Capitulo 22: Poción Multijugos

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*Narra __*
Debajo de un espejo grande, quebrado y manchado, había una fila de lavabos de piedra en muy mal estado. El suelo estaba mojado y reflejaba la luz triste que daban las llamas de unas pocas velas que se consumían. Las puertas de los retretes estaban rayadas y rotas, y una colgaba fuera de los goznes.

Hermione nos pidió silencio con un dedo en los labios, se fue hasta el último retrete y la seguí.

Hermione: Hola, Myrtle, ¿qué tal?

Harry y Ron se acercaron a ver. Myrtle la Llorona estaba sobre la cisterna del retrete, reventándose un grano de la barbilla.

Myrtle: Esto es un aseo de chicas —dijo, mirando con recelo a Harry y Ron— Y ellos no son chicas.

___: No —confirmé — Sólo quería enseñarles lo... lo bien que se está aquí —Con la mano, indique vagamente el espejo viejo y sucio, y el suelo húmedo

Harry: Pregúntale si vio algo —dijo a mi y a Herms sin pronunciar, para que le leyera los labios.

Myrtle: ¿Qué murmuras? —le preguntó mirándole.

Harry: Nada —se apresuró a decir— Queríamos preguntar...

Myrtle: ¡Me gustaría que la gente dejara de hablar a mis espaldas! —dijo con la voz ahogada por las lágrimas— Tengo sentimientos, ¿saben?, aunque esté muerta

Hermione: Myrtle, nadie quiere molestarte —dijo— Harry sólo...

Myrtle: ¡Nadie quiere molestarme! ¡Ésta sí que es buena! —gimió— ¡Mi vida en este lugar no fue más que miseria, y ahora la gente viene aquí a amargarme la muerte!

Hermione: Queríamos preguntarte si habías visto últimamente algo raro —dijo dándose prisa— Porque la noche de Halloween agredieron a un gato justo al otro lado de tu puerta.

__: ¿Viste a alguien por aquí aquella noche? —le pregunté

Myrtle: No me fijé —dijo con afectación— Me dolió tanto lo que dijo Peeves, que vine aquí e intenté suicidarme. Luego, claro, recordé que estoy..., que estoy...

Ron: Muerta ya —dijo con la intención de ayudar.

Myrtle sollozó trágicamente, se elevó en el aire, se volvió y se sumergió de cabeza en la taza del retrete, salpicándonos, y desapareció de la vista; a juzgar por la procedencia de sus sollozos ahogados, debía de estar en algún lugar del sifón.

Harry y Ron se quedaron con la boca abierta, pero Hermione, que ya estaba harta, se encogió de hombros

Hermione: Tratándose de Myrtle, esto es casi estar alegre. Bueno, vámonos...

Harry acababa de cerrar la puerta, cuando una potente voz nos hizo dar un respingo a los tres

X:¡RON!

Percy Weasley, con su resplandeciente insignia de prefecto, se había detenido al final de las escaleras, con una expresión de susto en la cara.

Percy: ¡Esos son los aseos de las chicas! —gritó—¿Qué estás haciendo?

Ron: Sólo echaba un vistazo —dijo encogiéndose de hombros— Buscando pistas, ya sabes...

Percy parecía a punto de estallar. Me recordó mucho a la señora Weasley, cuando hacíamos bromas a Ron.

Percy: Márchense... fuera... de aquí... —dijo, caminando hacia nosotros con paso firme y agitando los brazos para echarnos— ¿No sé dan cuenta de lo que podría parecer, volver a este lugar mientras todos están cenando?

Ron: ¿Por qué no podemos estar aquí? —repuso acaloradamente, parándose de pronto y enfrentándose a Percy— ¡Escucha, nosotros no le hemos tocado un pelo a ese gato!

Siempre fue ella (Harry potter y tú) [segundo año]Where stories live. Discover now