Capítulo 14

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Miré a Leo, que me observaba con curiosidad.

-Eh... ¿ahora?

-Sí. Bueno... si no te viene bien nada. Pero he venido a tomar algo por aquí con unos colegas y...- pareció ponerse nervioso, lo que me hizo sonreír.

-¿Dónde estás exactamente?

-Cerca de la copistería grande. ¿Sabes cuál digo?

-Sí.- medité un par de segundos. ¿Quería ver a Alex?

Precisamente en ese momento estaba disfrutando mucho de la conversación con Leo, pero por otro lado tal vez la llamada de Alex era una señal...

-¿Te veo entonces?- preguntó.

-Es que... ahora mismo estoy en casa, con amigos.

-Ah... Sí, es un poco tarde además...- añadió él con un tono que me pareció algo decepcionado.

-Si quieres nos vemos la semana que viene.- propuse.

-¡Ah! Genial. Sí, cuando quieras.

-Perfecto. Te veo pronto, Alex.

-Adiós, Gala. Pásalo bien.

Al colgar el teléfono volví a mirar a Leo. Tenía una sonrisa burlona dibujada en los labios.

-¿Estoy interrumpiendo algo?- preguntó divertido.

Mi reacción fue ruborizarme y apartar la mirada. Inevitablemente encontré similitudes entre su llamada con Olivia y la mía con Alex. ¿Acaso no estaba él haciendo exactamente lo mismo que yo?

-No, para nada. ¿Qué decías?- respondí, tratando de cambiar de tema.

-A mí también me gustaría verte la semana que viene. Hay una exposición que creo que podría gustarte. ¿Podrás encontrar hueco en tu apretada agenda?

¿Se estaba burlando de mí? En cualquier caso, me daba igual. Acababa de proponerme vernos, y parecía tener en mente un plan a solas. Estaría mintiendo descaradamente si dijese que no me moría de ganas de pasar tiempo con Leo. ¿No es eso cruzar los límites? No. Los amigos hacen planes y quedan.

-Pues no lo sé... realmente mi agenda es muy, muy apretada.- respondí sonriendo.- Pero creo que podré encontrar un hueco.

Leo esbozó una sonrisa radiante al escuchar mi respuesta.

-Genial, te escribiré con los detalles.

Y así llegó la semana siguiente. Mientras caminaba por los pasillos de mi facultad, yendo a mi siguiente clase, una chica me paró por el camino.

-Perdona, ¿sabes dónde es la clase de Historia del Arte?- preguntó con un fuerte acento inglés.

-¡Sí! Yo voy a esa clase ahora mismo. Si quieres vamos juntas.- propuse con una sonrisa.

-¡Muchas gracias! Llegué a finales de la semana pasada y estoy muy perdida. No pude asistir a las primeras clases.- suspiró mientras caminábamos.

-No te preocupes, no te perdiste nada relevante. ¿Eres estudiante de intercambio?

-¡Sí! Vengo de Manchester. ¿Y tú? ¿Eres de Madrid?

-No, he venido a estudiar, estoy en mi primer año.- sonreí de vuelta. ¿Estaba teniendo mi primera conversación real con alguien?

-Nice. Yo estoy en el tercero, pasaré aquí el año. Soy Sandra, por cierto.- extendió su mano y la estreché con gusto.

-Yo soy Gala. Si necesitas cualquier cosa, dime sin problema.

Las miradas fugacesOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz