Cap. 36 ꕥ

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Hospital de LA.

—¿¿Dónde está?? ¿¿Que le pasó??

Una Alemana hablaba en un tono de preocupación mientras caminaba rápidamente hacia Luz, quién la había llamado.

—Está en la sala de emergencias.

—¡Pero por qué! ¿¡Que le pasó!? ¿¡De desmayó en la calle?!

—Tuvo un accidente.– Dijo angustiada.

—¿¡Qué?! ¡¿Cómo pudo pasar?!

Luz no le mintió, le dijo exactamente todo lo que en verdad había pasado.

—¿¡COMO PUDO HACER ALGO ASÍ?! ¿¡QUE LE COSTABA VOLTEARSE SOLO UN SEGUNDO?!.– Comenzó a levantar la voz.–¿¡Es que acaso no podías tener corazón por la madre de tu futuro hijo?!

—¿Por la qué....

Sus ojos se abrieron como platos y a la misma vez su rostro mostraba confusión.

—No me diga que la señorita Amity no se lo dijo...– Llevó sus manos a su cabeza.– kann nicht sein.

—¿Ella está... embarazada?.– Balbuceó.

Bo ya no le quiso responder y se sentó a unas sitios de ella.

La asistente empezó a rezar en Alemán en un lado, mientras que Luz seguía en estado de trance.

Hasta que el Doctor salió y Bo se paró deprisa para acercarse a él. Lo conocía ya que era el mismo que atendía a su jefa en su control prenatal y Luz copió su acto.

—¿¿Cómo está la señorita Amity??.– Cuestionó inquieta.– ¿¿Y el bebé?? ¿¿Ellos están bien??

El doctor dio un gran suspiro, haciendo que las dos chicas quienes lo escuchaban se preocuparan a un más. Y empezó a explicarles con todo detalle lo que había pasado y como se encontraba la ojiambar en este momento.

. . . . 

Pasaron unas largas horas, pero al fin la enfermera les dió permiso para poder entrar a la habitación donde se encontraba Amity.

Bo dijo que Luz entrará primero y luego ella, pero que si Amity comenzaba a alterarse o a llorar la llamará de enseguida para avisarle al Doctor.

Luz se adentró con mucho cuidado al cuarto y sin hacer ruido para sentarse en el mueble que estaba cerca junto a la camilla donde descansaba la pelimorado.

Ya sentada solo se acreedia a mirarla. Esperando a que se despierte por su propia cuenta y así poder hablar con ella.

Hasta que la ojiambar empezó a abrir lentamente sus ojos.

—Amity... ¿Cómo te sientes?.

—¿Y el bebé?.– Fue lo primero que dijo al mirar a su alrededor y ver a Luz.– ¿Cómo está?

Se sentía muy débil pero hizo un esfuerzo para sentarse en la cama sin bajar los pies.

Luz la ayudó a sentarse ahí mismo, pero no le contestaba la pregunta. No sabía como explicarle lo que el Doctor les había dicho.

—¿Por qué no me respondes?.– Empezaba a preocuparse.

—El bebé... – No se le salían las palabras.

—No, no, no. No lo pude haber perdido. ¿Cierto?.– Hablaba mientras que de su cara empezaban a deslizarse lágrimas.– ¡Responde!

Luz la abrazó muy fuerte al ver que la contraria empezó a llorar aún más desolada.

 MY DEAR DESTINY LUZ - LUMITY -Kde žijí příběhy. Začni objevovat