SUBMISSIVE [ LIBRO 2 ]

⧷𝙲 𝙰 𝙿 𝙸 𝚃 𝚄 𝙻 𝙾 𝚇⧷

KAÍN DAIV

Juego.

Voy saliendo de mi colegio junto con mi niñera en dirección al parque, desde que conocí a Ashe; he venido a jugar a diario con ella, siempre la encuentro hurgando la basura y encontrando cosas.

¿Qué es lo que busca?

¿No sabrá que hurgar la basura es malo?

De todos modos, le he dicho a mami que, si puedo venir a jugar todos los días con ella, le explique que es una niña rara que no puede hablar y que hace cosas muy graciosas con sus manos, ella me explicó que ella no escucha y no habla, por eso usa sus manos para hablar.

Mami es una médico muy inteligente; y me enseña muchas cosas, ella dice que para poder entenderla; tengo que aprender a hacer las cosas que ella hace con sus manos y dedos, es por eso que todas las noches después de comer subo a mi habitación y con mi Tablet pongo en YouTube videos para aprender a hablar con la mano, y pues al principio me salían videos de títeres, y aunque me entretuvieron eso no era lo que buscaba, luego mami me dijo que debía buscar lenguaje de señas; y ahí encontré videos, donde me enseñan a hablar como lo hace Ashe.

En la última semana he aprendido a decir hola, tengo hambre, y adiós, no es mucho, pero mami dice que si sigo así; pronto podré hablarle a Ashe y decirle que sea mi amiga.

Corro al pasar la calle, contra el parque, intentó buscar a Ashe, pero por más que intento no la encuentro, es así que hablo con los señores que allí venden golosinas y les pregunto por ella, ninguno me responde donde esta.

—Señor buenas, ¿has visto una niña como de esta altura?—Digo señalando con mi mano como mami me enseñó— ¿De ojos chistosos llamada Ashe?

—Oh pequeño, buscas a Ashe, la verdad no la he visto desde ayer, supongo que no ha salido, ella vive aquí a dos cuadras; en una casa pequeña con más niños, si quieres puedes ir a preguntarla—Mi niñera recibe las indicaciones y me ve con cansancio.

—Por favor llévame, quiero verla, quiero saber que está bien y no esta enfermita—Digo mientras la veo con cara de perrito triste.

—No se Kaín, esa zona no es segura; si quieres voy yo y tú me esperas aquí comiendo helado, ¿te parece?

—Está bien, quiero por favor un helado de chocolate, y por favor me das otro de fresa para Ashe cuando venga por favor—Digo.

LISSETH EDWARDS

Desde la vez que traje a Kaín al parque se ha encariñado mucho con la niña sorda, no es que no me agrade, pero es una niña muy diferente a él, según su maestra casi no interactúa con nadie, es muy callado; y ni siquiera es capaz de jugar con otros niños, pero con ella es como si se abriera, es un niño muy curioso, y para mi sorpresa supremamente inteligente, solo tiene cinco años y ya divide, juro que ese niño me hace ver como una idiota, porque yo a mis veinte no recuerdo cómo se divide.

Ok, algo más en lo que soy patética.

Camino por la calle que me indicaron con prisa, ni siquiera sé porque voy a buscar esta niña, pero siento que si no lo hago Kaín se pondrá triste, y la verdad es un chico tan dulce, noble y tierno, poco a poco me encariñe con él, su sonrisa, su calidez con cada abrazo, sus lindas canciones que canta cuando vamos a su escuela, todo en él causa esa sensación de calidez.

Llego a una casa algo vieja y fea, puedo ver que allí hay más niños, paso una puerta de rejas que deja ver el jardín interior de la casa bastante deteriorado.

—¿Hola, disculpa aquí vive Ashe? —Le digo a una niña de unos diez años, ya se ve más alta y más grande.

—¿La sorda? Si, está con su hermana la mongólica adentro, la boba casi se mata bajando las escaleras—Dice la niña ya con una voz más adolescente, parece que no tiene diez.