Capitulo 17: Como en los viejos tiempos

268 20 0
                                    

Llegó octubre y un frío húmedo se extendió por los campos y penetró en el castillo. La tía Pomfrey, la enfermera, estaba atareadísima debido a una repentina epidemia de catarro entre profesores y alumnos. Su poción Pepperup tenía efectos instantáneos, aunque dejaba al que la tomaba echando humo por las orejas durante varias horas. Ginny Weasley tenía mal aspecto, Percy le insistió hasta que la probó. El vapor que le salía de debajo del pelo producía la impresión de que toda su cabeza estaba ardiendo. Fue extraño que no me diera; sentía mi sangre cálida.

Gotas de lluvia de un tamaño algo grandes golpeaban contra las ventanas del castillo durante días y días; me gustaba ver por la ventana cómo caían, era hermoso; el nivel del lago subió, los arriates de flores se transformaron en arroyos de agua sucia y las calabazas de Hagrid adquirieron el tamaño de cobertizos, si me ponía detrás de ellos ni siquiera me podía ver; admito que era más baja que los de mi edad.

El entusiasmo de Oliver, sin embargo, no se enfrió, y por este motivo, a última hora de una tormentosa tarde de sábado, cuando faltaban pocos días para Halloween, nos encontrábamos volviendo a la torre de Gryffindor, cansados hasta los huesos y salpicados de barro.

Aunque no hubiera habido ni lluvia ni viento, aquella sesión de entrenamiento tampoco habría sido agradable. Fred y George, que espiaban al equipo de Slytherin, habían comprobado por sí mismos la velocidad de las nuevas Nimbus 2.001. Dijeron que lo único que podían describir del juego del equipo de Slytherin era que los jugadores cruzaban el aire como centellas y no se miraban de lo rápido que volaban.

Después del entrenamiento me enferme, si ya sé; dije que sentía mi sangre cálida, pero como no me iba a enfermar si en si me bañe en la lluvia. Me sentía cansada, mis ojos pesados, y solo quería dormir.

Hermione: ___... tienes que ir con Pomfrey, estás enferma...

___: no quedo ir... me saldrá humo por las odejas y do quedo...—me agarro por la mano y me jalo hasta llegar a la enfermería—Hermione te dije que do quedo...—soné mi nariz con un pañuelo que tenía.

Pomfrey: o mi niña, estás enferma... deja te doy Pepperup...—me hizo que la tomara y de mis orejas salía humo; parecía que estaba enojada, voltee con Herms quien intentaba no reírse junto a Ron y Harry.

__: edes terca—dije a Hermione

Hermione: pero así me quieres—y reí un poco

*Narra Harry*
Caminaba por el corredor desierto con los pies mojados, cuando me encontré a alguien que parecía tan preocupado como yo. Nick Casi Decapitado, el fantasma de la torre de Gryffindor, miraba por una ventana, murmurando para sí: «No cumplo con las características... Un centímetro... Si eso...»

Harry: Hola, Nick —dije.

Nick: Hola, hola —respondió dando un respingo y mirando alrededor.

Llevaba un sombrero de plumas muy elegante sobre su largo pelo ondulado, y una túnica con gorguera, que disimulaba el hecho de que su cuello estaba casi completamente seccionado. Tenía la piel pálida como el humo, y a través de él podía ver el cielo oscuro y la lluvia torrencial del exterior.

Nick: Pareces preocupado, joven Potter —dijo plegando una carta transparente mientras hablaba, y metiéndosela bajo el jubón.

Harry: Igual que usted —dije

Nick: ¡Bah! — hizo un elegante gesto con la mano—un asunto sin importancia... No es que realmente tuviera interés en pertenecer... aunque lo solicitara, pero por lo visto «no cumplo con las características». —A pesar de su tono displicente, tenía amargura en el rostro—Pero cualquiera pensaría, cualquiera —estalló de repente, volviendo a sacar la carta del bolsillo—que cuarenta y cinco hachazos en el cuello dados con un hacha mal afilada serían suficientes para permitirle a uno pertenecer al Club de Cazadores Sin Cabeza.

Siempre fue ella (Harry potter y tú) [segundo año]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant