Cap. 45 ꕥ

3.9K 282 354
                                    


-"Cobrar venganza" no te hará sentir mejor, Amity.

-Ya te dije que no es venganza.

-Quizás no lo dijiste, pero te conozco desde hace mucho y sé que quieres lograr con esto.

-Solo haz lo que te digo, Bo. Y si las cosas salen como las planeo, te subiré el sueldo.

-Yo no-

-Tick tack. Se te hace tarde para ir al trabajo.

Luego de la vergonzosa escena que Amity pasó en la mañana gracias a Luz, se puso a pensar en muchas cosas.

Hasta que su subconsciente le dijo lo que debía hacer.

-Mi cabello se ve tan... pasado de moda.- Dijo agarrando y viñedo un mechón de su cabello.

. . . .

Hisao había vuelto a Los Ángeles justo el día en que los gemelos se enfermaron.

Volvió porque renunció trabajar con el padre Amity ya que era muy exigente y casi siempre estaba de un humor no muy tolerable para el japonés.

Por lo que le dijo a Bo y esta le respondió que necesitaban a alguien que cocinara y limpiara la casa por el tiempo que aún se quedarían, así que postuló para el trabajo y Amity lo contrató como mayordomo.

-Hisao, ¿como están nuestros peces? ¿Y con quién se quedaron?

-Peces estar deliciosos.

-¿¿Qué estaban que???

-Deliciosos.

Ambos niños automáticamente se dieron cuenta a lo que el japonés se refería.- ¿¿TE LOS COMISTE?? ¿¿COMO??

-Fácil, Hisao sacarlos de pecera y esperar a que se ahogaran para cortarlos por la mitad y condimentarlos para freírlos.

Los gemelos empezaron a sollozar al pensar en que sus queridas mascotas ahora estaban muertas.

Amity los escuchó y se preocupó al pensar que la varicela les empezaba a molestar.

Así que se acercó al cuarto de los niños para ver cómo marchaba todo.

-¿Que pasa? ¿Por qué están llorando?

-¡Hisao er hat unseren fisch gefressen!.- Respondieron con tristeza y alteración.
(¡Hisao se comió a nuestros peces!).

La mayor puso su mirada en el chico.- ¿Eso es cierto?

A la ojiambar no le gustaba ver llorar a sus hijos. Creía que las lágrimas de sus gemelos no debían derramarse en vano por nada que fuera tan simple e insignificante.

-Tu silencio habla de más. ¿Por qué lo hiciste?

-¿No era para hacerlo?

-No.

-Hisao sentirlo, Amity-san.- Hizo una reverencia hacia la nombrada y los niños.- Sentirlo mucho Emit-san y Luna-san.

La mayor sabía que los gemelos se quedarían con Luz por un año y que ella no podría cuidar de esos peces cuando regresara a Alemania.

Así que dejó pasar este imprevisto y tranquilizó a los menores.

Luego de un rato consolándolos y que ya estuvieran más calmados decidieron decirle la verdad a su madre.

-Mamá, tenemos que decirte algo.

-Claro, díganme.

-Luz nos compró un conejo.

 MY DEAR DESTINY LUZ - LUMITY -Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora