él. Felix sintió toda la sangre de su cuerpo dirigirse a su pene cuando escuchó el gemido ronco que había soltado anteriormente el otro chico y no pudo aguantar más, así que terminó de desnudar al pelirrojo, deslizando por sus esbeltas piernas las bragas color rosa pálido, que era la única prenda que cubría el cuerpo del menor.

El rubio se posicionó entre las piernas del pelirrojo, volviéndolas a abrir y jadeó al ver la entrada de éste, empapó el consolador con lubricante, ansioso por ya penetrar al pelirrojo con el juguete y luego acercó el consolador al ano del pelirrojo, despacio comenzó a penetrarlo con éste. Hyunjin soltó un fuerte gemido cuando sintió el principio del juguete entrar en él, y luego unos cuantos más leves a medida que sentía las sensaciones que le provocaba las ondulaciones de éste.

Felix esperó a que el pelirrojo se adaptara al juguete, mientras él desprendía su pantalón y lo bajaba junto a su ropa interior, deslizó su mano sobre su pene, moviéndola sobre éste lentamente, desde la base hacia la punta, con su mirada fija en el menor.

Cuando Felix notó que el cuerpo del menor se relajó, dejo de deslizar su mano por su miembro para llevarla hasta el juguete y comenzar a embestirlo con éste, sacándolo y volviéndolo a meter en Hyunjin, al principio lentamente y sin mucha profundidad pero aumentando la velocidad a medida que pasaba el tiempo.

—¿Felix? ¿Estás bien? —El rubio volvió a la realidad, luciendo completamente aturdido, en cuanto escuchó el llamado de Hyunjin. El pelirrojo estaba apoyado sobre el escritorio con el ceño fruncido, mirándolo atentamente.

Él se había estado imaginando todo eso, mientras el pelirrojo le hablaba. ¡Él era el peor psicólogo del mundo!

Felix movió un poco su cabeza, intentando quitar de su mente esos pensamientos. —Sí, disculpa, Hyunjin. —Sonrió amablemente y se removió incómodo en su asiento, tenía una gran erección en sus pantalones. —¿Que decías?

Hyunjin sonrió amplio y volvió a acomodarse en su asiento, sentándose como debería, Felix pensaba que él sabía exactamente que había estado imaginando, pero quizás era solo él mismo siendo paranoico.

—Decía que Jackson piensa que deberíamos comenzar a ir a terapia en pareja, él dice que tengo un problema con el sexo porque no quiero tenerlo con él, cuando en realidad el problema es su pene. —El menor habló rápido, solo con su tono de voz se podía saber cuán molesto estaba por ello. Felix soltó una fuerte risa, aunque se arrepintió de haberlo hecho a los segundos, ya que el pelirrojo lo miró mal. — En fin, ¿haces terapia en pareja?

El rubio dudó por un momento, él no quería ver al chico pelirrojo con su novio juntos aunque luego de reflexionarlo mejor, pensó en que podría burlarse de alguna forma, indirectamente, de Jackson. —No muy seguido pero sí.

Hyunjin sonrió ampliamente luego de contestarle con un "Genial, entonces vendremos contigo" y le volvió a hablar sobre Jackson y las peleas que habían tenido.

A Short Pennis〚Hyunlix〛Where stories live. Discover now