Gracias, Intercambio de Parejas

Repiteme de nuevo: ¿Por qué estoy aquí?

(Kawanishi)

-Repítemelo de nuevo... ¿Por qué estoy aquí? -Mire con cansancio a mi ex sempai.

-Porque Eita y Shirabu no nos dejan entrar a tu departamento y yo olvide las llaves del mío. -Yamagata-san me contesto.

-Pero... enserio, de todos los lugares posibles... ¡¿Por qué tuvimos que venir a casa de Tendou-san?! -Replique exasperado. -No tengo nada en contra de los animales, y aun así... ¡¿Por qué tiene tantos?! –

-Porque son lindos. -Mi otro ex sempai apareció. -Taichi, ¿cuál es el problema? Ellos son encantadores. –

- ¿Qué hay de encantador en que uno de tus perros destrozara mis jeans? Oh, ¿y que sucede con ese loro tuyo? ¡¿Por qué tiene que hablar como tú?! ¡No me gusta! ¡Da miedo! -Me queje. -Sabes que, no me respondas. Prefiero dormir frente a la puerta de mi departamento antes que aquí. Adiós. –

- ¡Taichi! -Tendou-san me llamo, pero no me voltee.

-Kawanishi, vamos. -Yamagata-san también lo intento, sin embargo, no voy a cambiar de opinión.

Una hora... una sola hora... ¡Y QUIERO ESCONDERME DEBAJO DE MI CAMA! ¡¿DÓNDE ESTÁ KENJIROU CUANDO LO NECESITO?!... Seré un alfa, pero creo que todos, incluyéndome, sabemos quien lleva los pantalones en mi relación...

-Taichi, ven. Mira, te preparare tu comida favorita. -Tendou-san se atravesó en mi camino.

-No, Tendou-san. -Negué. -Me iré a casa y le rogare a mi omega. –

-Taichi, Taichi. No. -Mire a mi ex sempai con resignación. -Si siempre le ruegas, se acostumbrará a conseguir lo que quiere de ti. –

Demasiado tarde, Tendou-san. Él ya se acostumbró... y no es como si me importara. Después de todo, es raro que mi conejito se equivoque en algo.

-Kawanishi... -Yamagata-san comenzó, pero de repente nuestros teléfonos sonaron a la par. -Oh, vaya. –

Saque mi celular de mi bolsillo y lo desbloquee... Oh, diablos...

- ¿No se supone que nosotros somos los sensatos? -Cuestione parado frente a la entrada del departamento de Kenma.

-Si. -Tsukishima asintió sin mirarme.

- ¿Entonces por qué estamos frente a la guarida de un demonio?... Encima, dentro hay más demonios... ¡Te das cuenta de que es posible que Kenjirou también este aquí, ¿verdad?! -Exclame.

-Sí. -Tsukishima volvió a asentir. – Y Suga-san también... y el Rey... y Noya-san... y Kunimi... y todos los omegas. –

-Lo repito. Entonces, ¿por qué estamos aquí? -Lo mire con exasperación.

-Vamos, Taichi. Hay que apoyar al enamorado. -Tendou-san declaro detrás de mí.

-Somos amigos, hay que apoyarnos. -Ushijima-san asintió.

Malditos sean mis ex compañeros de equipo... ¿por qué no fui a otra escuela?... Datekou... Wakutani... había tantas... ¡¿Por qué no fui a una de ellas?!... Ah, sí. Si no hubiera ido a Shiratorizawa, no hubiera estado con Kenjirou...

-Bien, ¿listos? -Komori nos miro con preocupación. -A la cuenta de tres... uno... dos... -

Me prepare para ver a los omegas gritarnos... me prepare para que nos echaran o llamaran a seguridad... ¡Hasta me prepare para recibir una bofetada! Entonces... ¡¿Cómo es que sin que abrieran la puerta nos cayo agua encima?!

- ¡¿Y eso por qué?! -Oikawa-san chilló. - ¡Aún no hicimos nada! –

-Es un adelanto. -Se escucho la voz de Suga-san por un altavoz escondido.

- ¡Suga-chan, cruel! -Oikawa-san replico. -Déjanos pasar. Tenemos algo par Yaku-chan. –

-No lo sé... déjenme pensarlo. -Suga-san respondió y por un rato, no volvimos a escuchar su voz. -Bien, pueden pasar. –

Apenas se abrió la puerta, el gran alfa desaparecido entro corriendo.

- ¿Quién crees que lo matará primero? ¿Yaku-san o Kenma-san? -Tsukishima me cuestiono.

Buena pregunta. Estamos a punto de averiguarlo. 

¡EH VUELTO! ¡FINALMENTE TERMINE DE TRABAJAR! Ay, lectores. No saben que aliviada que estoy de terminar. Ahora, sí. A ver si actualizo todas mis historias (o las que pueda). 

Saludos.