Gracias, Intercambio de Parejas

De compras con Semi

(Kageyama)

A penas terminamos de desayunar, Semi-san y yo salimos del hotel encontrándonos con una limosina esperándonos. Kenma-san siempre reservándonos lo mejor...

-Ya quisiera yo tener tanto dinero para despilfarrar. -Mi acompañante mascullo en el camino a la ciudad.

Ciertamente a mí también me gustaría tener tanto dinero como Kenma-san, aunque no es que yo sea pobre exactamente... tengo mi buena cantidad de bienes económicos en el banco por supuesto, pero no llega ni en sueños a la cantidad que tiene nuestro amigo youtuber.

Por suerte, el transcurso a la ciudad fue rápido, y pronto estábamos caminando por las calles, mirando los escaparates de las tiendas a nuestro alrededor.

- ¿Hay alguna tienda en especifico a la que quieras ir, Kageyama? -Semi-san me pregunto, y yo negué.

- ¿Tú tienes alguna a la que quieras ir? -Cuestione.

-No una tienda, pero el shopping al que nos llevó Tendou cuando llegamos a Hokkaido tenía algunas cosas que me gustaron. -Me respondió.

-Vamos para allá entonces. -Lo anime.

El shopping no estaba muy lejos, así que llegamos bastante rápido, y soy sincero, venir fue la mejor decisión. ¡¿Cómo es que no recordé que en este lugar hay una tienda con telas preciosas a buen precio?!

Arrastre a Semi-san al escaparate donde se veían las mejores telas, y le pregunte si le gustaba algún color.

-Tu eres el diseñador aquí, no yo... Aunque creo que esa tela negra se vería muy bien en Akaashi. -Me comento encogiéndose de hombros.

Dos segundos después, ya lo estaba empujando dentro de la tienda. ¡Por Dios, bendito sea quien abrió este lugar! ¡Hay de todo! Cintas y telas de colores pasteles, flúor, neutros...

-Kageyama, no es que me moleste, pero... llevas más de media hora recorriendo la tienda de un lado a otro. ¿Vas a comprar algo? -Semi-san me pregunto en un momento.

-Por supuesto, la vendedora me esta separando varios metros de la tela negra que viste en la vidriera, también unos metros de la tela de seda marrón claro, algunas cintas y botones, y estoy viendo si me gusta algo más. -Le respondí con total seriedad. - ¿Crees que si le hago unas medias de encaje a Akaashi-san las usara? –

-Iré por un café. ¿Quieres algo? -Ignoro mi pregunta...

-Un café con leche... -Le pedí, y se fue.

¡No es mi culpa tardar tanto! ¡Es que hay muchas cosas que me llaman la atención! Si fuera por mí, me compraría el local, pero no puedo... ¡Oh, esos listones se ven tan delicados!...