Capitulum 3

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-"¿Deku kun?"

-"Uraraka san, hola"

Contesta la llamada mientras sigue distraído buscando entre las cajas llenas de polvo que tiene abandonadas en el cuarto de invitados.

-¿no vendrás a la cafetería de nuevo?

-aah...bueno, no-suspira derrotado por no poder ocultarle-veras es que...

-tú invitado, cierto-contesta por él la castaña.

-aah...si-asiente para sí mismo-veras, él aún no puede irse, se está recuperando pero aún le falta, quizás se quede ah...

Piensa mirando a la pequeña hadita comiendo unos trocitos de fresa que corto para él sobre una de las repisas.

-...quizás él se quede una o dos semanas más, depende.

-depende ¿de qué?

-de su...herida y su problema familiar también y...

-Deku kun, podemos ir y ayudarles, sabes que...

-¡no! Digo, esta bien así-mueve objetos al azar nervioso-él es un poco muy tímido-resalta la palabra "muy"-tiene...¡fobia social!, si, es alérgico a las personas.

Shōto lo ve desde la repisa con mirada fulminante, si pudiera le diría que él también parece ser alérgico a las personas porque lo oía evadir a la voz del aparato ese desde hace días.

Uraraka suspira rendida, Izuku estaba seguro que no le había creído, pero no es como que tampoco estuviera echándole mentiras.

-bien, nos vemos mañana en la uni, adiós Deku kun, todos te mandan saludos.

-igual Uraraka san, saludos a todos.

Al fondo antes de que cuelgue puede escuchar un derrotado "no vendrá" de la castaña y se siente un poco mal.

Pero ahora mismo tenía cosas importantes, como la promesa que le hizo al pequeño Shōto.

Y no, no lo estaba usando de excusa para quedarse todo el día en casa y no salir por pereza.

Por supuesto que no.

Él tenía que cuidar a la pequeña (ya no tan herida) hada hasta que sanara y tenía que ir a salvar toda una comunidad de hadas, debía prepararse.

Por supuesto que si.

Por eso mismo, tenía su mochila amarilla llena de objetos de campo y no de libretas para ir a la Uni, llevaba cosas como una red de mariposa, una navaja suiza, repelente para los mosquitos, un botiquín de emergencia, una lámpara, a y porque no, un lonche.

Si, estaba preparado.

Claramente no iba a una excursión pero empacar como si lo fuera, le hacía sentir menos nervioso y temeroso de la locura que estaba por cometer.

-listo

Cierra su mochila y la coloca sobre su espalda y suelta aire antes de ver al hada con decisión.

-Shōto kun, vámonos.

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Evermore -dekutodoWhere stories live. Discover now