Esta es la segunda temporada de Intercambio de Parejas.
Transcurre un año después de la partida de Oikawa a Argentina, cuando finalmente decide ponerse en contacto con sus amigos. ¿Qué sucederá?
Bueno... no sé si estar agradecido de tener un alfa como novio o preocuparme porque ha estado pasando mucho tiempo con los omegas... Al menos él no me electrocutaría... creo...
Lev y Kenma volvieron a entrar al hospital, pero ambos parecían muy enojados.
-Más les vale traer a Kuroo de regreso o lo lamentaran. -Amenazo el omega y se acercó a sus amigos. -Vamos, hay un auto afuera esperando para llevarnos a casa. Me quedare contigo, Yaku-san. –
Todos los omegas pasaron a nuestro lado casi sin mirarnos, y pronto nos quedamos solos.
-Tu relación se terminó. -Tsukishima declaro.
-Tsukki... -Protesto Lev. -Creo que sí... -
-Al menos sigues vivo. -Kindaichi suspiro. -Vamos a encontrarnos con los demás alfas. –
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Bueno... uno normalmente tendría la esperanza de llegar con sus amigos y que ellos ya hayan encontrado al desaparecido, sin embargo... cuando se trata de los míos... desgraciadamente, eso no pasa. Bokuto está como loco, gritando que quiere que su Bro vuelva; Oikawa parece a punto de tener un colapso, y el resto está llamando a cualquier conocido que pueda tener información.
- ¿Sigo delirando? -Hayato me cuestiono.
-Na. -Me reí. - ¿Esto te parece un delirio? –
-No, me parece algo de todos los días, pero... -Me miro con preocupación. -Cuando se trata de Shirabu... nunca estoy completamente seguro... Podría haberme inyectado drogas o algo así. –
- ¿Lo crees capaz de eso? -Pregunte con incredulidad.
-Pase dos años en la misma preparatoria que él. Créeme, es capaz de todo. -Me respondió.
Suspirando, ambos nos acercamos a todo el caos que los demás estaban creando por no poder encontrar a Kuroo. Intentamos ayudar, recorrimos toda la ciudad en nuestros autos... No conseguimos nada. Bien, mañana seguiremos supongo... Será mejor que vuelva a casa...
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¡Yo y mis estupideces! ¡No! No, yo y mis estupideces. Yo y mi mala elección de amigos.
- ¡Yuu! ¡Vamos! ¡Abre la puerta! -Suplique. - ¡Sabes que no tengo nada que ver con lo que paso! ¡Por favor! –
