Prólogo: Aquí vamos de nuevo

2K 159 132
                                    

(Kuroo)

Se suponía que hoy era un día medianamente tranquilo. Estaba haciendo mis deberes, con mi computadora al lado, reproduciendo un video sobre un abogado muy importante, cuando el video se detuvo sin razón, y comencé a escuchar un tono de llamada.

Confundido, acerqué mi computadora, y pude ver porque el sonido. Alguien llamado: "Gran Rey" me estaba invitando a una video llamada por Skype. Algo curioso, acepté, y puse mi notebook frente a mí...

No sé qué me sorprendió más, si ver la cara de Oikawa en mi computadora, o el hecho en sí, de que, después de un año de no saber nada sobre él, me estuviera contactando.

- ¡Yahoo, Kuroo-chan! -Me saludo, y yo estuve mudo por unos momentos, aun asimilando que lo estaba viendo. - ¿Todo bien? ... ¡Hola!... ¿Puedes escucharme? –

-Eh... sí, yo te escucho... -Termine contestándole, saliendo de mi shock inicial. -Oikawa, ha pasado mucho tiempo. ¿Cómo estás? –

-Bien, ahora soy setter del equipo de vóley de San Juan, Argentina. -Me contó.

- ¡Es genial! -Asentí. - ¿Y qué tal todo con Chibi-chan? –

Hubo un gran silenció después de eso, y yo comencé a creer que había dicho algo malo, cuando me respondió.

-Oh... bueno, él y yo... no funciono. Terminamos como tres meses después de llegar a Argentina. -Me explico, y parecía bastante incómodo. -Según sé por unos amigos, volvió a irse a Brasil. –

-Lo siento. -Musite. -Pero dejando eso de lado... ¡Hombre, no sé nada de ti en un año! Mi Bro y yo hasta te hicimos un altar pensando que habías muerto. –

Literalmente, después de seis meses de no saber nada de Oikawa, Teru, mi bro y yo le hicimos un altar...

- ¿Ustedes...? -Oikawa parpadeo un par de veces. - ¡No estoy muerto! ¡¿Cómo se les ocurre hacerme un altar si todavía sigo vivo?! –

- ¡Y es que como no nos habías contactado, pensamos que habías fallecido! ¡Mi Bro hasta lloro en tu funeral! -Exclamé, y vi su cara de horror puro.

-Kuroo-chan, no... Dime que no armaron un funeral también. -Me pidió.

-No un "funeral, funeral". No teníamos tu cuerpo como para enterrarlo, pero... digamos que la familia de Komori-kun es dueña de una funeraria y nos dejó hacer un velorio con un ataúd vació. -Le explique, y su cara provoco que me dieran ganas de reír.

Oikawa se veía horrorizado a más no poder.

- ¡Son unos idiotas! ¡Yo todavía sigo vivo! -Me replico, muy molesto.

-No somos nosotros quienes dijeron: "Me voy a Argentina, pero aún seguiré en contacto con ustedes", y nunca se contactó. -Me queje.

- ¡Pero armar un velorio y un altar es excesivo! ¡¿De quién fue la idea?! -Me reto, sonando justo como Papá Daichi.

- ¿No te haces una idea? -Cuestione con una sonrisa.

-Oh, no. -Su mirada lo dijo todo. Sabía exactamente de quien había sido la idea. -Fueron Makki y Mattsun, ¿verdad? –

-Tu lo dijiste, no yo. -Me reí.

- ¡Esos malditos! -Se quejó. -Bueno, ya verán cuando yo vaya para allá. Kuroo-chan, cuéntame. ¿Qué han hecho todos sin mi durante un año? Además de celebrar un funeral. –

- ¿Quieres un resumen o la historia completa? -Le pregunte.

-Cariño, ya me conoces. Quiero saberlo todo a detalle. -Me guiño un ojo, y yo sonreí.

Gracias, Intercambio de ParejasWhere stories live. Discover now