Lev dice la verdad

513 85 5
                                    

(Kindaichi)

¡Ay, Dios! ¡Esto está mal! ¡Esto está muy mal! Apenas llegamos al hospital, todos los omegas ya tenían la vista fija en mis amigos alfas.

-Aki, ¿no puedes distraerlos por un segundo? -Pregunte a mi novio, que vino con nosotros.

-Puedo, pero eso no garantiza que saldrán vivos. -Me respondió.

-Muy bien, Kindaichi. Vamos a ver que podemos hacer. -Komori-san me tomo del brazo y me arrastro hasta los omegas. - ¡Hola, chicos! –

Nadie nos dio una segunda mirada, solo asintieron con la cabeza y siguieron fulminando a Lev y a Yamagata-san con los ojos.

-Lev, ¿dónde está mi alfa? -Yaku-san cuestiono de repente, dando un paso al frente.

-Eh... bueno... eh... -Lev intento retroceder. -Él... ¿necesitaba aire? –

- ¿Por qué lo dices como si fuera una pregunta? -Shirabu-san replico. - ¿Sabes dónde está, verdad? –

- ¡Por supuesto! -Lev exclamo. -Él solo... necesitaba procesar la noticia... así que los demás lo acompañaron... -

-Bueno, entonces llamare a Mattsun y le diré que traiga a Kuroo en este instante. -Hajime resolvió, y los alfas casi entramos en pánico.

- ¡No! ¡No lo llames! -Yamagata-san negó, atrayendo la atención de todos. -Es que... él necesita tiempo. Volverá cuando lo crea conveniente. –

- ¿Acaso te parece que eso me importa? -Yaku-san se paro delante suyo. - ¡Soy su omega y exijo su presencia aquí en este instante! ¡Él tiene parte de culpa de lo que sucede, así que más le vale venir enseguida o lo castrare! –

-Yo... yo entiendo eso, pero no podemos...-Yamagata-san retrocedió afligido.

- ¿Por qué no, Hayato? -Semi-san cuestiono a su alfa.

-Por... porque... -Yamagata-san nos miro en busca de ayuda. ¿Y cómo se supone que yo lo ayude?

-Lev. -La voz de Kenma-san nos hizo voltear. -Hay algo que no nos están diciendo, ¿qué es? –

La mirada que tiene en la cara no me agrada... Sé por buenas fuentes que Kenma-san es peligroso, pero la tranquilidad que esta manteniendo en este momento me asusta.

-Ke-Kenma-san... no, ¿por qué... les vamos a ocultar algo? -Lev trato de sonreír.

-Amor, sé cuando mientes. -Kenma-san declaro con total calma. -Ahora, ¿me vas a decir que es lo que me ocultas o tengo que intentar sacártelo a la fuerza? Piensa bien tu respuesta. –

Lev nos miro en busca de ayuda, pero lamento decir que ahí no me meto.

-Kenma-san... es que... -Mi amigo suspiro, y finalmente confeso. -Kuroo-san desapareció. Nadie sabe nada de él y no responde el teléfono. Los otros alfas fueron a buscarlo y nos dejaron a nosotros para... asegurarnos de que ustedes estén bien. –

- ¿Qué? -Yaku-san miro a Lev con sorpresa por un segundo, y luego corrió hacia él y lo empezó a sacudir. - ¡¿CÓMO QUÉ EL CONDENADO SE FUE?! ¡ES SU HIJO! ¡¿CÓMO PUDO HABERSE IDO?! ¡MENOS MAL QUE ME AMABA Y QUERÍA QUE TUVIERAMOS BEBÉS! ¡AHORA SI QUE CUANDO LO AGARRE LO VOY A MATAR! ¡¿Y CÓMO SE TE OCURRE A TI, MALDTIO BASTARDO, NO DECIRME NADA?! ¡¿QUÉ DIABLOS SE TE PASO POR LA CABEZA?!... –

-Wou. -Escuché a mi novio murmurar, y al voltearme noté que tiene su celular en la mano.

-Aki, no creo que sea el momento de filmar. -Resople.

-Kindaichi... -Komori-san me agarro por el borde de mi remera. -Lo que tiene Kenma en la mano... ¿es una de esas armas con las que electrocutas a alguien? Dime que no. –

¿Qué?... mire hacia donde Yaku-san seguía gritando y zarandeando a Lev, y... Ay, Dios... ¡Kenma-san enserio tiene una de esas armas!

En dos segundos, el omega de Lev le saco a Yaku-san de encima y lo electrocuto como si nada.

- ¡¿Por qué le hiciste eso?! ¡Es tu alfa! -Yamagata-san exclamo.

-Le advertí que, si me ocultaba algo más después de la llegada de Tooru, le daría una lección. No me hizo caso y bueno, eh aquí lo que sucede si no le haces caso a tu omega. -Kenma-san se encogió de hombros.

-Kuroo me abandono... -Yaku-san sollozo, y todos los omegas se pararon a su alrededor para consolarlo.

Mientras ellos trataban de mantener a su amigo embarazado tranquilo, los alfas nos acercamos a Lev. Le explicamos la situación a los demás por el chat grupal, y no estoy seguro de cómo, pero Shirabu-san se armo con una jeringa y pincho a Yamagata-san sin previo aviso.

- ¿Por qué a mi alfa? -Semi-san cuestiono, parándose al lado de su... ¿ex kohai?

-Porque intento ocultarnos que Kuroo-san desapareció. -Shirabu-san sonrió. -Además, tranquilízate. Es solo un somnífero. Se despertará en un par de horas mareado, nada más. –

- ¿Qué...? ¿Qué paso? -Lev se sentó en el suelo.

-Oh, sigues vivo. -Tsukishima murmuro. -Se sigue manteniendo mi teoría de que los idiotas tienen más vidas que una persona inteligente. –

- ¿Estás bien, Lev? -Pregunte, ayudándolo a pararse.

-Sí... ¿qué paso? -Él me miro con confusión.

Y... ¿cómo te explico que tu omega te electrocuto? Además, tomo tu teléfono...

-Pues... -Mire a Komori-san en busca de ayuda.

-Kenma-san te electrocuto. -Tsukishima declaro como si nada.

Imagine que Lev se sorprendería, asustaría o algo parecido. Sin embargo, se quedó callado por unos minutos, y luego camino hacia donde su omega seguía consolando a su amigo.

-Kenma-san. -Lo llamo.

-Oh, despertaste. -Kenma-san apenas si lo miro. - ¿Qué quieres? –

-Hablemos afuera. -Lev lo agarro de la muñeca y casi lo arrastro fuera del hospital.

Todos guardamos silencio, sin saber qué hacer. Segundos después, escuchamos gritos furiosos... Lev, ¿eres estúpido? No vas a ganar una discusión contra un omega dominante que encima, ya te electrocuto una vez.

-Tal como predije, la relación de Lev se fue al demonio. -Tsukishima comento a mi lado. -Aunque puede que no falte mucho para que él también termine en un ataúd. –

Ciertamente, no falta mucho para eso... 

Gracias, Intercambio de ParejasUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum