Capitulo 42: Debe decirselo

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Hubo un momento de silencio cuando la profesora abrió la puerta, estábamos llenos de barro, suciedad y, en mi caso sangre

Sra. Weasley: ¡Ginny!—grito aliviada y llorando delante de la chimenea, se puso de pie junto con el sr. Weasley y la abrazaron

Mire detrás de ellos y estaba el profesor Dumbledore enfrente de la chimenea sonriéndome junto a la profesora McGonagall, quien en realidad respiraba con dificultad y una mano en el pecho. Fawkes pasó cerca de mi para poderse posar sobre el hombro de Dumbledore, y sin darme cuenta la señora Weasley me abrazaba junto a Ron

Sra. Weasley: ¡La han salvado! ¡La han salvado! ¿Cómo lo hicieron?

McGonagall: Creo que a todos nos encantaría enterarnos —dijo en un hilo de voz

La señora Weasley me soltó dudando, se acercó a la mesa dejando el sombrero, la espada y el diario destrozado; solté una bocanada de aire que contenía sin darme cuenta y empecé a contar todo, ellos me miraban expectantes sin decir ni una sola palabra. Empecé diciéndoles lo de la voz que solo yo podía escuchar, que ___ y Hermione descubrieron lo que era y cómo se movía por las tuberías, que seguimos a las arañas por el bosque y nos habían dicho donde había muerto la víctima que era Myrtle y que la cámara de los secretos estaba en los baños...

McGonagall: Muy bien —hablo cuando tome un descanso— así que averiguaron dónde estaba la entrada, quebrantando demasiadas normas, añadiría yo... pero ¿cómo demonios conseguiste salir con vida, Potter?

Mis ojos se abrieron más y mi garganta estaba seca de tanto hablar, pero pude contarles cómo Fawkes llegó con el sombrero quien me dio la espada; trague saliva en seco y empecé a titubear porque no quería delatar a Ginny quien seguía llorando en el hombro de su madre, no podía parar de pensar en qué si la expulsaban sería mi culpa por delatarla, porque el diario no tenía pruebas; así que miré a Dumbledore quien me dio una leve sonrisa

Dumbledore: Lo que más me intriga —dijo con una voz tranquila y amable— es cómo se las arregló lord Voldemort para embrujar a Ginny, cuando mis fuentes me indican que actualmente se halla oculto en los bosques de Albania—solté un suspiro de alivio

Sr. Weasley: ¿Qué... qué? —preguntó atónito—¿Sabe qui-quién? ¿Ginny embrujada? Pero Ginny no ha... Ginny no ha sido... ¿verdad?

Harry: Fue el diario —dije inmediatamente tomando entre mis manos aquel pequeño diario y enseñándoselo a Dumbledore— Ryddle lo escribió cuando tenía dieciséis años

Dumbledore tomo el diario que sostenía y examinó cada pequeño detalle de sus páginas quemadas y mojadas

Dumbledore: Soberbio —dijo con suavidad— por supuesto, él ha sido probablemente el alumno más inteligente que ha tenido Hogwarts —volteó hacia los Weasley, quienes lo miraban perplejos—muy pocos saben que lord Voldemort se llamó antes Tom Ryddle. Yo mismo le di clase hace cincuenta años en Hogwarts; desapareció tras abandonar el colegio... recorrió el mundo... profundizó en las Artes Oscuras, tuvo trato con los peores de nosotros, acometió peligros, transformaciones mágicas, hasta tal punto que cuando resurgió como lord Voldemort resultaba irreconocible. Prácticamente nadie relacionó a lord Voldemort con el muchacho inteligente y encantador que recibió aquí el Premio Anual

Sra. Weasley: Pero Ginny... ¿Qué tiene que ver nuestra Ginny con él?

Ginny: ¡Su... su diario! —dijo entre sollozos— he estado escribiendo en él, y me ha estado contestando durante todo el curso...

Sr. Weasley: ¡Ginny! —estaba atónito— ¿No te he enseñado una cosa? ¿Qué te he dicho siempre? No confíes en cosas que tengan la capacidad de pensar pero de las cuales no sepas dónde tienen el cerebro ¿Por qué no me enseñaste el diario a mí o a tu madre? Un objeto tan sospechoso como ése, ¡tenía que ser cosa de magia negra!

Siempre fue ella (Harry potter y tú) [segundo año]Where stories live. Discover now